OPINIÓN

Mirar cien años atrás para no desesperar

Europa sufría las consecuencias de la Gran Guerra. EEUU iniciaba sus felices años veinte y en España, Miguel Primo de Rivera ejecutaba un golpe de Estado

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’Madrid hace un siglo: Archivo ABC’

’Madrid hace un siglo: Archivo ABC’ / ARCHIVO

1923. En Rusia, Josef Stalin y Leon Trotsky empezaron su pugna dentro del nuevo régimen soviético para ver quién sustituiría a un moribundo Vladimir Lenin. En Alemania, la república de Weimar sufrió las embestidas de una inflación que llegó al 30.000% en otoño de aquel año. Mientras tanto, un tal Adolf Hitler era encarcelado en noviembre tras intentar un golpe de Estado, putsch, en Múnich. Francia y Bélgica ocupan la región industrial y minera del Ruhr alemán como prenda por la falta de pago de las deudas y de las sanciones de la primera guerra mundial. En Fürth (Baviera) nacía el 27 de mayo Henry Kissinger, futuro hacedor de la política exterior estadounidense durante la guerra fría. Aún vive. Benito Mussolini empezaba a desarrollar su dictadura fascista en Italia. Viena estaba sumida en la anarquía y al borde de la guerra civil. Sigmund Freud publica en esa ciudad El yo y el ello iniciándose la era del psicoanálisis. En París fallece Gustave Eiffel.

Reino Unido se recuperaba de la postguerra e iniciaba una acelerada recuperación económica. El economista John M. Keynes publicaba sus teorías y Winston Churchill era nombrado canciller del Exchequer, cargo que ocuparía hasta 1929. En Londres, los filósofos Bertrand Russell y Ludwig Wittgenstein ya eran dos celebridades del pensamiento.

En Turquía, Kemal Ataturk asume la presidencia de los despojos del imperio Otomano, parte de cuyos territorios en Oriente Medio quedan en manos de Francia y Reino Unido.

En un México aún sumido en su largo periodo revolucionario muere asesinado Pancho Villa. Argentina, bajo la presidencia de Marcelo T. de Alvear era uno de los países más prósperos y con mayor futuro del planeta y seguía siendo polo de atracción de migrantes procedentes de Europa. En China, el Kuomintang intentaba controlar y ordenar el país bajo el liderazgo parcial de Sun Yat-Sen; el partido comunista ya acechaba. El gran terremoto de Kanto, 150.000 muertos, devasta Japón.

En agosto de 1923 fallece el presidente de los EEUU, William Harding, de un infarto. Le sucede John Coolidge. Empiezan los felices años veinte en el que ya es el país más poderoso del planeta. Al Capone manda en Chicago. Walt Disney funda sus estudios y la revista Time lanza su primer número el 3 de marzo. Charles Chaplin, Charlot, ya es una celebridad. El 2 de diciembre nace María Callas en Nueva York.

En el extremo occidental del continente europeo, un país que había salido indemne de las matanzas de la primera guerra mundial, incluso aprovechándose económicamente de ella, vive una de sus habituales crisis institucionales. El régimen de la restauración, bajo la monarquía de Alfonso XIII, vive sus últimos estertores. Las consecuencias del desastre del Annual y la guerra en el norte de África siguen pasando factura. El bandolerismo anarquista campaba en las principales ciudades. El primer ministro Eduardo Dato había sido asesinado en 1921. El 13 de septiembre de 1923, el Rey apoyó el golpe de Estado de Miguel Primo de Rivera que puso final al debatido y discutible gobierno del liberal Manuel García Prieto. Empezaba una dictadura que miraba atentamente el régimen fascista italiano.

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¿Había incertidumbres en el planeta Tierra hace cien años? Basta esta breve selección de ejemplos. Claro que en 1923 no había redes sociales ni teléfonos móviles ni la capacidad de poder estar (des) informado segundo a segundo. La mortalidad infantil situaba la esperanza de vida incluso en Occidente levemente por encima de los cuarenta años. Solo unos privilegiados llegaban a ancianos. Y solo unos privilegiados en Europa, supervivientes de la gran guerra, podían permitirse el lujo y el ocio.

¿Incertidumbres para el año que empieza este domingo? Las que usted quiera y desee. El devenir de la guerra en Ucrania es un misterio, como también lo es la constante presión y amenaza que China realiza sobre Taiwán, que podría originar, caso de invasión, un futuro mundial desolador. La Unión Europea vivirá pendiente del control de la inflación y de cómo la guerra siga afectando a los recursos energéticos. En el segundo semestre del año, España asumirá la presidencia de la UE. El año, en nuestro país, estará marcado por las citas electorales (autonómicas, locales y generales) en medio de velos rasgados sobre crisis del marco institucional y la sensación de que el Gobierno es capaz de generar ayudas y subvenciones infinitas. Por comparar, que no quede. Le deseo un feliz y mejor 2023.