MULTA MILLONARIA

¿Cómo afectarán a Glovo las multas millonarias de Trabajo?

La empresa de reparto a domicilio acumula más de 150 millones de euros en multas en los tres últimos ejercicios y la previsión es que dicha cifra se multiplique en los próximos meses

Riders de Glovo.

Riders de Glovo.

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Gabriel Ubieto

Glovo sigue pedaleando y expandiendo pedido a pedido el negocio de las 'apps' de reparto a domicilio en España. No obstante, a cada pedaleada, la empresa fundada en 2014 en Barcelona acumula más peso en la mochila debido a sus fraudulentas prácticas laborales. La Inspección de Trabajo ha dado a conocer este miércoles una multa récord de 78,9 millones de euros por emplear a 10.600 repartidores como falsos autónomos.

Es, de momento, la sanción más grande emitida desde la 'policía laboral', a expensas de que sigan llegando nuevas y esa deuda con la Seguridad Social siga aumentando, hasta el punto de amenazar con poner en riesgo la viabilidad de la empresa.

¿Es real el peligro de que Glovo, la segunda ‘start-up’ española que consiguió superar los 1.000 millones de dólares de valoración, acabe cerrando? Todas las fuentes consultadas para este reportaje rechazan tal extremo, pese al efecto sobre los balances y el daño reputacional de cara a los inversores que esa última multa pueda llegar a tener. "Supone un impacto importante", es la reflexión en la que coinciden las diferentes fuentes consultadas por este medio. Más teniendo en cuenta que la empresa de las mochilas amarillas acumula ya decenas de sanciones. 

A nivel puramente monetario, el perjuicio no es menor, ya que solo esos 78,9 millones ya equivalen al 13,4% de la facturación que tuvo Glovo en 2021. “A partir de ahora deberá pagar todos los meses las cotizaciones a la Seguridad Social de esos 10.600 repartidores, lo que supone otro coste casi más importante”, apunta el profesor de finanzas y contabilidad de la UPF-BSM, Andrei Boar. "O eso o despedirlos, que también implica un coste", añade.  

Según los datos que ha podido recopilar El Periódico de Cataluña, diario del mismo grupo, Prensa Ibérica, que este periódico, entre 2020 y 2022, Glovo ha sido requerido con un total de 151,3 millones de euros. A los que cabrá sumar en un corto plazo una cifra cercana a los 70 millones de euros, en concepto del acta que Inspección prevé cerrar en los próximos meses en Madrid. Es decir, entre todas las actuaciones el coste de perseverar en el modelo de falsos autónomos puede superar los 220 millones de euros a cierre de este ejercicio. Faltaría por sumar todas las sanciones que puedan venir una vez se inspeccione las actuaciones post ‘ley Rider’, algo para lo que habrá que esperar cerca de un año, como pronto.

Problema de expectativas

A nivel reputacional, las multas son mucho más lesivas de cara a los inversores que para los consumidores. Ninguna de las fuentes consultadas considera que la sanción vaya a tener un impacto significativo sobre los segundos. “La gente no va a dejar de pedir a través de Glovo por más multas que les pongan. A la gente lo que le importa es que le traigan rápido y a tiempo su pedido y eso Glovo ha demostrado que puede hacerlo mejor que la competencia con su modelo de autónomos”, apunta una fuente conocedora del sector. 

Esa perspectiva de futuras sanciones -que todavía deberá acreditar la Inspección de Trabajo- promete ser una losa para Glovo. “En un sector como el ‘delivery’ son más importantes las proyecciones que los resultados. Porque a corto plazo todos están perdiendo dinero. Y el problema de Glovo es que esas multas prometen seguir llegando y con cantidades mucho más grandes”, apunta otra fuente del sector. "Ahora Glovo tiene que convencer a sus inversores de que sigue siendo viable, que tiene futuro y que esta multa no le supondrá nada más que un pago económico", coincide el profesor de logística y producción de la UOC, Cristian Campos.

El impacto de una multa de tales proporciones no es el mismo en un negocio como Glovo que en un modelo de empresa más tradicional. En cualquiera otra empresa, un gasto sobrevenido de tal calibre impactaría en el margen de beneficios y sería un problema -de mayor o menor grado- para los accionistas, en tanto que afectaría al reparto de dividendos. En cambio, la firma fundada por Óscar Pierre no ha presentado beneficios en ninguno de los siete ejercicios de su historia y sus balances se leen en clave de qué porción del mercado tendrá mañana y cómo podrá escalar dicho mercado.  

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“Para Glovo en solitario esas cifras serían un problema. Pero Glovo forma parte de un entramado mucho más grande que es Delivery Hero [controla el 90% de sus acciones], para quien esas cuantías representan un porcentaje muy reducido de sus ingresos”, apunta Boar, de la UPF-BSM. En 2021 la compañía, que se autodefine como líder en el reparto local, facturó 6.600 millones de euros. “Músculo financiero tiene para continuar”, señala Castillo, de la UOC. 

“La clave está en cuánto va a querer apostar Delivery Hero en Glovo”, añade Boar, de la UPF-BSM. No todos los inversores vieron con buenos ojos la ‘operación Nochevieja’ de Delivery Hero. La empresa británica de servicios financieros HSBC llegó a tildarla de “estrambótica” y planteó que equivalía a un “rescate”. Por su parte, Credit Suisse aseguró que la adquisición de la española pone en tensión el balance de la alemana. A nivel bursátil, el gigante alemán no pasa por su mejor momento -al igual que la mayoría de actores del sector- y su cotización ha bajado desde los 98,86 euros por acción del 1 de enero a los 42,39 euros que registraba este mismo miércoles.