HACIENDA

El Gobierno sigue adelante con el impuesto sobre la banca pese a las advertencias del BCE

"El informe en ningún momento plantea ni su paralización ni que no haya un impulso al gravamen", sino "recomendaciones generales", dice Montero

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en el Congreso de los Diputados.

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en el Congreso de los Diputados. / EFE

3
Se lee en minutos

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, descarta que las observaciones del Banco Central Europeo (BCE) sobre el impuesto a la banca en el que trabaja el Gobierno vayan a implicar cambio alguno en sus planes o en el diseño del tributo. "El informe en ningún momento plantea ni su paralización ni que no haya un impulso al gravamen", sino "recomendaciones generales" habituales en este tipo de dictámenes, ha dicho la ministra en declaraciones a la prensa en el Congreso de los Diputados, en las que ha defendido que lo que pide el BCE es prudencia a la hora de evaluar las consecuencias.

El dictamen del BCE difundido este jueves recomienda al Gobierno español que realice un "análisis exhaustivo" de las consecuencias negativas que podría tener sobre el sector el impuesto que pretende imponer a la banca y si podría afectar a la concesión de créditos, entre otros riesgos. En particular, considera que, antes de aprobarlo, el Gobierno tiene que estudiar en detalle el impacto que podría tener ese gravamen temporal sobre la rentabilidad de las entidades de crédito y financieras afectadas, y sobre las condiciones de competencia en el mercado.

El objetivo ha de ser, afirma el BCE en un dictamen difundido este jueves, que se garantice que su aplicación no plantea riesgos para la estabilidad financiera, la resiliencia del sector bancario y la concesión de créditos.

Montero, que ha dicho que fue el propio Gobierno el que pidió ese informe del BCE, ha defendido que el Ejecutivo ya ha evaluado las posibles consecuencias en los márgenes de las entidades bancarias y ha recordado que es temporal y que el texto establece que no se permitirá que el tributo se traslade a los clientes.

Por contra, la portavoz parlamentaria del PP, Cuca Gamarra, ha defendido también en declaraciones a la prensa en el Congreso de los Diputados que el dictamen pone en evidencia que "gobernar desde el populismo y desde la improvisación tiene altos riesgos para la economía".

En su opinión, "no se recuerdan precedentes de un informe tan contundente por parte del BCE ante una iniciativa del propio Gobierno de España", por lo que el Ejecutivo debería retirar este impuesto y "deje de convertirse él mismo en un riesgo para la economía española".

El portavoz de Ciudadanos en el Congreso, Edmundo Bal, ha valorado positivamente "lo duro" que ha sido el BCE con esta iniciativa del Gobierno, y ha recordado que su agrupación política en su día pidió incluso al organismo europeo que actuara de oficio si el Gobierno no le informaba convenientemente de lo que, en su opinión, es "una chapuza absoluta".

Por su parte, el diputado de Compromís en el Congreso Joan Baldoví, ha defendido que en un año de récords de ganancias por parte de los bancos, entre otras cosas por la subida de los tipos que ha propiciado el propio BCE, "hay que apelar a la solidaridad" con "quienes peor lo están pasando".

Noticias relacionadas

El portavoz de Vox en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros, ha considerado que el informe del BCE supone "un serio correctivo al Gobierno", que es indicativo de que "está haciendo las cosas mal".

Además, ha insistido en que gravar los ingresos de los bancos, y no de sus beneficios, "puede afectar tremendamente al ciclo de los bancos" y a la postre a sus clientes -porque el impuesto se les va a acabar repercutiendo a ellos "les guste o no" y "por mucho que lo prohíban"-, o si no, a sus trabajadores y a sus accionistas.