HOSTELERÍA

Hard Rock Cafe resiste en Barcelona

  • La capital catalana se disputa el primer puesto en facturación con su homólogo londinense, el primero del grupo, inaugurado hace 51 años

El Hard Rock Cafe de plaza Catalunya, en Barcelona 

El Hard Rock Cafe de plaza Catalunya, en Barcelona  / 'actovps'

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Irene Juárez

El Hard Rock Cafe de Barcelona, ubicado en la céntrica plaza de Catalunya, celebra sus 25 años de vida este mes de noviembre. Es uno de los dos locales -el segundo está en Sevilla- que la compañía conserva en España, después de que el madrileño tuviera que cerrar en plena pandemia. Nacido en 1997, el de Barcelona puede presumir de estar a la cabeza de los múltiples Hard Rock Cafe que hay repartidos por el continente europeo. Año tras año se disputa la posición número uno en facturación con el londinense, que juega con la ventaja de ser el original, y de haber sido inaugurado hace 51 años. El catalán también es centro de la innovación del grupo: allí se prueba lo que más tarde implementarán otros cafés.

"No queremos ser los americanos del centro de Barcelona", sentencia el director europeo de ventas y márketing, Carles Casas. La intención del Hard Rock Cafe barcelonés es llegar a fusionarse con la ciudad, formar parte de ella, y de su historia, a pesar de que la gran mayoría de sus clientes son turistas. Así, una de las grandes obsesiones del equipo en la ciudad es atraer cada vez más al público local. Y a ello destinan gran parte de sus inversiones.

En términos monetarios, Barcelona ha ido encadenando facturaciones récord año tras año, desde aproximadamente el 2012, aunque la compañía no ha querido especificar con qué cifras. Sin embargo, como todos los restaurantes, el Hard Rock Cafe también ha sufrido las consecuencias de la pandemia de coronavirus. Básicamente porque tuvieron que cerrar durante varios meses y, cuando pudieron reabrir, lo hicieron con restricciones de aforo. Además, el hecho de que el establecimiento dependa tan directamente del turismo complicó las cosas, puesto que por entonces no llegaba nadie a la ciudad. Desde la eclosión del virus, la facturación no ha vuelto a ser la misma.

Cierto es que a una cadena tan consolidada como esta le ha costado mucho menos esfuerzo aguantar el chaparrón. Pero tampoco se ha librado. En Barcelona, buque insignia de la compañía en España, todavía este año no se prevé igualar las cifras de facturación registradas en 2019. Pero la esperanza de Casas es que esta situación se regule el próximo año.

Por su parte, el cliente habitual del Hard Rock tiene un nivel adquisitivo medio alto. El ‘merchandising’ de la compañía no está al alcance de todos, y la comida tampoco. Una camiseta con el conocidísimo logo estampado supera los 30 euros, y un clásico menú de hamburguesa, patatas fritas y bebida ronda los 20. El grupo trabaja con un 90% de alimentos de kilómetro 0, que pueden venir tanto de El Prat de Llobregat como de Granollers o Vic, entre otras ubicaciones catalanas.

Además, el establecimiento se reivindica como un restaurante eminentemente familiar, alejándose de algunas percepciones preconcebidas que le acompañan desde su origen. "No solamente ponemos ‘hard rock’", se esfuerza en desmentir Casas. "Aquí suena cualquier música con un mensaje positivo y que ponga la piel de gallina", asegura. Se congratula también de que algunos grupos que han llegado a la cima del panorama musical español hicieran sus primeros pinitos en el café: Estopa, Macaco o Sindonie, entre ellos.

Algo más que comida

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Su estrategia de ventas pasa, también, por ofrecer "una experiencia completa". La comida, que tiene el peso principal del negocio, se complementa con la ambientación, la música o las actividades infantiles de los fines de semana. Y parte de esta experiencia la completan los camareros, que tienen que compartir los valores de la marca como, por ejemplo, "no excluir a nadie, independientemente de etnias o religiones".

Esta filosofía de marca se reproduce en los demás establecimientos de la enseña. Concretamente, en los negocios englobados bajo la insignia Hard Rock International. Se trata de hoteles y centros de entretenimiento, que incluyen casinos. Los primeros, se han potenciado en Europa. Los segundos, en Estados Unidos. Sea como sea, esos son los establecimientos Hard Rock que más han crecido en facturación en los últimos años.

El proyecto en Tarragona, paralizado

El grupo Hard Rock International tiene entre ceja y ceja desde hace más de cuatro años la puesta en marcha del proyecto Hard Rock Entertainment World, un centro recreativo que incluiría un casino entre Vila-seca y Salou (Tarragona), al lado de Port Aventura. Este proyecto choca de frente con la oposición de grupos ecologistas, que lo señalan como invasivo para el territorio.


Además, recientemente, la Generalitat de Catalunya ha emitido un informe preliminar que, si bien no invalida el plan director urbanístico del proyecto, sí que le exige modificaciones para garantizar el cumplimiento de algunos criterios ambientales.


Carles Casas, director europeo de ventas y márketing de Hard Rock Cafe, lamenta que la aprobación está siendo complicada, y defiende que las negociaciones siguen vivas. Pero considera que los trabajadores que viven del turismo en esa zona «han entendido que es algo positivo para ellos», por el volumen de clientes que el complejo puede llegar a atraer.

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