Gana la lechuga, pierde la carne

No sé si el Gobierno tiene algo contra el pollo o la ternera, el salmón o la merluza, pero ha optado por beneficiar más a productos que considera mucho más básicos, como el pan, los huevos, el queso, la leche, las frutas, las verduras, las legumbres o los cereales, a los que exime del IVA del 4% al que están gravados o las pastas alimenticias y los aceites, que en vez del 10% tributarán al 5%. Está claro que lo que se busca es que el coste de las ayudas sea el menor posible. El efecto se refleja en una cesta de la compra semanal elaborada por este diario para una familia de cuatro: de 122,84 euros a 119,35, un ahorro de unos 3,5 euros semanales.

Todo ello durará hasta el 30 de junio o el momento en el que la tasa anual de inflación subyacente (la que excluye los elementos más volátiles como la energía y los alimentos no elaborados) baje del 5,5%. En diciembre esta ha escalado hasta ni más ni menos que el 6,9%, lo que revela el empuje alcista especialmente de los alimentos y la necesidad de actuar para frenar esa escalada.

Se entiende que el Ejecutivo quiera que no se desboque el gasto y que las medidas no sean como las de aquel inversor adinerado que dispara a todo lo que se mueve ('spray and pray', lo llaman los especialistas) sino selectivas y quirúrgicas.

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La parte del paquete anticrisis para abaratar la cesta de la compra se calcula que supondrá unos 1.800 millones, 661 por el IVA y 1.200 por el cheque de 200 euros para ayudar a las familias vulnerables, que esperemos que funcione mejor que el otro pago aprobado en junio, que solo han recibido la cuarta parte de los hogares previstos. Lo cierto es que la recaudación, fruto de la actividad y, en buena parte, de no adecuar las tarifas a una inflación elevada (un efecto del que se han beneficiado gobiernos de todos los colores), crece a dos dígitos.

Hasta el pasado 31 de octubre, el Estado recaudó 180.796 millones, 31.905 millones más que en el mismo periodo de 2021, casi como el presupuesto de la Generalitat. Eso da más que para abaratar la verdura.