INFRAESTRUCTURAS

De Sacyr a ACS: estos son los negocios de las constructoras españolas en Israel

Desalación de aguas o electrificación de trenes son algunos de los encargos que ha hecho el país de Oriente Medio a los gigantes de las infraestructuras españoles

Tren ligero de la línea roja de Jerusalén.

Tren ligero de la línea roja de Jerusalén.

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Gabriel Santamarina

Las grandes empresas constructoras y de infraestructuras españolas están presentes en Israel. En los últimos años, algunos de estos gigantes de la bolsa española han realizado trabajos relacionados con infraestructuras ferroviarias y acuáticas en este país de Oriente Medio.

Sacyr comenzó sus actividades en el país de Oriente Medio en 2009, con la adjudicación de un contrato de 300 millones de euros para diseñar y construir una planta desaladora. Este proyecto fue el segundo de la historia del país desarrollado por una compañía extranjera. Este contrato lo compartía con la empresa local Minrav, que contaba con un 33% de la concesión. La construcción se extendió durante 30 meses y estaba preparada para producir 100 millones de metros cúbicos de agua desalada al año.

FCC (Fomento de Construcciones y Contratas), en el año 2006, estuvo precalificada para construir una desaladora junto con General Electric y la israelí IDE, aunque finalmente no se adjudicó el proyecto.

ACS también ha desarrollado infraestructuras en Israel. En 2015, la empresa presidida por Florentino Pérez se adjudicó la electrificación de 420 kilómetros de líneas de ferrocarril, en un contrato valorado en 480 millones de euros. La licitación incluía un precio por la construcción de 385,8 millones de euros y el mantenimiento de estas líneas durante 10 años por un importe de 46 millones. También relacionado con las infraestructuras ferroviarias, Typsa participa actualmente en la construcción del tren ligero en el país.

Una de las filiales de ACS fue acusada por la coalición Don’t Buy into Occupation de realizar trabajos en los asentamientos ocupados por Israel en Palestina, según informó La Marea en 2021. Se trata de una situación similar a la que ahora se han visto involucradas la vasca CAF y la madrileña GMV. Ambas han sido acusadas de construir paradas de un tren ligero en territorio reconocido como legítimamente palestino por España y el resto de Naciones Unidas.

Todo parte, en esta ocasión, de una denuncia del Comité de Solidaridad con la Causa Árabe que ha causado que el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo pida explicaciones a las compañías.

¿Qué buscan las empresas?

Las grandes empresas españolas suelen acudir a países que cuentan con financiación exterior, generalmente adscritos a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), a la que Israel forma parte desde 2010. Sin embargo, la mayoría prefieren llevar a cabo proyectos en grandes países como Estados Unidos o Australia, donde la necesidad de inversión en infraestructuras es incluso mayor a la de países en desarrollo.

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"Muchas veces no necesidad hay de ir a un país más pequeño y menos idóneo", añade una de las fuentes de este sector.

Otra fuente señala que normalmente este tipo de concursos se hacen ad hoc para empresas internacionales, que van al país a cumplir una misión concreta y no necesitan que exista una seguridad jurídica especialmente alta: "Ellos van allí, construyen, cobran y se van".