MERCADOS

La Comisión Europea mejorará los incentivos fiscales de las salidas a Bolsa

Trabaja en la directiva Debra para equiparar la fiscalidad de la financiación bancaria, que se puede desgravar, y la que se realiza con ampliaciones de capital

Un panel del Ibex 35 en el Palacio de la Bolsa de Madrid (España).

Un panel del Ibex 35 en el Palacio de la Bolsa de Madrid (España).

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Compartir los riesgos y las ganancias con los inversores. Estas dos sencillas premisas constituyen la base de lo que significa cotizar en el mercado. Y para incentivar este proceso, que siempre es complejo y delicado, la Unión Europea trabaja en una propuesta para equiparar los beneficios fiscales del endeudamiento bancario y el que se realiza mediante ampliaciones de capital lo que, según los expertos, impulsará las salidas a Bolsa. La Comisión Europea considera que algunos países de la zona euro mantienen un sesgo fiscal entre ambas formas de financiarse al no equiparar las deducciones a la que los grupos pueden acceder si optan por una opción u otra. "La deuda genera un interés que es deducible fiscalmente, mientras que el dividendo no. Esto conduce a las firmas a preferir la financiación bancaria frente a la búsqueda de capital o nuevos inversores", señala Clara del Ollic Guasch, directora en el área de fiscalidad corporativa y tributación internacional de KPMG Abogados. Si una compañía consigue unos beneficios de 100 millones y los intereses de la deuda que ha adquirido suponen el 20%, su base imponible es el 80%. En el caso de los dividendos, si los beneficios son de 100 millones, la base imponible es del 100%. El objetivo de las autoridades europeas es incentivar el aumento del capital para financiar el crecimiento en vez de endeudarse. Este es el espíritu de la nueva directiva Debra, acrónimo en inglés de Debt Equity Bias Reduction Allowance. Se prevé su entrada en vigor para 2024.

El mercado continuo español, que reúne a todas las empresas cotizadas españolas, tan solo registró un estreno en el parqué en 2022, el de la energética Opdenergy. También cabe mencionar el caso de la sanitaria Atrys Health, que dio el salto del BME Growth (el segmento reservado a pymes y antiguo Mercado Alternativo Bursátil) al continuo. "A lo largo de 2022, la actividad mundial de las salidas a bolsa se vio afectada por el aumento de la volatilidad del mercado, el alza de los tipos y el incremento de la inflación. Los inversores han desdeñado la inversión en nuevos valores", señala el informe Global IPO Trends 2022 4Q elaborado por la consultora Ernest&Young. "Ahora mismo menos firmas se atreven a dar el salto al parqué de las que lo hacían hace algunos años. Se trata de una tendencia europea", señalan fuentes de Bolsas y Mercados Españoles, el operador de todos los mercados de España. "La volatilidad de los mercados en estos últimos años hace difícil ejecutar salidas al mercado. Con la mejora de las expectativas macroeconómicas, esperamos que esto cambie. De hecho, el 8 de febrero se estrenó en el parqué alemán la compañía IONOS", desarrolla Íñigo de Areilza, responsable de Equity Capital Markets para España de Deutsche Bank.

En el caso específico del mercado español, los primeros seis meses de 2022 también han sido muy malos para los estrenos bursátiles. Los mercados de capitales españoles solo gestionaron la emisión de 30 millones de euros en ampliaciones de capital, lo que implica un 96% menos que en el primer semestre de 2021, según un informe que presentó el pasado mes de noviembre la Asociación de Mercados Financieros de Europa (AFME). Un ejemplo palmario de esta paralización de las salidas a Bolsa es el caso de Ibercaja, que ha cancelado su estreno en varias ocasiones. "El proceso de salir a bolsa es complejo y a las empresas no les ha faltado financiación bancaria en la última década. También los fondos de capital riesgo han estado muy dispuestos a financiar a las empresas y eso explica la paralización de los estrenos bursátiles", explica José Villaverde, Socio de la oficina de Madrid de CREA Inversión. A estas circunstancias, se puede añadir el rechazo que suscita en el sur de Europa desnudar las cuentas de una compañía ante los inversores y el público general, señalan fuentes de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Si ponemos de nuevo la lupa en el mercado continuo español, en los últimos seis años, ha habido una escasez evidente de salidas a Bolsa. En 2021 tan solo tres empresas se atrevieron a dar el salto al parqué en España. Estas fueron Acciona Energía, Ecoener y Línea Directa. Un año antes tan solo Soltec se había animado a salir al mercado y en 2019 el único debut fue el de Greenergy. En 2018 al mercado principal se incorporaron Metrovacesa, Berkeley Energía, Arima, Amrest y Solarpack. En 2017 también cinco empresas decidieron debutar, estas fueron Prosegur Cash, Neinor Homes, Gestamp, Unicaja Banco y Aedas Homes, mientras que en 2016 tan solo tres dieron el paso (Telepizza, Parques Reunidos y Dominion). "En España y en Europa, exceptuando el caso de Suecia, los estrenos en los parqués son poco habituales. La directiva Debra se enmarcar dentro de un conjunto de medidas para hacer más atractivas las salidas a Bolsa y más dinámicos los mercados de la zona euro", señalan fuentes de la CNMV.

Ventajas de la cotización

Algunas de las principales ventajas de cotizar en el mercado es el acceso a fuentes de capital que no están a disposición de las compañías fuera del circuito bursátil y la rapidez con la que pueden recurrir a ellas. "También podemos mencionar la visibilidad y el prestigio de estar en el mercado", apunta Carlos Martín, director de equipo de M&A y Mercados de Capitales del despacho corporativo Baker McKenzie, que también hace referencia a que la falta de entradas en el mercado de compañías españolas ha mermado en cierta medida la representación de la economía del país en los índices bursátiles. "En los últimos diez años se ha producido una reducción muy relevante en el número de salidas a bolsa en España. Un entorno de bajos tipos de interés y la elevada liquidez han motivado este escenario. Los fondos private equity han jugado un papel determinante, así como la incertidumbre económica [crisis de deuda en 2008, pandemia en 2020 y la invasión de Ucrania en 2022]. También esta tendencia se ha dado a nivel europeo, pero las jurisdicciones con economías más dinámicas que la española han capeado mejor el temporal", señala Martín.

Con el objetivo de reconducir esta situación, la Unión Europea está impulsando una ambiciosa reforma del mercado de capitales para revertir esta tendencia. "Creemos que estas iniciativas pueden incentivar el acceso de las compañías a los mercados de capitales. Se une a otras medidas, a nivel nacional y comunitario, que pretenden mejorar el atractivo de los mercados", explica Carlos Martín. "Desde una perspectiva fiscal, la directiva Debra hará que la financiación interna gane atractivo frente a la financiación externa. En este sentido, puede ser un incentivo más para que una empresa decida impulsar su debut en los parqués", indica Carles Ribera, abogado de Cuatrecasas especializado en fiscalidad corporativa. "Salir a bolsa es una estrategia que puede plantearse una empresa, entre otros motivos, para acceder a la financiación del mercado de capitales, más allá de la alternativa de la financiación tradicional con terceros. La directiva Debra, entre otras medidas, busca mitigar las asimetrías fiscales que actualmente existen entre ambas opciones, con el fin último de reforzar la capitalización de las compañías europeas para que puedan ser más resilientes ante entornos económicos adversos y, de esa forma, fomentar su capacidad de inversión en innovación y planes de crecimiento", señala Clara del Ollic Guasch, directora en el área de fiscalidad corporativa y tributación internacional de KPMG Abogados.

Posibles retrasos

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Aunque la previsión es que la directiva Debra entre en vigor en enero de 2024, todavía quedan muchos flecos que concretar y su aplicación se podría retrasar. "Todas estas normas internacionales requieren consenso y unanimidad en el seno de la UE. Alcanzar esto no es un camino fácil. Aunque la norma forma parte de la agenda fiscal publicada por la Comisión Europea en el 2021 para los ejercicios 2021 a 2023, la realidad es que parece que todavía le queda recorrido legislativo, especialmente considerando que en el Ecofin de diciembre de 2022 se apuntaba el priorizar el desarrollo de otras normas de armonización fiscal a esta iniciativa, lo que convierten su propuesta efectividad para el 2024 en un claro interrogante ahora mismo", apunta Clara del Ollic Guasch, de KPMG Abogados, que advierte de la creciente complejidad de la fiscalidad internacional. "Estas legislaciones suelen venir acompañadas, como es el caso, de numerosas cláusulas antiabuso, que si no son claras se corre el riesgo de que no sean efectivas y, por lo tanto, lleven a las empresas a seguir recurriendo a la alternativa de la deuda financiera, cuyo marco normativo y beneficios ya conocen", advierte esta especialista.

La CNMV también considera que la aprobación de la directiva Debra aún tiene recorrido legislativo por delante, pero señalan es una prioridad, tanto para la ministra de Economía, Nadia Calviño, como para el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y consideran que en el segundo semestre de 2023 se producirá un empujón para ponerla en marcha en enero de 2024. "Cualquier facilidad para invertir por parte de los reguladores es positiva para el sector, pero por sí sola no será suficiente. La mejora de las expectativas macroeconómicas y una mejora del rendimiento de la renta variable son también piezas importantes para volver a ver operaciones de este tipo", concluye Íñigo de Areilza, de Deutsche Bank.