Mujer empresaria

Cuando el carácter emprendedor va en los genes

  • Es la cuarta generación de una familia vinculada al mundo empresarial de Catalunya desde hace décadas. Y quizá, por eso, su carácter inquieto y emprendedor.

Anna Fornt, directora de Efebé Grup

Anna Fornt, directora de Efebé Grup / 'activos'

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Su abuelo materno era arquitecto. Apenas pudo conocerlo porque murió "relativamente joven y de un infarto", pero desde pequeña había escuchado infinidad de historias de Manuel Baldrich i Tibau, creador de emblemáticos proyectos en Barcelona como la piscina Sant Jordi y los hogares Mundet. Así, poco a poco, anécdota tras anécdota, se fue despertando el interés de Anna Fornt por la arquitectura y, especialmente, por el diseño.

Nacida en Barcelona en 1964, la actual directora de Grup Efebé es una mujer de decisiones rápidas y que se crece ante los retos. Estudió en la Escuela Elisava y se especializó en interiorismo. Acabó en 1983 y se fue un año a Milán para hacer un postgrado de arquitectura de interiores. A finales de la década de los 80, empezó a trabajar en un pequeño despacho de interiorismo, donde se inició como becaria: "Pasé muchas horas en las obras viendo trabajar a los operarios".

"Debemos dotar de sentido a nuestros proyectos para que no se conviertan en un gastar por gastar o en un cambiar por cambiar"

De ahí pasó a un estudio de arquitectura en el que creció profesionalmente durante 10 años y donde aprendió "a desarrollar proyectos de una envergadura importante". Diseñó espacios como las salas de lectura de la Biblioteca de Catalunya y la remodelación del Teatro Romea de Barcelona. Lo más difícil de aquella época, cuenta, fue "absorber todo lo que estaba aprendiendo día a día".

Además, "me independicé, me casé y fui madre muy joven. Tuve a mis dos hijos, Raimon y Ricard, de 30 y 27 años, respectivamente. Fueron años intensos pero tenía mucha energía para hacer las cosas. Disfrutaba mucho con mi faceta profesional y también con mi vida personal, donde además había mucha corresponsabilidad con mi marido", recuerda.

De forma natural

Por esa época, Ana Teresa Baldrich, su madre, ya había empezado a hacerse cargo, "de manera un poco natural", de los proyectos urbanísticos de Papelmatic, dedicada a la higiene para colectividades. "Aparecieron entonces necesidades de gestión inmobiliaria muy concretas y me pidieron sumarme al equipo. Tenía 33 años y decidí que era el momento de hacerlo».

Con el paso del tiempo crearon Efebé dentro del accionariado de la empresa familiar, compuesta también por Papelmatic, Disnòrdic y HGS, y empezaron "a tratar los espacios entendiendo la higiene y la salud en un sentido mucho más amplio".

La bisnieta del trapero

La línea paterna de la directora de Grup Efebé, Anna Fornt, también se construye desde la empreduría y el empresariado. Pau Fornt Valls (1869-1936) nació en Sant Pere de Riudebitlles (Alt Penedès). Era el tercero de cuatro hermanos. Se trasladó con 12 años a Barcelona, donde empezó a trabajar como mozo del drapaire, trapero, Jaume Aloi. Comprendió enseguida el oficio y en 1912, con 16 años, se independizó y alquiló su primer local en el que luego sería el barrio de Sants de Barcelona. Más tarde, comerció en Sevilla y diferentes ciudades de Francia e Inglaterra, fue concejal del Ayuntamiento de Barcelona y, cuando ya era un empresario de éxito, construyó las conocidas como Cases del Drapaire, en la Gran Via barcelonesa. Fornt fue asesinado durante la Guerra Civil con 67 años.

Grup Efebé inició su actividad en 1998 para reformar escuelas, oficinas y espacios para personas mayores "sin deconstruir para construir, sino intentando ver qué podemos aprovechar y qué sentido le podemos dar al conjunto". Y es que, según la directora del grupo, "este trabajo implica que la gente tenga que gastarse mucho dinero, hay que ponerle sentido para que no sea gastar por gastar o cambiar por cambiar". "Trabajamos para los clientes de nuestros clientes, para los usuarios de los espacios que diseñamos", reflexiona.

Más proactivos

En 2022, el volumen de negocio de la compañía se ha situado por encima de los 4 millones de euros, lo que supone casi doblar la facturación de 2021. Llevan a cabo alrededor de 40 proyectos anuales y la plantilla fija es de 17 personas, que se amplía temporalmente en función de los proyectos y la época del año. Hasta el momento, además de España, han trabajado en Bélgica, Holanda, Polonia, Turquía, Grecia, Alemania, Francia, Italia y algún proyecto en Buenos Aires, siempre de la mano de sus clientes. A partir de ahora, quieren "profesionalizar la llegada a un nuevo país y ser más proactivos".

Con 58 años, amante de la música clásica, la montaña y todo lo que sean actividades manuales como coser y pintar, Fornt aporta visión y estrategia al grupo, hacer las cosas de forma diferente, y estar atento a las necesidades del mercado. "Hay que pensar qué esperan de una empresa como nosotros o qué debo hacer yo, qué cambiar, para atender mejor o llegar más".

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Antes de retirarse pretende convertir Efebé en un referente europeo en la remodelación de espacios sobre todo para las personas mayores. "Ya hacemos obras en Europa de sedes corporativas -argumenta- pero queremos que este modelo de éxito internacional en espacios de trabajo se traslade a las otras dos áreas de la compañía". Ya ultiman proyectos de espacios para personas mayores en Portugal.

Sus hijos, un médico y un químico, no parece que vayan a seguir con el legado empresarial de la familia pero no es algo que preocupe a Fornt. "Al final uno tiene que estudiar lo que le gusta y luego abrir caminos. Si no es así, no encajas en los puestos de trabajo". No sabe qué pasará cuando no pueda seguir en la compañía: "Iremos viendo qué hacemos e iremos construyendo un relevo".