BANCA

Goldman Sachs anuncia por sorpresa que tiene más de un 7% de BBVA y Santander

La participación del gigante financiero estadounidense, tomada en nombre de otros inversores, lo sitúa como primer accionista de ambos bancos y vale en Bolsa más de 6.000 millones de euros

 Logos de Santander y BBVA

 Logos de Santander y BBVA

3
Se lee en minutos

Goldman Sachs se ha convertido en el primer accionista tanto de Banco Santander como de BBVA con una posición de más del 7% del capital de ambas entidades, según ha notificado la propia entidad financiera a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). El gigante financiero estadounidense realizó estos movimientos el pasado 2 de diciembre, según se refleja en los documentos del regulador, pero no ha sido hasta este lunes cuando se ha hecho público por sorpresa, tras el aviso preceptivo a la CNMV. El valor bursátil de la participación en ambas entidades supera los 6.000 millones de euros. El grueso de ambas participaciones se articula a través de derivados financieros.

El movimiento de Goldman ha causado una gran sorpresa en el sector financiero, donde se especuló sobre si Goldman había tomado estas participaciones a título del propio banco estadounidense o era un movimiento realizado para otros inversores. Según fuentes del mercado, ambas participaciones responden a la denominada operativa de clientes, es decir, a la toma de posiciones en nombre de algún inversor particular pero sobre todo de fondos de inversión. Esta operativa, realizada en las mesas de trading internacionales, tiene la particularidad de que en unos días puede diluirse en función de los objetivos de los inversores o mantenerse en el tiempo. Las fuentes consultadas subrayan también que las participaciones, al haberse hecho a través de derivados financieros, no dan opción a pedir la entrada en los consejos de administración de BBVA y Santander.

En el caso de Santander, la entidad de EEUU ha aflorado por primera vez en el capital del banco con una participación del 7,465%, lo que supone unos 1.200 millones de acciones con un valor total de 3.485 millones de euros, según la cotización actual de Santander. El 7,198% de las acciones se articulan a través de instrumentos financieros, incluyendo opciones, futuros y swaps, mientras que el resto, un 0,297%, es a través de derechos de voto. Goldman Sachs se sitúa así, aunque pueda ser de forma momentánea, por delante del resto de inversores significativos de Santander, como son BlackRock (5,426%), Dodge & Cox (3,038%) o Norges Bank (3,006%).

Con respecto a BBVA, el banco estadounidense ya entró en el capital de la entidad a mediados de abril, cuando llegó a controlar el 5,9% del capital, principalmente a través de instrumentos financieros, si bien redujo rápidamente la posición hasta el 0,760%. Desde entonces, se había mantenido en ese nivel, hasta ahora, que ha notificado una participación del 7,409%, valorada en 2.455 millones de euros, teniendo en cuenta el precio al que cotiza actualmente la entidad en Bolsa. Se convierte en el primer accionista de BBVA por delante, aunque también pueda ser de forma momentánea, de BlackRock, que posee un 5,917% del capital social del banco.

Noticias relacionadas

Al igual que en el caso de Santander, Goldman Sachs controla el 6,871% del capital de BBVA a través de derivados, mientras que el 0,592% restante es a través de derechos de votos.

En el sector financiero también se destaca que la llamativa posición de Goldman en BBVA y Santander responde entre otros factores al creciente interés de los inversores internacionales por tomar posiciones en la banca española en bolsa que, en opinión de los expertos, está claramente infravalorada a los precios actuales, que no reflejan su potencial, sobre todo tras los procesos de ajuste y saneamientos llevados a cabo. También es llamativo porque coincide en el tiempo con la polémica desatada tras la aprobación del impuesto a la banca por parte del Gobierno, con el objetivo de recaudar 3.000 millones. Tanto la patronal del sector, la AEB, como las propias entidades, han criticado con dureza dicha medida, que aseguran afectará no solo al negocio financiero, sino también golpeará el crecimiento económico español y la creación de empleo.