Cotizadas
Los salarios de la alta dirección
Este año promete intensificarse el debate sobre los salarios en la cúpula de los grupos financieros y los energéticos, en el punto de mira fiscal y de crítica por parte del Gobierno de coalición
La Bolsa española.
Desde mediados de enero a finales de marzo las empresas cotizadas martillean con la presentación de sus resultados del año anterior. En el mundo anglosajón se define a las compañías que cotizan en Bolsa como «públicas» porque pueden comprar sus acciones, directa o indirectamente, todos los ciudadanos. Se comparan a las empresas privadas, no cotizadas, y a las estatales, propiedad del Estado.
Al ser consideradas «públicas», la legislación, los organismos que controlan los mercados de valores y los propios requerimientos de los inversores, les ha ido obligando con el paso del tiempo a realizar un completo 'striptease' financiero. El acto de transparencia ha acabado incluyendo la necesidad de conocer con pelos y señales la distribución salarial de los altos cargos y miembros del consejo de Administración. Esto es: remuneración fija más variable, incluyendo pago en instrumentos derivados del precio de las acciones que se llaman 'stock options'. La horquilla salarial entre los presidentes ejecutivos y CEO (consejeros delegados) de la mayoría de empresas del Ibex 35 se sitúa entre el millón y los diez millones de euros.
El reconocimiento de estos salarios genera siempre arquear de cejas, comparaciones -algunos dirán odiosas- y motivos de sorpresa. Este año promete intensificarse el debate sobre los salarios en la cúpula de los grupos financieros y los energéticos, en el punto de mira fiscal y de crítica por parte del Gobierno de coalición.
Uno de los ratios que más empezó a usarse hace años en Estados Unidos para valorar socialmente una compañía es la diferencia que había entre la retribución del primer ejecutivo, el sueldo medio y el empleado peor pagado. Algunas gestoras de fondos, bautizadas como activistas sociales, empezaron a considerar como muy negativo un exceso de diferencia de arriba abajo.
Fue un primer paso, desde el propio mercado, para ir limando estas situaciones. Una ligera variación en un mundo financiero donde el recorte de gastos y los despidos como método para arreglar el balance, son habitualmente aplaudidos por los inversores. Ejemplo de esta semana: Grifols subió un 8% en Bolsa tras haber anunciado el despido de 2.300 personas en todo el mundo.
¿Merece Carlos Torres, presidente de BBVA, haber ganado 8,3 millones en 2022? ¿Qué factores valora un consejo de administración al determinar un salario a un alto ejecutivo?¿Hay que premiar más al directivo que apuesta por la estrategia a largo plazo, por la inversión, la creación de empleo y el desarrollo de sus equipos o a aquel que solo se mueve, tijera en mano, por el cortoplacismo de la acción? ¿Por qué hay sectores mejor pagados que otros? ¿Los sectores menos regulados deben estar mejor pagados que los regulados? ¿O no será que los salarios a la alta dirección son fruto de la oferta y la demanda de este mercado tal como ocurre con los ingresos de los deportistas de élite y personajes del cine y la música, entre otros?