El tirón del turismo resiste frente a la incertidumbre por la inflación y la guerra

El turismo español vive un auténtico boom. La reactivación del sector explotó ya con la Semana Santa y se ha disparado aún más en un verano de récord, en el que la actividad ha superado los niveles prepandemia y ha desbordado los máximos históricos alcanzados en 2019. Y en los próximos meses, según las previsiones de las grandes empresas del sector, se crecerá menos, pero se crecerá.

Las ansias por viajar y el ahorro acumulado tras dos años de parón del consumo por la crisis del coronavirus han desbordado las previsiones de demanda en temporada alta (con más fortaleza en el caso de los turistas españoles que de los viajeros internacionales), y aunque se viene una ralentización en los últimos meses del año, los grandes grupos del sector creen que la actividad seguirá por encima de los registros precovid a pesar de las incertidumbres macroeconómicas ligadas a la guerra y la crisis energética y al golpe para el consumo por la inflación y la subida de tipos de interés.

El último cuadro económico que maneja Exceltur, el lobby que agrupa a una treintena de las mayores compañías del sector (entre ellas, Meliá, NH, Iberia, Globalia, Riu o Amadeus), contempla que el PIB turístico fue en el segundo trimestre un 2,5% superior al del 2019 prepandémico gracias a la Semana Santa y se situó un 2,7% por encima durante los tres meses de verano, confirmando una “vertiginosa recuperación”.

Y las nuevas previsiones revisadas son más optimistas de cara a los últimos meses del año: frente a la caída que se esperaba hasta ahora para el último trimestre, la nueva estimación apunta a que el PIB sectorial crecerá un 0,2% en relación a 2019. Habrá una clara ralentización, pero el tirón resiste frente a la debacle que se temía para la vuelta del verano. Las reservas y la demanda detectada por las compañías del sector se alejan de los peores augurios macroeconómicos.

Desde Exceltur se justifica el renovado optimismo en que el sector parece que vive ahora “en un oasis que le protege de los vaivenes económicos que deberían retraer el consumo” y que la “inercia de consumo y el ahorro embalsado” siguen venciendo los peores augurios macro que anticipan un parón de la economía por el golpe de la inflación y el alza de tipos.

A 900 millones del nivel precovid

Tras un mal primer trimestre, dos trimestres intermedios excepcionales y un último en el que el sector aguantará el tipo, la estimación de los gigantes del turismo español es que el PIB sectorial se disparará un 70% en relación al del año pasado y se quedará muy cerca de igualar el récord de 2019. La nueva previsión es que la aportación a la economía española del turismo supere los 153.800 millones de euros (3.000 millones más que su previsión anterior), lo que supone apenas 900 millones por debajo de 2019 y recuperando un 99,4% del PIB sectorial prepandemia [ver gráfico].

De cumplirse la nueva previsión, la industria turística, uno de los tradicionales motores y escudos anticrisis de la economía española, concentraría en torno a un 65% de todo el crecimiento de la economía española en el conjunto del año. Durante los meses de verano, la temporada alta del sector, la actividad turística ha aportado más de un 72% de todo el crecimiento del PIB español.

Más ventas, menos rentabilidad

Las empresas turísticas están consiguiendo registrar incrementos de su facturación gracias al repunte de actividad y también a la subida de los precios. Casi la mitad empresas turísticas (el 49,1%) asegura que ya ha recuperado los niveles de facturación prepandemia. De la otra mitad de compañías que aún no han empatado con las ventas que tenían antes del covid, la inmensa mayoría espera conseguirlo en la segunda mitad de 2023.

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Desde Exceltur se alerta de que este boom de demanda y también de facturación no se está traduciendo en incrementos de la rentabilidad para muchas compañías debido al fuerte alza de los costes operativos provocada por la subida de la inflación. Según las estimaciones del lobby sectorial, los costes energéticos que soportan las empresas turísticas se han elevado casi un 33% durante la temporada alta estival, el coste de otros suministros ha crecido un 18% y los costes salariales lo han hecho en un 10,4%.

El incremento medio de los precios del sector ha sido del 8,4 en plena ola inflacionista y aupados por la alta demanda del verano, según datos del Instituto Nacional de Estadística. Los empresarios turísticos alertan de que no pueden repercutir a los precios finales todo incremento de costes, lo que estaría provocando un gradual deterioro de los márgenes de rentabilidad.