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Trucos para evitar comisiones bancarias y ahorrar más de 300 euros al año

Las entidades bancarias imponen este tipo de pagos en múltiples productos

Una persona coge dinero de un cajero automático

Una persona coge dinero de un cajero automático

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Pedro P.

Las comisiones bancarias forman parte de los tan odiados gastos hormiga (aquellos pequeños consumos no necesarios que realiza una persona o un grupo familiar que en principio no parecen afectar significativamente sus finanzas, pero luego tienen una incidencia económica importante). En épocas de crisis, los bancos popularizan productos sin comisiones para hacerlos más atractivos. A pesar de que las entidades financieras están obligadas a informar del cobro de las comisiones en sus contratos, es frecuente que se incurra en gastos no deseados, como comisiones.

Por ejemplo, en productos financieros como las hipotecas o los créditos, las entidades cobran otros tipos de comisiones como la comisión de apertura (una cuantía o un porcentaje determinado sobre el dinero total prestado, en el momento de la contratación) o la comisión por amortización (cuando se hacen pagos anticipados de la deuda). También existen las comisiones por novación, subrogación o cancelación, que se aplican en caso de que el usuario quiera cambiar las condiciones de su préstamo hipotecario.

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Así, para evitar que los bancos te cobren una comisión por mantenimiento de cuenta lo primero que hay que hacer es hablar con un gestor de la entidad que te explique qué requisitos debes cumplir para que esa comisión desaparezca. Es más, es habitual que los bancos eliminen directamente esta comisión siempre que el cliente haga varias operaciones en la cuenta o tenga la nómina o algún recibo domiciliado en ella.

Comisiones más frecuentes

Las comisiones más habituales son:

  • Comisiones por mantenimiento: suele ser la comisión más cara. La cobran los bancos por el mero hecho de mantener una cuenta bancaria abierta o tener una tarjeta. Las de mantenimiento de cuenta pueden llegar a suponer un desembolso de hasta 250 euros anuales y las comisiones por mantenimiento de tarjeta están entre los 30-40 euros al año.

  • Comisión de emisión: Además de la comisión por mantenimiento, el banco, por dar una tarjeta, puede cobrar una comisión por emisión de la misma. Este gasto puede llegar a alcanzar los 25-50 euros en función del tipo de tarjeta. Se paga en el momento de recibirla.

  • Comisión de administración: Es una comisión que el banco cobra por cada movimiento realizado en la cuenta entre 0,40 y 0,60 euros. Es cierto que los bancos están dejando de aplicar estas comisiones si el usuario realiza todos los trámites de forma online y solo las cobra en caso de hacer una gestión (transferencia, actualización de libreta, pedir un certificado de titularidad, ingresar o emitir cheques…) en una oficina.

  • Comisión por transferencias: Además de que en la comisión por administración puede incluirse un coste adicional, también existe una comisión específica para las transferencias que superen los 50.000 euros o que se realicen al extranjero. Este coste puede superar los 20 euros por operación.

  • Comisión por descubierto: Dejar la cuenta bancaria en números rojos puede superar los 30 euros. Esto puede darse cuando se realiza una operación cuyo importe supera el saldo existente en la cuenta.