Opinión

50 años de Porcelanosa

Nuestra empresa local más internacional es un magnífico ejemplo de adaptación a los cambios

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Imagen de las instalaciones de Porcelanosa.

Imagen de las instalaciones de Porcelanosa. / El Periódico Mediterráneo

El científico Charles Darwin dejó dicha hace ya siglo y medio una frase que hoy, en pleno siglo XXI, sigue más vigente que nunca: «No sobrevive ni el más fuerte ni el más inteligente, sino el que mejor se adapta a los cambios».

Celebramos ahora 50 años de un magnífico ejemplo de adaptación a los cambios. Cambios, además, que se han producido --a diferencia de la evolución de las especies a la que aludía Darwin-- a un ritmo vertiginoso. En especial los últimos 15-20 años, en los que hemos vivido una revolución científica y tecnológica. Tanto es así, que me atrevería a decir que hoy es el fuerte e inteligente el que se adapta a los cambios. La familia Porcelanosa, con la que tuve el honor de compartir la semana pasada momentos emotivos junto a sus empleados, es un claro ejemplo de esa fortaleza y de esa inteligencia.

Nuestra empresa local más internacional nació de esa capacidad de adaptarse a los cambios y de las inteligencias del extraordinario equipo que formaron nuestros hijos predilectos de Vila-real José SorianoManuel Colonques y Héctor Colonques, junto a todas las personas que, desde el principio, empujaron y trabajaron para que hoy Porcelanosa Grupo sea lo que es. Vila-real, nuestra comarca, nuestra provincia, jamás serían lo mismo sin Porcelanosa.

No podemos olvidar lo que Porcelanosa ha supuesto en estos 50 años. Miles de familias --entre ellas, yo mismo, aunque poco tiempo pasé por allí-- que han creado su proyecto de vida en torno a las empresas del grupo, tanto de Vila-real como de nuestros pueblos y ciudades vecinas o de aquellos municipios de España u otros países que han sido siempre acogidos como uno más. También debemos recordar lo que supone Porcelanosa para la industria, la Comunitat Valenciana y para la marca España.

Pero, sobre todo, lo que ha supuesto y supone de manera directa para la ciudad de Vila-real: el 10% de lo que ingresamos en IBI en un año y el 50% de la recaudación por IAE proceden de la empresas del grupo --un 10% aproximadamente de nuestro presupuesto--; cerca de 5.000 puestos de trabajo en una ciudad con 20.000 personas de alta en la Seguridad Social; el 20% de todo nuestro suelo industrial, con 1,7 millones de m2 que equivaldrían a 84 estadios de la Cerámica… Además del impacto indirecto en empresas colaboradoras o el apoyo continuo a proyectos sociales y culturales.

Medalla de Oro de la Ciudad

No somos conscientes, en ocasiones, del valor de las cosas. Por eso es importante reconocerlas en momentos como este 50º aniversario. Y por eso Vila-real les ha concedido la Medalla de Oro de la Ciudad, que entregaremos en próximas fechas. En nombre de esta pequeña ciudad con corazón de pueblo, felicidades.

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Son momentos muy difíciles y debemos exigir ayuda a las autoridades competentes para salvar la cerámica. Estoy seguro de que lo superaremos, una vez más, juntos. Con el ejemplo de Porcelanosa como guía; una bendición.

Acabo con una frase de don José Soriano que recoge el libro Huellas en la arcilla y que, desde que la leí, la tengo muy presente en todo lo que hago: «Convivir, respetar, ilusionar, motivar y ser uno más. Si eso lo sabemos transmitir a nuestros hijos, el Grupo Porcelanosa será más que centenario».