Bruselas reconoce que Sudáfrica envió naranjas a Europa sin cumplir la norma del tratamiento en frío

Las naranjas procedentes de Sudáfrica para su venta en la Unión Europea deben cumplir desde este verano con la obligación del tratamiento en frío en origen para evitar la llegada de plagas. Con ello se pretende alejar una nueva amenaza fitosanitaria, como ya ocurrió hace años con el cotonet. El cambio de normativa fue considerado como un éxito por parte de administraciones y organizaciones agrarias, pero su inicio ha ido acompañado de algunas incidencias.

El episodio más preocupante se dio cuando desde el gobierno de Sudáfrica se anunció en agosto que había logrado "negociar un acuerdo" para poder comercializar cítricos que no habían pasado por el correspondiente trámite, con la excusa de que cuando partieron los barcos rumbo a la Unión Europea todavía no había entrado en vigor esta obligación.

Esta comunicación por parte de Sudáfrica encendió los ánimos en el sector. El presidente de la asociación AVA-Asaja, Cristóbal Aguado llegó a afirmar que, de ser cierta esta información, "para nosotros sería un escándalo intolerable". Ahora, a través de una pregunta formulada por la eurodiputada socialista Inmaculada Rodríguez Piñero, se conoce la versión de la UE ante esta situación.

La comisaria europea de Seguridad Alimentaria, Stella Kyriakides, señaló en su respuesta que la Comisión "no ha llegado a ningún acuerdo con Sudáfrica sobre el tratamiento en frío de las partidas no conformes de naranjas", pero a la vez reconoció que la fruta dudosa fue finalmente comercializada. "Los estados miembros decidieron aplicar un tratamiento" en los puertos de llegada "para evitar la destrucción de los frutos, garantizando al mismo tiempo el nivel adecuado de protección fitosanitaria", detalla este escrito. Sobre las condiciones, la comisaria afirmó que las características "pueden variar, dado que los inspectores de los Estados miembros estudian la información disponible".

Medida provisional

A pesar de esta solución salomónica, la dirigente comunitaria remarcó en su contestación a Rodríguez Piñero que este "tratamiento especial" por parte de los estados miembros "solo podía ser excepcional y provisional, y que tenía el propósito temporal de hacer frente a las grandes cantidades de cítricos bloqueadas en los puertos poco después de la entrada en vigor de las nuevas medidas". Una normativa a aplicar desde el 14 de julio.

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De hecho, Kyriakides remarca en esta respuesta que Sudáfrica "no puede confiar en que esta opción se mantenga y debe cumplir plenamente las nuevas medidas fitosanitarias para todas las futuras partidas de cítricos".

Desde que se aprobó la obligación del tratamiento en frío, Sudáfrica ha mantenido una postura beligerante, al considerar que es una medida comercial proteccionista por parte de los países productores de cítricos de Europa, llegando a denunciar a la UE ante la Organización Mundial del Comercio. Críticas que no tienen en cuenta las interceptaciones de partidas afectadas en los años anteriores, así como los informes de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, que advertían de la necesidad de aplicar tratamientos ante la escasa seguridad de los envíos sudafricanos.