El limpiacoches de medio mundo

Antonio Martínez Ferrando (València, 1971) es el nuevo director general de Istobal, empresa familiar dedicada al diseño, la fabricación y la comercialización de máquinas para lavar vehículos con cuartel general en L'Alcúdia (València). Ha tomado el mando tras unos años como ejecutivo en otras filiales de la sociedad. Y tiene clara la vocación internacional de la compañía líder del sector en España y segunda en el Viejo Continente. Movimientos internos de calado han sacudido este ejercicio la composición accionarial de un grupo que pese a todo ha sabido mantener un ritmo de crecimiento continuado, a excepción del año pandémico.

Las ventas de Istobal, cuya plantilla ya supera los 900 trabajadores, se dispararon sobre todo durante los 80 y desde entonces han ido creciendo apoyándose en la expansión y las ventas internacionales. En el ejercicio de 2021 alcanzó los 145,7 millones de facturación, lo que representa un aumento en ventas del 13,4% en comparación con el año anterior, recuperando así las cifras de facturación precovid. Además, la compañía registró en 2021 un ebitda de 14,4 millones, el 61,2% más que el ejercicio precedente.

Las ramas familiares de Tomás Alfonso y Tomás Alfaro permanecen en posición mayoritaria dentro del accionariado. Y algo tendrá Istobal para que Herrecha Inversiones, sociedad patrimonial propiedad de Hortensia Herrero, a la sazón mujer de Juan Roig, presidente de Mercadona, haya desembarcado este año en Istobal al tomar una participación del 22% de su capital tras la venta del paquete accionarial de las ramas familiares de Tomás Puchades y Tomás Ruiz. 

Exporta ya sus productos a más de 80 países, trabaja con una amplia red de distribuidores, cuenta con 10 filiales y cuatro plantas de fabricación y ensamblaje final (España, EEUU, Brasil y China). Exporta el 75% de su producción de maquinaria. Tiene algo más de 30.000 equipos (dispositivos como túneles, puentes, trenes instalados...), donde se realizan alrededor de un millón de lavados al día. Incluso tiene clientes particulares, aunque solo en viviendas de alto standing y propietarios muy ricos, como en Dubái.

Fundada en 1950 por Ismael Tomás Alacreu, la empresa se dedicó en sus orígenes a fabricar máquinas de engrase y equipos de elevación innovadores para talleres. Poco después descubrió su verdadero nicho de mercado con la fabricación de equipos de lavado para todo tipo de vehículos. En 2001 se centró exclusivamente en el sector del lavado. Aglutina 10 filiales y cuatro plantas de producción, y opera en 80 países. «En China hemos ralentizado nuestra expansión por el covid, pero creceremos porque se extiende la cultura del lavado automático en ese país», explica el principal ejecutivo de Istobal.

Uno de los valores diferenciales de Istobal, con 30 patentes de productos, es que controla toda la cadena de valor, desde el I+D, la fabricación, la comercialización y la instalación de las máquinas de lavado, hasta la formulación de su propia línea de productos químicos y el desarrollo de todo tipo de servicios vinculados al negocio del lavado. Y abarca todo el sector del lavado y el cuidado para cualquier tipo de vehículos, desde turismos y motos hasta camiones, autobuses, metros, tranvías y trenes.

Sostenibilidad

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Atento a la transformación digital y a la sostenibilidad con productos más respetuosos al medio ambiente, en estos últimos tiempos, según Antonio Martínez, destaca el crecimiento de la cifra de negocio de EEUU con alzas por encima del 43% de facturación, seguida de la de Brasil, con el 33% más en ventas en 2021. La filial dispone de oficinas comerciales en Shanghái tras abrir filial en China en el condado de Jiashan. También la India y Corea del Sur figuran entre en los objetivos.

Otra de sus operaciones recientes ha sido la adquisición de su distribuidor en California, Pacific Pride Carwash. Y en 2022 ha ampliado su red internacional de distribuidores con la incorporación de Wennstrom en Finlandia. Entre sus planes de innovación está una apuesta por el desarrollo de proyectos en los campos de la visión artificial y la inteligencia artificial, sistemas de seguridad y robótica para el lavado interior y exterior. Respecto a la situación general de la economía para 2023, Antonio Martínez es «optimista». «Aunque eso dependerá de la guerra en Ucrania, claro».