Inversión cuestionada

Los 4 motivos de controversia del proyecto de Hard Rock en la negociación de los presupuestos catalanes

El complejo de ocio y turístico se ha convertido en un escollo entre los partidos de cara a las cuentas de la Generalitat de 2023

Los campos de golf de Lumine que forman parte del CRT, en Salou.

Los campos de golf de Lumine que forman parte del CRT, en Salou.

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Cristina Buesa

En las últimas semanas, tras el sí a los Presupuestos de los 'comuns', el PSC blande tres proyectos de infraestructuras como condición para avalar las cuentas del Govern. Se trata de la culminación de la B-40, la ampliación del aeropuerto de El Prat y la construcción del complejo turístico de Hard Rock en el Camp de Tarragona. Ninguno de los tres tiene partidas definidas en el proyecto presupuestario catalán del 2023: en los dos primeros casos porque se trata de inversiones del Ministerio de Transportes y, en el tercero, porque de momento el Plan Director Urbanístico (PDU) que debe permitir la inversión de Hard Rock sigue en trámite. Pero, ¿cuáles son los escollos principales que frenan el megaproyecto ubicado junto a Port Aventura?

Los condicionantes ambientales

Ahora mismo, según el Departament de Territori, están pendientes de recibir sendos informes de las 'conselleries' de Acció Climàtica, Alimentació i Agenda Rural y de la de Empresa i Treball. En el primer caso, el más peliagudo, es preciso el aval de la autoridad ambiental al PDU, algo que no se había dado en el informe preliminar, admiten desde Govern. El 'conseller' de Territori, Juli Fernàndez, ha asegurado en diversas ocasiones que los trámites siguen su curso normal, pendientes de los informes favorables del resto de departamentos, pero la proximidad de los comicios municipales podría estar ralentizando la toma de decisiones. Precisamente esos cálculos electorales habrían llevado al Ayuntamiento de Salou a denunciar la paralización del proyecto y responsabilizar al Govern de la supuesta marcha atrás de los inversores, algo que niegan desde el Ejecutivo. "Si tira adelante el megacomplejo se afectará la única zona ambientalmente protegida que queda en medio de un mar de cemento y se perderían estos espacios de la biodiversidad", lamenta el portavoz de Aturem Hard Rock, Eloi Redón.

La venta de terrenos a CriteriaCaixa

Tanto la plataforma Aturem Hard Rock, como los 'comuns' o la CUP, consideran que el gran beneficiado de la operación urbanística es CriteriaCaixa, el hólding de la Fundació La Caixa propietaria de los terrenos anexos a Port Aventura. Sin embargo, una de las frases más repetidas en las últimas legislaturas, tanto por parte del 'president' Quim Torra como del actual, Pere Aragonès, es que no se desembolsaría "ni un euro público" en el complejo. Sin embargo, los detractores afean al Govern que el PDU del Centre Recreatiu i Turístic (CRT) de Vila-seca y Salou (Tarragonès) ha servido para recalificar un suelo que la entidad no había aprovechado durante lustros y que ahora les reportará 120 millones de euros. La fórmula, insisten desde Govern, es la misma que se ideó en su momento. El Incasòl, la empresa pública que depende de Territori y gestiona suelo, tiene una opción de compra activa, que aún no ha ejercido. Está prevista una compraventa unificada, es decir, que el mismo día que se adquieran los terrenos junto a Lumine se venderán a Hard Rock por el mismo precio. El portavoz de En Comú Podem en el Parlament, David Cid, opina que la empresa norteamericana no está en una situación económica demasiado holgada y que la operación pende de un hilo.

El incremento de las ludopatías

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En las próximas semanas, la plataforma Aturem Hard Rock tiene previsto reclamar a la Conselleria d'Economia i Hisenda que revoque la licencia de casino otorgada en su día a Hard Rock Entertainment, que ganaron tras presentarse a un concurso público. Su portavoz revela que lo harán de la mano de una asociación de afectados por ludopatías porque como entidad ambientalista (originariamente son Jepec) no se les considera parte implicada. El diputado Cid, que lleva años censurando el proyecto desde el Parlament, asegura que el complejo lúdico, con 1.200 máquinas, "será el más grande de Europa aunque en su día dijeran que lo habían ajustado". Con estas palabras se refiere al redimensionamiento del plan urbanístico que se hizo en 2016 y que sirvió para que ERC avalara la construcción del complejo. Junts, PSC, PP y Ciutadans siempre han estado a favor por la generación de puestos de trabajo que reportaría.

El modelo económico

De hecho, tanto los condicionantes ambientales como la recalificación de los terrenos a través del PDU o la alerta por el aumento de los adictos al juego genera posicionamientos opuestos entre partidos básicamente porque se enfrentan modelos económicos y sociales distintos. El Govern -Junts y ERC, gobernando en coalición o en solitario- ve en la instalación de Hard Rock una inyección en el PIB del Camp de Tarragona, ya sea por la creación de ocupación como por la diversificación del turismo, ya que en este espacio está previsto acoger ferias y convenciones. "El turismo de masas no nos aporta riqueza y los datos nos lo demuestran", rebate Redón, que considera que a pesar de que Salou es uno de los municipios más visitados, esto no revierte en las clases más desfavorecidas.