Fútbol

Las palancas comerciales de Qatar en el Mundial

Qatar Airways, beIN Sports y el París Saint-Germain (PSG) son algunos de los negocios escondidos del país

FIFA World Cup Qatar 2022 Preview

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Cristian García

Unos meses antes de la llegada de Aspire a Europa, Qatar Sports Investment (QSI), el fondo para el deporte del país, completó la adquisición del París Saint-Germain (PSG) por algo más de 50 millones de euros. Desde entonces, ha realizado ampliaciones de capital en el club por 511 millones de euros, con el anhelo de dominar el fútbol europeo y levantar la copa de la Champions League.

Pese a ello, la entidad parisina perdió 332 millones durante la pandemia y se ha convertido en el foco de las críticas de todo el sistema, debido a los artificiosos contratos con empresas públicas y su papel protagonista en la inflación salarial y del mercado de traspasos. El conjunto parisino perdió 370 millones de euros en 2021-2022, tras haber realizado el fichaje más caro de la historia (222 millones de euros por Neymar en 2017) y haberle firmado a Kylian Mbappé el contrato soñado por cualquier atleta (630 millones en tres años).

De este modo, en los 370 millones de euros de resultado neto negativo del PSG impactan los 600 millones de euros de masa salarial. Todo ello, en un ejercicio en el que el club facturó 700 millones de euros, de modo que más del 85% de los ingresos se destinaron al pago de nóminas deportivas. Con el nuevo ‘fair play’ financiero que la Uefa pondrá en marcha en 2022-2023, se exigirá que la masa salarial se reduzca progresivamente y no supere el 70% en 2025-2026.

Desde la llegada del capital qatarí a la capital francesa, el club ha invertido más de 1.500 millones de euros en fichajes. Y ahora está por ver qué rol aguarda a su última adquisición, el Sporting de Braga. El fondo emiratí se hizo en octubre con el 21,6% del club de la Primera División de Portugal por unos 19 millones de euros, sumando a su estructura un equipo ubicado en un país estratégico por su papel de trampolín para el talento de Latinoamérica. 

Además, recientemente se conoció su interés en la Sampdoria de la Serie A y también se ha especulado con su posible entrada en otros equipos del Big-5. Uno de los que sonó con más fuerza en verano es el RCD Espanyol. El conjunto catalán, propiedad de Chen Yangsheng, barajó la venta del club a QSI o a un fondo norteamericano. En 2019 el fondo qatarí mostró interés en el fútbol inglés con clubes como el Aston Villa, el Nottingham Forest o el Queens Park Ragers o clubes de la Serie A como la AS Roma y a SS Lazio.

La duda que tienen muchos profesionales del sector es cómo puede acabar redimensionándose la inversión del país en el balompié una vez finalice el Mundial, puesto que cortar el grifo de raíz supondría un contratiempo importante para la mayoría de las propiedades deportivas. «Ya no sólo es el peligro de los clubes Estado, es que estos controlan operadores de televisión, pagan y dejan de pagar, cumplen e incumplen contratos millonarios a su antojo como medida de presión para arrodillarnos a sus deseos espurios», recordaba semanas atrás Javier Tebas, presidente de LaLiga.

El dirigente español se refería a beIN Sports, el canal deportivo de Al Jazeera que desde hace más de una década ha garantizado cientos de millones de euros a las principales competiciones futbolísticas, entre otras, a cambio de sus derechos audiovisuales en Oriente Medio, norte de África y el Sudeste Asiático, principalmente. 

Aliado de LaLiga

El grupo de medios es desde hace años el gran aliado de LaLiga en Asia, África y Estados Unidos. Por estos contratos, se estima que su inversión desde 2016 supera los 1.500 millones de euros. De ahí que la competición denunciara un impago de 50 millones -ya abonado- y considerara que era una medida de presión frente a las críticas de Javier Tebas al modo en cómo se gestiona el PSG. En estos territorios es donde ha consolidado su presencia en la industria del fútbol en los últimos años con la adquisición de los derechos de televisión de la Premier League por 500 millones de euros entre 2022 y 2025, y de las competiciones de clubes de la Uefa para el ciclo 2021-2024, a cambio de 600 millones.

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Diferente es el caso de la Ligue-1, a la que ha inyectado más de 2.700 millones de euros desde 2012 con la compra de parte de sus retransmisiones en Francia y la exclusiva de su negocio internacional. De este modo, ha cimentado la posición que llevó a Francia a liderar el cambio de voto de varias federaciones de Uefa en el año 2010 a favor de Qatar frente a EEUU.  Después de una década invirtiendo en el fútbol, beIN se encamina hacia una retirada paulatina de la compra de derechos tras el Mundial. De hecho, hace pocas semanas se conoció el interés del fondo soberano de Arabia Saudí en comprar el conglomerado de medios qatarí. El operador también ha captado el interés de algunos fondos estadounidenses. 

La otra palanca comercial que ha utilizado el país es Qatar Airways. El primer gran beneficiado de esta carrera geopolítica entre emiratos fue el FC Barcelona, que a lo largo de su vínculo con la aerolínea cobró 186 millones de euros. Solo le supera la Fifa, que se ha garantizado 200 millones de euros de la compañía tras asignarle el Mundial de 2022, y más de 200 millones extra entre otras grandes potencias futbolísticas, la última precisamente el PSG.