Hipra, el secreto que catapultó a la familia Nogareda por la pandemia

Hasta hace poco más de dos años, la farmacéutica catalana Hipra era una empresa totalmente especializada en salud animal y, por lo tanto, todavía desconocida fuera de este sector. La irrupción de la pandemia catapultó a Hipra dentro del escaparate nacional e internacional, gracias a su apuesta por la salud humana con el proyecto más ambicioso de toda su historia: la producción de una vacuna contra el covid-19. Para entender los motivos de este salto estratégico y quiénes son sus precursores, es necesario conocer la historia que hay detrás de la empresa, propiedad de la familia Nogareda, que siempre se ha caracterizado por la discreción y se ha mostrado alejada de los focos de los medios de comunicación, incluso en los últimos meses, cuando Hipra está en boca de todos por ser la primera empresa española que está a punto de aprobar una vacuna contra el covid-19.

 

Para comenzar, si nos remontamos exactamente al inicio; los laboratorios no se originaron en Catalunya, sino que se crearon en Madrid en 1954. Hipra es el acrónimo de los apellidos Hidalgo y Prado, veterinarios fundadores de la empresa. Veinte años más tarde, en 1971, el químico, farmacéutico y veterinario Joan Nogareda Gifre, natural de la comarca gerundense de la Garrotxa, adquirió la farmacéutica y trasladó su sede a Amer (Girona). De esta forma, refundó la farmacéutica pero mantuvo su nombre original. Joan Nogareda ya tenía una amplia experiencia en el mundo de la veterinaria porque, junto a su hermano Ernest, se habían forjado en los Laboratorios Sobrino, en Vall de Bianya y Olot, donde producían suero contra la peste porcina, además de vacunas.

 

A lo largo de los 90, Hipra se iba consolidando como farmacéutica biotecnológica enfocada en la salud animal. En la misma década, Joan Nogareda Gifre pasó el relevo de la empresa a sus hijos: David Nogareda Estivill, que es su actual presidente y su hermana, Maria del Mar, que es la vicepresidenta ejecutiva. También está el tercer hermano, Arnau, que forma parte del consejo de administración. Los tres actúan a través de tres sociedades: Clau de Safir, S.L, en el caso de David; Clau de Robi, S.L, en el caso de Maria del Mar; y Clau d’Atzabeja S.L., en el caso de Arnau. Su padre y fundador es el presidente honorífico.

 

Coincidiendo con el cambio generacional, la empresa empezó a plantearse un cambio de rumbo. Y es que, a finales de los años 90, apuestan por la internacionalización y abren la primera filial en Uruguay en 1997. De hecho, una de las claves de éxito según afirman fuentes de Hipra es el inconformismo y la apuesta clara por arriesgarse e innovar. En poco más de dos décadas, han abierto filiales comerciales en 40 países, 3 centros de investigación y 6 plantas de producción estratégicamente ubicados en España, como punto central de Europa y Brasil, como punto de América. Su extensa red de distribución cubre los cinco continentes.

 

Cambio de estrategia

Otra fecha determinante fue en 2009, cuando cambiaron de estrategia hacia la prevención, con el desarrollo de vacunas. El director de la división de salud humana, Carles Fàbrega, matiza que el principal motivo es que "no podíamos ser competitivos en todo", porque los medicamentos representan un porcentaje muy elevado del mercado, en comparación con las vacunas. Así que decidieron especializarse. "Fue una decisión complicada de tomar porque significaba renunciar a casi el 75% del mercado de salud animal, como por ejemplo antibióticos y antiparasitarios, entre otros. Pero apostamos por desarrollar vacunas con la determinación de que realmente fueran innovadoras". El resultado, una década después, es que Hipra tiene más de un centenar de vacunas comercializadas en más de cien países y una cincuentena en fase de investigación.

 

Esta visión estratégica se alinea con la presión para limitar el uso de antibióticos, una tendencia especialmente clara en Europa. Como ilustración de este cambio, en salud animal, el mercado total ha crecido en los últimos años entre un 3-5% anual, mientras que el de los biológicos, focalizado en las vacunas, lo ha aumentado entre un 5-8% anual. Como consecuencia, la venta de biológicos en el mercado de salud animal mundial pasó del 26% en 2015 al 29% en 2021. En Hipra, las ventas en vacunas han pasado del 65% en 2014 al 88% en 2021.

 

Además, en el mercado de salud animal, Hipra ha lanzado al mercado 22 nuevas vacunas en los últimos 10 años y aseguran que se trata de la única compañía especializada que ha alcanzado esa cifra. El mercado mundial de salud animal cuenta con dos grandes segmentos diferenciados: el mercado de animales de producción y el de animales de compañía. Todavía existen grandes diferencias entre países, pero el mercado de animales de producción supone un 54% del total y el de animales de compañía un 46%, aunque este segmento está creciendo más rápidamente. Hipra ha estado históricamente enfocada en el de animales de producción (el 97% de las ventas de 2021).

 

Apuesta por la salud humana

Fàbrega, que entró a trabajar en la empresa hace unos veinte años, coincidiendo con la expansión global, explica que otro punto clave es la determinación para tomar decisiones y confiar en el equipo. Por eso también se han arriesgado a realizar el gran cambio hacia la salud humana, con la vacuna del covid-19 como prioridad. De hecho, la última fecha determinante es el 2020, año en el que colaboraron con el departament de Salut en el análisis de PCR y afrontaron el nuevo reto de desarrollar una vacuna contra el coronavirus. «Si no hubiéramos tenido la experiencia en vacunas de salud animal, no habríamos podido dar ese salto a la división humana; y éste es nuestro aval: somos una de las empresas que trabajamos con más patógenos, que afectan a los animales, pero también a las personas», concreta y añade que Hipra ya tiene experiencia con vacunas de otros coronavirus.

 

La apuesta por la salud humana se consolidó el pasado año, cuando se creó la nueva División de Salud Humana para desarrollar nuevos productos innovadores. Ese mismo año se adquirió GoodGut, una empresa emergente biotecnológica de Girona dedicada a la investigación y el desarrollo de pruebas diagnósticas para enfermedades digestivas.

 

Una de las ventajas de la empresa es que tienen capacidad para desarrollar todas las fases de los productos, desde la investigación hasta el envasado, sin necesidad de subcontrataciones. A lo largo de todos estos años nunca se han fusionado con ninguna otra empresa y la expansión internacional se ha acelerado a lo largo de la última década. Así, en 2009 las exportaciones representaban el 56% del total de las ventas de Hipra, mientras que este porcentaje ha subido hasta el 78% a cierre de 2021. El acceso a nuevos mercados ha aumentado el potencial de venta y ha contribuido a una mejor diversificación del riesgo de negocio. Entre los principales mercados geográficos cabe destacar: España, China, Rusia, Turquía, Francia, Filipinas, Vietnam, Polonia, Brasil e Italia.

 

También destacan la apuesta por el equipo de investigadores (I+D) y tienen uno de los porcentajes de trabajadores más elevados destinados a la investigación. De los 2.500 trabajadores que existen actualmente en todas las sucursales, hay 400 implicados en el I+D. De hecho, el número de profesionales se ha triplicado en una década. «En el 2011 éramos 800 trabajadores y, en el 2002, 300», afirma. En términos absolutos, cuando finalizó en 2021, Hipra contaba con un total de 2.309 trabajadores, con plena equidad entre hombres y mujeres, mientras que en 2020 fueron 2.000. El país que contaba con más trabajadores era España, con un 64% del total (1.479), seguido de Brasil (140), Filipinas (53), China (51) y Tailandia (50), entre otros muchos. Los que menos tenían eran Uruguay y Marruecos, con dos cada uno. Respecto a la clasificación por el tipo de cargo, había 31 directores, 389 cargos intermedios, 1.283 técnicos, 125 administrativos y 481 operarios. Respecto al año anterior, el crecimiento más acentuado se realizó en el número de técnicos, con 227 profesionales más.

 

Por último, respecto al salario bruto anual, según expone el balance no financiero del año pasado, la media en hombres el pasado año fue de 30.825 euros y, en mujeres, de 28.739. En el primer caso bajó 595 euros en un año y, en el segundo, aumentó 168. En cuanto a las categorías laborales en los altos cargos, la brecha salarial es más acentuada. En los directivos es un 5% y en los cargos intermedios, un 15%. Por el contrario, en categorías inferiores, las mujeres cobran bastante más de media que los hombres. La diferencia más clara se produce en los administrativos, puesto que las mujeres cobran un 40% más de media.

 

Este crecimiento también ha repercutido en el balance económico, ya que el pasado año acabó el año con una facturación de 281 millones de euros, un 11% más que el año anterior.

 

En cuanto al aumento de la plantilla, Fàbrega puntualiza que "es muy bueno para el territorio y, a la larga, se ha ido creando un equipo humano que ha sabido mantener la esencia del inicio". Tiene que ver otro valor de la empresa y es que es familiar y tiene una visión e identidad muy "marcada" y cercana con un equipo consolidado.

 

Discreción absoluta

A lo largo de décadas, la familia Nogareda ha conseguido situar a la farmacéutica en el primer nivel de innovación tecnológica, gracias a los valores que han ido promoviendo en el equipo, basados en el inconformismo y la ambición, sin olvidar, también la marcada discreción. De hecho, se trata de una de las familias más ricas de España, puesto que anualmente aparecen en todos los rankings, pero también se sitúa entre las más reservadas. Normalmente, las caras más visibles y expuestas en los medios son las del director general de Salud Humana, Carles Fàbrega; la directora de I+D y Registros, Èlia Torroella, y el vicepresidente ejecutivo, Carlos Montañés. Es difícil encontrar imágenes de los propietarios que se hayan hecho públicas, excepto las que se hicieron en abril del año pasado, cuando el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, visitó su sede en Amer, y que meses más tarde se repitieron con su homólogo catalán, Pere Aragonès, o el jefe de la oposición de Catalunya, Salvador Illa.

 

En todas estas ocasiones, las imágenes del interior de la fábrica se han difundido desde Hipra, que mantiene unas directrices de privacidad estrictas, ya que no permite la entrada de la mayoría de medios de comunicación para tomar imágenes o vídeos, con pocas excepciones. Fuentes de la empresa aseguran que se trata de una política habitual en el sector, a fin de evitar posibles filtraciones que podrían ser muy perjudiciales para sus líneas productivas. A primera vista no se ve, aseguran, pero una simple etiqueta o un código numérico dan mucha más información de lo que parece, y no pasa desapercibida para los más expertos en la materia. De la misma forma, los trabajadores firman un contrato de confidencialidad para proteger la información de la empresa y, en definitiva, salvaguardar los secretos de patentes que les ha llevado a producir cientos de vacunas.

 

Fuentes de Hipra, también matizan que durante muchos años, el nombre de la empresa sólo aparecía en medios especializados en veterinaria y, poco a poco, se intenta abrir hacia el público más general, tal y como requiere la ocasión. De hecho, recientemente se abrió una pequeña brecha cuando la vicepresidenta ejecutiva de Hipra, Maria del Mar Nogareda, recogió el premio de Honor del Diari de Girona 2022, en la primera edición de los galardones. En su discurso de agradecimiento, hizo un repaso a la trayectoria de la farmacéutica y recordó los hechos clave que han determinado la apuesta clara hacia la salud humana.

 

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