Crecimiento económico

Un turismo fortalecido por el covid que se prepara para evolucionar

El reto del sector pasa por adoptar un modelo turístico de mayor valor añadido

Los viajes en tren para sustituir los vuelos cortos mejoraría poco la contaminación

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El que probablemente fue uno de los sectores más afectados por el coronavirus, que obligó a cerrar fronteras y paralizó los viajes durante meses, también es uno de los que salieron mejor parados tras la reapertura. Los expertos así lo afirmaron: después un largo periodo sin ocio y libertad de movimiento, los turistas volvieron con ganas. Y a pesar de factores como la inflación, con un impacto importante sobre las economías domésticas, el verano del año pasado fue el de la recuperación del sector turístico.

Muchas personas miraron hacia otro lado y no se resistieron a aquel viaje que tanto tiempo llevaban esperando. El turismo resurgió con tal fuerza que algunos expertos llegaron a calificar esta recuperación de anormal. Y las cifras tanto de empleo como de gasto registradas tras la apertura lo corroboran: el turismo fue responsable de la mitad del empleo creado en España en el segundo trimestre de 2022, cuando se alcanzaron los 2,95 millones de trabajadores activos. Y esto supone el 0,8% más que en 2019, año previo a la pandemia.

650.000 empresas 

Las actividades vinculadas al turismo representaron el 12,1% del empleo total de la economía del país durante el año pasado. Por todo ello, el presidente de la Cámara de Comercio de España, José Luis Bonet, lo alza como uno de los sectores más importantes para la economía española, tesis respaldada en los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) de 2021, último año del que ha dado cifras, según las cuales los ingresos vinculados a la actividad turística ascendieron a los 97.126 millones de euros, conformando el 8% del PIB total. 

En 2022 la situación del sector volvió a mejorar. En el primer año de apertura prácticamente total, los ingresos por habitación subieron el 12,2% en relación con 2019, y la tarifa media diaria vacacional fue el 16,6% mayor. Este fenómeno, que se explica en gran parte por la inflación, contribuye a llenar los bolsillos de las casi 650.000 empresas que tocan alguna rama del negocio (la gran mayoría, dedicadas al alojamiento y al aprovisionamiento de alimentos y bebidas).

La ministra de Industria, Reyes Maroto, también apuesta fuerte por este sector, que debe virar en un "turismo inteligente" que prime la experiencia y la calidad del destino, y que sea digital, sostenible e inclusivo. En el mismo sentido habla el catedrático de la Universidad de Valencia y director de estudios de Funcas, Santiago Carbó. En su opinión, lo imprescindible para que el sector mantenga y mejore esta tendencia en los próximos años es dotarlo de un mayor valor añadido. "Que ya lo hacemos, pero debemos empujarlo más", insiste.

En el mismo sentido se expresa el presidente de IE University, Santiago Íñiguez, que apunta la necesidad de "diferenciarse con el fin de competir con otros países" dedicados al turismo. Para ello, hace falta avanzar diversificando servicios, atrayendo demanda cualificada de continentes como Asia, potenciar la gestión inteligente de las ciudades e invertir más en digitalización.

Servicio y especialización

Muchos hablan del turismo de calidad, de una evolución necesaria del modelo sol y playa. De hecho, el presidente de Accenture en España, Portugal e Israel, Domingo Mirón, visualiza para el sector un "modelo alto de servicio, precio y especialización", y el profesor y responsable académico de IESE Business School, Philip Moscoso, apuesta asimismo por pasar "de un modelo de volumen a uno de mayor valor añadido, más diversificado y evolucionado".

De "calidad y transformación" también hablan Marisa Estévez, de BT, y Joaquin Maudos, director adjunto del IVIE y catedrático de la Universidad de Valencia. De hecho, este último considera que los beneficios del sector pueden ayudar a hacer frente a la "elevada deuda externa" del país.

El socio responsable de EY-Parthenon, David Samu, argumenta que la mejor estrategia pasa por "mantener la posición de liderazgo actual" del turismo, haciendo evolucionar sus capacidades, con "destinos renovados y más atractivos", y la mirada puesta en las posibilidades que se abren paso a través del turismo gastronómico.

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Desestacionalizar será, además, la clave para atraer a la población europea "con capacidad adquisitiva", algo imprescindible a ojos del presidente de ESIC, Eduardo Gómez, que también contempla atraer teletrabajadores.

Por último, el decano del Col·legi d’Economistes de Catalunya, Carles Puig de Travy, especifica que el turismo se encuentra en "un claro proceso de cambio" impulsado por la pandemia, en el que la aplicación de nuevas tecnologías es clave. Por ejemplo, las que ayudan a desarrollar nuevas tendencias como el turismo sostenible, deportivo, o de salud. Pero, además, el turismo abre la puerta a "potenciar" las energías renovables, así como la economía circular. Como en todos los demás, en el turismo también será clave la llegada de los fondos europeos para avanzar en la digitalización y sobre todo en el cambio de rumbo de un sector que se posiciona como uno de los indispensables para la evolución económica del país.