¿Cuánto dinero hay que tener en la cuenta bancaria para evitar sorpresas?

Circula por Internet un meme que afirma que los electrodomésticos y los vehículos huelen las pagas extra. En una economía ajustada, la avería de la lavadora, la subida de la luz o cualquier gasto extra pueden suponer un cataclismo. Más grave es un despido o un divorcio. Por eso, todos los ciudadanos deberían de contar con un colchón de dinero para estos imprevistos. Lo más sensato es depositar ese ahorro en la cuenta corriente, ya que hoy la mayor parte de los pagos se realizan a través de ésta. Además, con la llegada de las compras a través de Internet que van vinculadas o unidas al pago con una tarjeta de débito o de crédito, o disposición inmediata a través del plástico en los cajeros, se hace cada vez más necesaria para los consumidores.

Quizá lo primero es tener claro, comprender y conocer, qué es una cuenta corriente. En la página web de Banco de España , autoridad en la materia, señalan las características de una cuenta corriente:

1. Devolución inmediata del dinero en cuanto lo pides. No obstante, es recomendable avisar con antelación si se va a retirar en efectivo una cantidad importante de dinero, para que la entidad la tenga preparada.

2. El banco se obliga a prestar el servicio de caja, que consiste en recibir los ingresos (nóminas, pensiones, etc.) y hacer los pagos (recibos, cuotas de préstamos, domiciliaciones, etc.) que como titular de la cuenta le ordenes.

3. La remuneración depende de la situación de los tipos de interés y de la política comercial de la entidad.

Más allá de la remuneración, la cuenta corriente es el monedero donde se van ingresando las rentas de los ciudadanos –nóminas- y donde llegan los pagos a los que hacer frente. Es más, a través de la tarjeta de débito podemos acceder al dinero depositado en el banco en cualquier momento.

Otra pregunta que surge versa sobre la seguridad de las mismas. Hay que señalar que el dinero depositado tiene una protección máxima a través del Fondo de Garantía de Depósitos, FGD. El Fondo es un mecanismo existente en las principales economías donde si una entidad bancaria quiebra, el dinero depositado en una entidad bancaria responde -en la zona euro- a cada titular de la cuenta por un importe máximo de 100.000 euros; cifra muy similar a la que tienen otros países o áreas económicas.

Ahora bien, ¿cuánto dinero conviene mantener en la cuenta corriente? La respuesta no es sencilla, y no puede ser generalista, pues habrá que matizar a cada persona. Si acudimos a una respuesta rápida, la misma, la tenemos en la web de finanzasparatodos.es –iniciativa de Banco de España (BdE), Comisión Nacional de Mercados de Valores (CNMV) y Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital-. La recomendación genérica es mantener un saldo que oscila entre los tres y seis meses de los pagos a realizar periódicamente. Por ejemplo, si se percibe un salario de 2.000 euros netos y se tienen unos gastos mensuales de 1.500 euros, la cantidad destinada a este fondo de emergencia debería estar entre los 4.500 y 9.000 euros.

Como señala la Asociación Española de Planificadores Financieros (AEPF), la cantidad de dinero para el colchón debe ser determinada en base a las características de cada uno de nosotros. No es lo mismo ser pensionista que padre con hijos en edad escolar, ni tampoco ser funcionario que emprendedor. Cuestiones como la edad o la situación laboral –autónomos con una variabilidad e inseguridad de sus rentas salariales- deben tener una provisión de dinero diferente. Normalmente, para personas que tienen una recurrencia y llegada periódica de ingresos por rentas, salario principalmente, la cantidad a mantener debería estar sobre los tres o cuatro meses de salario.

En cuanto a aquellos que no tienen esa constancia y seguridad –autónomos- la cifra a mantener es de unos seis o nueve meses de gastos familiares. Es decir, una persona con un salario de unos 2.000 euros al mes, debería conservar en la cuenta corriente entre 4.500 y 12.000 euros (adicionales a los gastos corrientes). La fiabilidad y permanencia de los ingresos, unido al monto de gastos, es fundamental para establecer la cifra.

Por su parte, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) asegura que las cuentas corrientes no son el mejor sitio para mantener nuestros ahorros, ya que prácticamente ninguna entidad las premia con intereses.

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Sin embargo, puntualizan que lo recomendable es tener una reserva de liquidez con la que se pueda hacer frente a imprevistos, como cubrir el coste de una multa o una nueva nevera. Así, una cantidad prudente puede ser el equivalente a tres meses de tu salario, según la OCU. En el ejemplo citado anteriormente serían unos 6.000 euros.

Parece evidente que se debe mantener una cantidad de seguridad en la cuenta corriente para atender los pagos recurrentes, pero debemos tener presente sus gastos e ingresos. Los ingresos suelen ser muy bajos y casi intranscendentes. Sin embargo, los gastos por mantener abierta una cuenta corriente pueden ser elevados.