Hologramas en series, desfiles y tiendas en el audiovisual del futuro

¿Se imagina tener la capacidad de reproducir cualquier escenario desde cualquier lugar del mundo, por ejemplo, la Sagrada Familia, desde un estudio de Londres? ¿Se imagina, además, hacerlo a tiempo real, en una superficie de unos pocos metros cuadrados, y con un nivel de realismo que deje atónitos a sus espectadores? Hoy en día ya no hay que imaginarlo: existen infraestructuras que lo permiten, basadas en la realidad virtual, y con la tecnología holográfica como principal protagonista. Algunas de estas infraestructuras se han presentado en el mayor salón del sector audiovisual, el Integrated Systems Europe (ISE), que se ha celebrado del 31 de enero al 3 de febrero en la Fira Gran Vía de Barcelona.

Las posibilidades que brinda esta tecnología holográfica son infinitas, y por eso el sector audiovisual la utiliza cada vez más. Su origen está en la industria de los videojuegos, según cuenta Miquel Rutllant, presidente del Clúster Audiovisual de Catalunya, compuesto por más 3.600 compañías y 32.500 trabajadores. Grandes productoras como Gestmusic, Lavinia o Mediapro ya la han instaurado. "Esta tecnología ya se ha exportado al ámbito de la televisión, de la producción y de la publicidad. Es la gran revolución", afirma Rutllant. Y también la que promoverá el crecimiento exponencial del sector audiovisual, que ya está mundialmente en auge.

El crecimiento del sector se debe, en gran parte, al hecho de que "las aplicaciones de las herramientas audiovisuales se han multiplicado" a lo largo de los años. Lo que anteriormente solo se utilizaba en cine, televisión y publicidad, ahora se ha expandido también a videojuegos, realidad virtual, aplicaciones culturales, EA Sports o a las plataformas digitales como Twich, Netflix o Youtube. Y en un futuro "no muy lejano", las posibilidades audiovisuales que brinda la holografía estarán presentes también en el sector de la salud, la educación o el turismo.

Un ejemplo de todo lo anterior es la eclosión de los escaparates virtuales, en los cuales se proyectan hologramas de diferentes productos, sin necesidad de tenerlos físicamente en tienda. Como por ejemplo, un coche de determinadas características, que quizá no tienen disponible en un concesionario, pero que el cliente puede ver en 3D.

Y no solo eso: una de las últimas aplicaciones que se ha encontrado a este tipo de tecnología es la recreación realista de animales, sin necesidad de tenerlos cautivos en un zoológico. O la creación de público virtual en un plató de televisión, algo que fue especialmente útil durante la pandemia, en la que no se permitía la asistencia real de personas a los programas de televisión, pero sí su conexión remota.

Estudios virtuales

Los platós virtuales han puesto patas arriba también el sector de la producción de cine y series. Con ellos deja de ser imprescindible desplazarse a distintos lugares del mundo para grabar escenas, sino que todo se puede hacer desde un mismo estudio. En el caso de las producciones audiovisuales, este avance podría rebajar entre 5 y 6 veces el coste de postproducción. Un plató de estas características podría costar desde el medio millón hasta los 6 millones de euros, dependiendo de su tamaño. "Si la industria audiovisual española no invierte hacia este sentido, no podrá ser competitiva a nivel mundial", sentencia Rutllant.

Una de las empresas que tiene un plató con estas características es la catalana Gestmusic. Desde el mes de noviembre, concretamente. En un único plató se pueden mezclar escenarios y objetos generados digitalmente con espacios y personas reales, por ejemplo. "Antes, la producción audiovisual era más lineal. Ahora los procesos se entremezclan. La postproducción puede hacerse mientras se graba", explica el responsable de postproducción de Gestmusic, Miquel García. Y esto tiene un impacto en los costes que puede alcanzar hasta el 50% de ahorro, en casos concretos.

Plataformas estancadas

Tras las esperanzadoras perspectivas económicas del sector, hay un caramelo amargo. Y es que el número de suscriptores de las plataformas para ver series en streaming no deja de disminuir. Esto, por otra parte, no es de extrañar, teniendo en cuenta el crecimiento inusual de nuevos clientes que experimentaron gracias a la pandemia. Los suscriptores caen porque las plataformas "no pueden sostener crecimientos tan grandes". Por lo tanto, no hay previsión de que aumenten en el corto plazo, así que deben encontrar la manera de optimizar sus resultados. Y el uso de esta nueva tecnología holográfica podría ser una de las claves para lograrlo.

Sin embargo, implementar tecnologías que abaraten los costes de producción no será la única baza de las plataformas en su esfuerzo por salvar sus cuentas. Rutllant augura que, en los próximos meses, se verán replanteamientos que comportarán, entre otras cosas, una disminución del catálogo de series. "Tienen que seleccionar mejor sus apuestas", afirma, apostar por la calidad y no por la cantidad. Y también habrá fusiones de plataformas, como la recientemente cerrada entre HBO y Discovery+. "Porque por sí mismas no son sostenibles". En medio de todo este embrollo, el Gobierno español está haciendo una apuesta importante para atraer rodajes internacionales al país.

Crecimiento español

El sector audiovisual y multimedia aportó en 2020 -último año del que hay cifras oficiales- el 0,68% del PIB español. Y, según el estudio Enternainment and media outlook 2022-2026 que realiza la consultora PwC, la industria del entretenimiento crecerá un 5,1%, hasta alcanzar facturaciones de 34.092 millones de euros en 2026. El aumento español es hasta más alto que el mundial, que se prevé que sea del 4,6%.

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Y el catalán es, a su vez, uno de los territorios más destacados del país en materia audiovisual. No es casualidad que el ISE se celebre en Barcelona. El sector facturó 7.077 millones de euros el año pasado, lo que equivale al 2,9% del PIB de la comunidad. Y, en este sentido, el año pasado se inauguró el hub digital, audiovisual y del videojuego, un proyecto que ha copado alrededor de 450 millones de euros y que tiene que estar en funcionamiento para 2030.

Para reforzar este pronóstico de crecimiento en el conjunto del país, el Gobierno ha puesto en marcha el plan de impulso España: hub audiovisual de Europa, que movilizará 1.603 millones de euros a lo largo del periodo 2021-2025. Este presupuesto se destinará, en su mayor parte, a mejorar los instrumentos financieros y fiscales para sufragar proyectos y empresas de producción audiovisual. La máxima aspiración de este plan es culminar con un crecimiento del 30% de la producción audiovisual realizada en España.