Renovables

Soof, una app para instalar en casa la mejor placa solar

La plataforma asesora de forma gratuita a clientes que quieran pasar al autoconsumo renovable

Ricard Canal, uno de los fundadores de la empresa catalana Soof

Ricard Canal, uno de los fundadores de la empresa catalana Soof / Ricard Cugat

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Todo empezó a bordo de un avión y gracias a observar desde lo alto miles de tejados sin placas solares. Les costó cerca de dos años dar con una solución que pudiera reducir esa situación, pero ahora, Soof acaba de cumplir sus primeros doce meses de vida y va camino del millón de euros en instalaciones fotovoltaicas gestionadas a través de sus servicios. Se trata de una especie de asesoría para ayudar, a personas o empresas que quieran pasarse al autoconsumo solar, a comparar y elegir a quien se encargue del proyecto, pero pronto ampliarán sus servicios para poder asistir también en cuestiones como cuál es la mejor forma de financiar la instalación o cuál es el mejor proveedor para obtener cualquier otro servicio complementario. A la larga, su idea es abrirse a casi cualquier energía renovable y concentrarlo todo en un portal digital. "El cliente lo tendrá todo en una plataforma: queremos cubrir todo su perfil sostenible", sintetiza uno de sus fundadores, Ricard Canal.

De momento, él y su socio, Pablo Marín, trabajan en perfeccionar la primera fase. Su propuesta parte de la premisa de que el proceso previo a contratar un proyecto es lento y complejo (tecnicismos, burocracia, comparar presupuestos…), y que la ingeniería que puede hacerlos pierde mucho tiempo elaborando presupuestos gratuitos que no van a ninguna parte.

Repararon en ello tras muchos meses de investigación de mercado motivados por la casualidad: Marín, analista financiero muy metido en el mundo de las renovables, había descubierto el universo emprendedor cuando su carrera le llevó a trabajar con ‘start-ups’. Canal, por entonces consultor, se había introducido al sector energético de la mano de uno de sus clientes. A él, que el interés por el emprendimiento le venía casi de serie, no le costó mucho sumarse a la propuesta de Marín de montar algo juntos. Acordaron marcarse un horario y dedicar ese tiempo a analizar el sector. Dos años después, fundaban Soof.

"Nosotros lo que hacemos es centralizar todas las tareas que un usuario tiene que llevar a cabo para tener una instalación solar fotovoltaica", presenta este emprendedor. "En vez de que tenga que ir el cliente a pedir presupuestos a diferentes ingenierías, viene a nosotros, que le pediremos cierta información (sus intereses, sus hábitos de consumo y sus necesidades, por ejemplo) y le gestionaremos tres presupuestos de tres ingenierías diferentes que puedan cubrir estas necesidades", completa Canal.

Estas ingenierías (algo más de 30 hasta la fecha) están todas acreditadas por Soof y cubren prácticamente todo el país y casi cualquier tipo de instalación y público. "Una vez tienes estos presupuestos pasamos a la segunda fase, que es que el cliente los entienda: le concertamos una reunión de media hora con un asesor que sencillamente le explica qué es cada presupuesto, nunca cuál es mejor", agrega, aprovechando para sacar pecho de uno de sus elementos diferenciales: "Somos el único actor del mercado que no te está intentando vender nada".

Servicio gratis

De hecho, su modelo de negocio es que la ingeniería les pague por cada cliente que le consigan. O, cuando abran esta línea de negocio, que lo haga un banco o un prestamista. "Queremos incentivar las instalaciones, si le añadimos un coste aún se harán menos: lo que hacemos es darle un servicio gratis al usuario y cobrarle a la ingeniería por el negocio que le estamos generando", se explica el empresario.

Además, son conscientes de que cuantas más áreas cubran, más posibilidades tienen de ampliar la lista de proveedores dispuestos a pagar por esta intermediación. Y la plataforma digital que lo concentre todo será un elemento clave para conseguirlo.

La empresa cumple un año de vida y acumula más de 750.000 euros en instalaciones gestionadas

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"Hemos hecho lo contrario a lo que hace una ‘start-up’ normal: no hemos creado un mega producto y luego mirado si al mercado le gusta, hemos transaccionado más de 750.000 euros y entonces hemos descubierto lo que tenemos que digitalizar, porque nos lo dice el cliente", concluye Canal. 

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