ACUERDO DE WINDSOR

Bruselas y Londres pactan eliminar los controles de mercancías entre Irlanda del Norte y Reino Unido

Los bienes intercambiados entre Londres y Belfast irán por un "carril verde" monitorizado por la UE, mientras que los que se dirigen a la República de Irlanda pasarán por uno "rojo", con controles aduaneros

El primer ministro británico, Rishi Sunak, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.

El primer ministro británico, Rishi Sunak, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. / EFE

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Bruselas y Londres han conseguido desbloquear el último capítulo pendiente del Brexit: la frontera entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda. Los Acuerdos de Paz de Viernes Santo de 1998, que terminaron con décadas de violencia entre católicos y protestantes, fijan que no exista una frontera dura entre el territorio británico y la República de Irlanda. Con la salida de Reino Unido de la Unión Europea y la vuelta de los controles aduaneros para los intercambios comerciales, esta cuestión se había convertir en auténtico quebradero de cabeza que ni Boris Johnson ni Liz Truss habían conseguido solventar. El nuevo primer ministro, Rishi Sunak, anunciaba de la mano de Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, anunciaron este lunes el Acuerdo del Windsor, que sustituye al Protocolo de Irlanda del Norte, el anterior pacto que ya preveía evitar una frontera física tras el 31 de enero de 2020 (fecha en la que se oficializó el Brexit). A partir de ahora, los bienes intercambiados entre Reino Unido y Belfast irán por un "carril verde" monitorizado por la Unión Europea, mientras que los que se dirigen a la República de Irlanda pasarán por uno "rojo", con carriles aduaneros que serán más estrictos. Esta nueva forma de actuación ha sido bautizada como el Acuerdo de Windsor.

La cuestión de Irlanda del Norte ha sido desde hace tres años la gran piedra en el zapato de la etapa pos-Brexit, ya que la provincia debía mantenerse en el mercado único europea y a la vez en el británico. Las negociaciones entre la Comisión Europea y Reino Unido han emponzoñado las relaciones entre ambos ejecutivos en los últimos años. El primer acuerdo al que se llegó, el Protocolo de Irlanda del Norte produjo una serie de alteraciones en el comercio interior y también la sensación entre los unionistas de que su provincia quedaba desconectada del resto del país.

Por eso, el llamado Acuerdo marco de Windsor, suscrito este lunes en esa localidad al este de Londres por el primer ministro británico, Rishi Sunak, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha sido recibido como un "punto de inflexión" por sus firmantes. Para Sunak, el pacto cumple con las demandas de los norirlandeses al "ofrecer un comercio fluido en todo el Reino Unido, proteger el lugar de Irlanda del Norte en nuestra unión y salvaguardar la soberanía del pueblo de Irlanda del Norte".

Entre los cambios más importantes al texto actual, suscrito en 2019, se eliminan los controles fronterizos entre Irlanda del Norte y Gran Bretaña para los bienes destinados solo a la provincia británica. Estos bienes irán por un "carril verde", monitorizado electrónicamente por Bruselas, mientras que en el "rojo", con chequeos aduaneros, se mantendrán los que van a la República de Irlanda, que permanece en la UE y el mercado único europeo. Esto "eliminará la sensación de que hay una frontera" entre Irlanda del Norte y el resto del Reino Unido, mantuvo Sunak. Por su parte, Bruselas considera que el pacto salvaguarda el mercado único pese a la rebaja de la burocracia aduanera que se ha prometido a Londres.

Freno de emergencia

Además, el Parlamento autónomo de Belfast, más conocido como Stormont, podrá aplicar "un freno de emergencia" frente a cualquier cambio que quiera introducir la Unión Europea en las normas que se aplican en Irlanda del Norte. "Si (Stormont) echa el freno, el Gobierno británico tendrá veto" sobre su implementación, señala Sunak.

Y como prueba de esta nueva era, ambos bandos decretan el cese de las hostilidades: el Gobierno británico retira de su trámite parlamentario un proyecto de ley que le permitiría suspender la aplicación del Protocolo de Irlanda del Norte de forma unilateral, al tiempo que la Unión Europea (EU) detiene las acciones legales que había iniciado en contra de Londres.

Y como prueba de esta nueva era, ambos bandos decretan el cese de las hostilidades: el Gobierno británico retira de su trámite parlamentario un proyecto de ley que le permitiría suspender la aplicación del Protocolo de Irlanda del Norte de forma unilateral, al tiempo que la Unión Europea (EU) detiene las acciones legales que había iniciado en contra de Londres.

Aplauso de la City de Londres

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Pese a contar con el aplauso inmediato de sectores importantes, desde la City de Londres a la patronal pasando por la oposición laborista, el acuerdo marco deberá enfrentarse ahora a su mayor peligro, el "fuego amigo". El texto será sometido a votación en el Parlamento británico "en el momento adecuado", anunció Sunak, ya que "debido a la naturaleza y amplitud (del pacto), va a ser necesario cierto tiempo para que todos puedan digerirlo".

Menos entusiasmo, sin embargo, mostró en su primera reacción el líder del Partido Democrático Unionista (DUP), Jeffrey Donaldson, quien alertó de que hay ciertas "cuestiones clave" en el acuerdo sellado entre el Reino Unido y la Unión Europea (UE) que le continúan suscitando "preocupación". "No se puede ocultar el hecho de que en algunos sectores de la economía la legislación de la Unión Europea continúa siendo aplicable en Irlanda del Norte", subrayó en un comunicado Donaldson recogido por la agencia EFE.