SMI

El nuevo salario mínimo de 1.080 sufrirá una retención fiscal de solo 2,8 euros

Un trabajador que cobre el SMI tributará al año en el impuesto sobre la renta entre cero y 41 euros, según la comunidad autónoma

Un camarero, en una terraza de Barcelona.

Un camarero, en una terraza de Barcelona.

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Rosa María Sánchez

La subida del salario mínimo interprofesiona(SMI) hasta 1.080 euros brutos (en 14 pagas) anunciada por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, llegará a alrededor de 2,5 millones de trabajadores de forma casi íntegra, con una retención mensual a cuenta del impuesto sobre la renta (IRPF) de apenas 2,80 euros (39,31 euros en el conjunto del año).

Es decir, los 1.080 euros brutos se transformarán en una nómina neta de 1.077,2 euros, mutiplicada por 14 pagas. Otra cuestión será la liquidación final del impuesto, cuando haya que presentar la declaración de la renta sobre 2023. Eso será ya en 2024, antes del 30 de junio de ese año. Entonces, dependiendo de cada comunidad autónoma, habrá contribuyentes a los que se les devolverá todo o parte de los 39,31 euros retenidos a lo largo de 2023, según los cálculos confeccionados para El Periódico de Catalunya, del grupo prensa Ibérica, por el Registro de Economistas Asesores Fiscales (REAF), del Consejo General de Economistas.

Contribuyente soltero y sin hijos

Los cálculos del REAF se refieren a un contribuyente soltero, de menos de 65 años y sin hijos a cargo. En caso de existir algún hijo, la retención a cuenta será cero: el trabajador percibirá íntegros los 1.080 euros y no tendrá que tributar a Hacienda ni un euro. Por otra parte, la nueva cuantía de 1.080 euros del salario mínimo interprofesional que prevé aprobar el Consejo de Ministros con efectos retroactivos desde el 1 de enero de 2023 ya tiene descontadas las cotizaciones sociales correspondientes a la empresa y al trabajador, según el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.

Primer paso: la retención

El nuevo salario mínimo interprofesional de 1.080 euros al mes se traduce en una cantidad bruta anual de 15.120 euros. Con carácter general, los primeros 15.000 euros de ingresos del trabajo no están sujetos a retención a cuenta del IRPF, pero sí los 120 euros que exceden de esa cantidad. Así, según los cálculos del REAF, las empresas deberán practicar sobre la nómina una retención de 39,31 euros que, si se divide entre 14 pagas, supone un bocado mensual de 2,80 euros. De ahí que los 1.080 euros brutos quedarán convertidos en 1.077,2 euros.

Segundo paso: la declaración

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En el primer semestre de 2024, cuando haya que presentar la declaración de la renta sobre 2023, el mismo SMI bruto de 1.080 euros tributará de forma diferente en cada comunidad, dependiendo del tramo autonómico de la tarifa del IRPF, aunque las diferencias no son abismales. Para unos ingresos brutos anuales de 15.120 euros, el IRPF más caro corresponde a Catalunya, con una cuota íntegra de 41,53 euros. De esta cantidad, el contribuyente deberá restar los 39,31 euros retenidos en 2023. Así, la declaración saldrá a pagar, por una cuantía de 2,22 euros. Este contribuyente catalán, en todo caso, podrá esquivar este pago, ya que, sus ingresos anuales brutos (15.120 euros) están por debajo de los 22.000 euros que determinan la obligación de declarar.

Diferencias entre comunidades

Igual que la declaración de la renta que se presente en 2024 saldrá a pagar para los contribuyentes de Catalunya que perciban este año el SMI (en poco más de dos euros), también será positiva para este mismo tipo de trabajadores de Aragón, Asturias, Baleares, Cantabria, Castilla La Mancha, Extremadura y Murcia. En estas siete comunidades autónomas, la cuota diferencial, oscilará entre unos céntimos y poco más de un euro. Hay otras comunidades en las que si el contribuyente opta por presentar la declaración podrá obtener una devolución de entre 39,31 euros (caso de Valencia) y 90 céntimos (Canarias, Castilla y León y La Rioja), pasando por cantidades intermedias en Andalucía, Galicia o Madrid.