Crisis en las 'Big Tech'

Amazon mantiene sus previsiones de contratación en España pese al recorte en EEUU

La multinacional retrasa sus planes de apertura y centros como el de Figueras no llegarán a abrir este 2022

Centro logístico de Amazon en El Prat de Llobregat.

Centro logístico de Amazon en El Prat de Llobregat.

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Gabriel Ubieto

Amazon mantiene sus previsiones de contratación para este año y a medio plazo en España, pese al anuncio de 10.000 despidos a nivel mundial. Una sensación de calma tensa reina entre los trabajadores de los centros españoles, pues desde la dirección se mantiene un hermetismo total sobre si ese proceso de reestructuración mundial salpicará a los empleados de las líneas como las de El Prat de Llobregat o San Fernando de Henares, según trasladan varias fuentes sindicales consultadas. Desde la compañía, a preguntas de EL PERIÓDICO, del grupo Prensa Ibérica, no dan información al respecto e insisten en que el calendario de contrataciones hasta el 2025 se mantiene y Amazon incorporará en toda España a un total de 5.000 empleados más. 

Este Black Friday el tráfico de camiones y furgonetas desde y hacia los almacenes de Amazon en toda España ha sido intenso, pero menos de lo que la compañía esperaba después del pico de ventas que experimentó durante la pandemia. Un total de 20.000 empleados operan en más de 30 centros logísticos que tiene distribuida la firma de Jeff Bezos en España. Los dos territorios que copan más almacenes son Madrid y Catalunya, con 10 cada uno. 

En este último territorio la multinacional proyectaba apoyar su estrategia de expansión, dada su ubicación estratégica cerca de la frontera francesa y del mar, con la apertura de nuevos centros, especialmente almacenes de tamaño mediano y más enfocados a la última milla. No obstante, entre la menor consolidación de los hábitos de compra ‘on line’ aupados durante la pandemia y la subida de tipos desde los bancos centrales -con el consecuente encarecimiento del dinero para financiar esa expansión- han frenado esos planes de crecimiento. Amazon ha bajado una marcha y, por ejemplo, el macro centro de 85.000 metros cuadrados de Far d’Empordà (Alt Empordà) no alcanzará a abrir este 2022, tal como la compañía anunció inicialmente.   

Los recortes se ceban entre los ‘cuellos blancos’

Pese a que el crecimiento de la multinacional irá más lento de lo que esta esperaba en España, la dirección mantiene el discurso de que en 2025 Amazon tendrá 25.000 empleados en el país, 5.000 más que ahora. Aunque entre 2022 y 2025 pueden pasar muchas cosas y a corto plazo lo que preocupa a las plantillas de almacén es si ese recorte de 10.000 trabajadores tendrá repercusiones. El próximo 21 de enero la dirección europea y los sindicatos mantendrán en Dublín una reunión donde saldrá el tema y es en la misma donde Amazon podría despejar dudas. 

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Las primeras informaciones sobre la reestructuración de 10.000 empleos ubicaban el recorte en Estados Unidos, concretamente en la división encargada de desarrollar el aparato de domótica Alexa. Una tecnología disruptiva que perseguía ubicar uno de dichos productos en cada uno de los hogares de todo el mundo y que ha tenido una proliferación menor de la deseada por sus diseñadores y comerciales. Según Bussiness Insider, la división encargada de Alexa está previsto que cierre el ejercicio con 10.000 millones de euros de pérdidas. Es decir, los recortes presuntamente se concentrarán entre los trabajadores de ‘cuello blanco’ y sortearán los de ‘cuello azul’, según apuntan las fuentes sindicales consultadas. 

Los despidos en Estados Unidos y el frenazo en España también afectarán a trabajadores dentro del perímetro de Amazon, pero que formalmente no están empleados por el mismo. Es el caso de los repartidores, un eslabón clave en la cadena de negocio y que gran parte del mismo no lo asume directamente la multinacional. Esta ha favorecido la creación de múltiples empresas satélites y trabajadores autónomos que son las encargados de llevar los paquetes del almacén a los domicilios y que por ello cobran un dinero de Amazon. Unas prácticas censuradas por la Inspección de Trabajo pero que todavía están pendientes de juicio y sobre las que sigue dependiendo la compañía para su reparto. En Catalunya, ha impuesto en los dos últimos años sanciones por valor de 7 millones de euros a Amazon y a 21 empresas subcontratadas por cesión ilegal de trabajadores.