DATOS DE LA EPA

España volvió a superar los tres millones de parados al cierre del 2022

El mercado laboral retiene casi 20,5 millones de ocupados, récord desde 2007, y la estabilidad en el empleo aumenta a máximos históricos

Una persona en su puesto de trabajo.

Una persona en su puesto de trabajo.

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Gabriel Ubieto

El mercado laboral español cierra un 2022 de transición, entre el vigor de la recuperación post covid y el enfriamiento de la economía provocado por la mayor crisis de precios en cuatro décadas. Los diferentes indicadores que recoge la encuesta de población activa (EPA) publicada este jueves por el INE dejan un balance agridulce, positivo en su conjunto pero con señales de alarma en la recta final.

El 2022 terminó con un frenazo en la creación de empleo y un repunte del paroque evitaron que España batiera sus propios récords y dejara atrás del todo los fantasmas de la crisis de la burbuja de hace década y media. Y más allá de las expectativas, la actividad en las empresas sigue al alza, el número de horas trabajadas fue el más alto desde 2019 y la nueva reforma laboral logró un reducción sin precedentes de las cotas de temporalidad.

La tasa de desempleo cerró el cuarto trimestre del pasado ejercicio en el 12,9% (dos décimas más que en el trimestre anterior), dejando la cifra total de desempleados otra vez sobre las tres millones de personas. Un repunte que rebaja los buenos datos que en conjunto deja el balance del ejercicio, en tanto que el 2022 acaba con la menor tasa de paro desde el 2007, antes del estallido de la burbuja. Un dato bueno en inercia, pero malo en términos absolutos, puesto que España sigue siendo el país de la UE con mayor tasa de desempleados. Y el número de hogares donde todos sus miembros está en paro volvió a repuntar a final de año y cierra el 2022 por encima del millón (1,04).

Mismo guion en términos de ocupación, en tanto que esta sufrió un frenazo brusco en la recta final del año y ello evitó que España alcanzara un máximo histórico en cuanto a empleo. En el cuarto trimestre se perdieron 81.800 empleos (frente a los 92.600 ganados en el mismo periodo del 2019), si bien lo acumulado durante el resto del ejercicio permite a España cerrar el año en los 20,5 millones de trabajadores en activo, la mejor cifra -al igual que el paro- desde antes de la crisis de ladrillo.

Pese al frenazo, los indicadores de actividad son positivos y las empresas, se hayan visto o no lastradas por el repunte de costes como el de la energía, mantienen altas cotas de faena. En el cuarto trimestre se trabajaron a la semana un total de 630,2 millones de horas en España, un 2,4% más que en el mismo periodo del año anterior. En este sentido, la carga de trabajo entre las mujeres ha aumentado (+3,9%) más que entre los hombres (+1,2%) en el último año.

El tractor del empleo en la actual fase es eminentemente el sector privado, tras el impulso que el público dio durante los primeros compases de la pandemia. Concretamente, en los 12 últimos meses la ocupación se ha incrementado en 228.200 personas en el sector privado y en 50.700 en el público. Por sectores, las actividades inmobiliarias (+12%), la administración pública (+7,6%) y el transporte (+6,5%) fueron los que más crecieron en el último año.

El tractor del empleo en la actual fase es eminentemente el sector privado, tras el impulso que el público dio durante los primeros compases de la pandemia. Concretamente, en los 12 últimos meses la ocupación se ha incrementado en 228.200 personas en el sector privado y en 50.700 en el público. 

Primer año de la reforma laboral

El 2022 ha sido el año de la guerra de Ucrania, de la falta de suministros para determinados sectores, de la mayor escalada de precios desde los años 80 y también el primero de la nueva reforma laboral, cuyos efectos han dejado clara impronta en las estadísticas. Las cotas de temporalidad se han reducido a mínimos históricos en el sector privado; si bien siguen siendo unas de las más altas de toda Europa.

Y los datos de la EPA demuestran que la proliferación de los fijos discontinuos tan solo explica una parte pequeña de ese aumento de la estabilidad, en tanto que el 95% de los trabajadores con contrato indefinido son fijos 'clásicos'. Y, de momento, el aumento de la ocupación es principalmente a tiempo completo, en tanto que el porcentaje de trabajadores con un contrato a tiempo parcial es inferior al del año pasado. Concretamente el 14,4% de los asalariados tiene un contrato a tiempo parcial, frente al 14,5% del 2021 o el 15,9% de antes del covid.

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La tasa de temporalidad en el sector privado ha pasado del 23,9% registrada a finales del 2021 a un 14,8% en el cuarto trimestre del 2022. Un recorte de nueve puntos, sin ningún precedente en la estadística disponible. Las nuevas reglas de contratación han tenido un efecto muy similar entre hombres y mujeres, si bien la eventualidad entre las segundas sigue siendo dos puntos superior (15,9%) que entre los hombres (13,9%).

Los principales beneficiados de ese descenso de la temporalidad son los jóvenes. Si antes de la reforma más de la mitad (52,5%) de los menores de 30 años tenían un contrato eventual, tras un año de la misma dicho porcentaje ha bajado al 34,9%.