CRISIS ENERGÉTICA

Naturgy, Iberdrola y Endesa piden una gran reforma contra la especulación que infla el precio del gas

Plantean que el índice holandés TTF deje de ser la referencia financiera para fijar el precio del gas y crear un nuevo modelo en que vuelva a pesar la oferta y demanda de energía.

Un barco para el transporte de gas natural licuado (GNL).

Un barco para el transporte de gas natural licuado (GNL). / Luc Skeundener | PIM

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La Unión Europea se prepara para tomar medidas de calado para contener los precios de la energía y para garantizar el suministro en el continente tras un año de crisis energética. La Comisión Europea ha defendido una intervención de emergencia del mercado eléctrico y emprender también una reforma estructural, y los ministros de Energía de los Veintisiete están citados este viernes a un encuentro clave en busca de un difícil consenso para este camino. Las grandes energéticas toman posiciones sobre diagnósticos y propuestas de cara a las reformas que se avecinan.

Las tres grandes eléctricas españolas, Iberdrola, Endesa y Naturgy, han coincidido este miércoles en reclamar medidas para contener el precio del gas para evitar el contagio a los mercados de la electricidad y en denunciar los movimientos especulativos como una de las causas clave de los precios disparados hasta máximos históricos de los mercados internacionales del gas.

“Es necesaria una actuación para excluir la especulación del mercado de gas. Hay que eliminar la especulación”, ha subrayado Francisco Reynés, presidente de Naturgy, durante su intervención en el VII Foro de Energía de El Economista. El ejecutivo ha reclamado abiertamente que el Title Transfer Facility (TTF), el mercado holandés de gas, deje de utilizarse como como índice de referencia europeo del precio del gas por la distorsión actual de su cotización.

“El TTF está en máximos históricos, y ya no tiene que ver con la relación de oferta y demanda, sino a las restricciones físicas para descargar más GNL [el gas que llega por barco] en el norte de Europa” y por la especulación provocada por estas restricciones, y al ser el índice de referencia en Europa “condiciona la riqueza de las familias y la competitividad de la industria” por su impacto general en los precios energéticos.

Si se elimina un índice, hay que buscar otro. "No podemos salir de un índice de mercado para meternos en un no índice o en un no mercado, la Unión Europea debería buscar un nuevo mercado líquido de referencia que se construya con oferta y demanda", ha señalado Reynés, que ha subrayado que en el mercado holandés se negocian 100 veces más derivados financieros que volumen de gas cada año.

Contra la volatilidad del gas

“El TTF ya no es representativo, tiene mucha especulación interiorizada en el precio. Ha llegado a alcanzar los 300 euros por megavatio hora (MWh), es absolutamente irracional”, ha criticado el consejero delegado de Endesa, José Bogas, en las mismas jornadas. “El problema fundamental actual es el precio del gas y tener el TTF como índice de referencia. Hay que tomar medidas para limitar la volatilidad de ese gas”, ha sentenciado.

Durante los últimos meses, Iberdrola ha denunciado abiertamente que el origen de la crisis de precios era el encarecimiento del gas y ha venido reclamando medidas sobre el mercado gasista y no sobre el eléctrico. “Ya hemos agotado todas los ‘medicamentos’ para contener el problema del precio de la electricidad para los consumidores, pero sin tomar medidas contra el origen del problema, que es el precio de los combustibles fósiles”, ha indicado Mario Ruiz Tagle, consejero delegado de Iberdrola España. “Hay un ámbito especulativo brutal sobre los combustibles fósiles, ésa es la raíz del problema: el alto coste de la electricidad es consecuencia del alto precio del gas”.

Contra el nuevo impuesto

Las energéticas han vuelto a mostrar su rechazo al nuevo impuesto que prepara al Gobierno para recortar los beneficios extraordinarios de los grandes grupos y gravar con un tipo del 1,2% sus ingresos, para recaudar 4.000 millones de euros en dos años.

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El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, ha subrayado que se trata del “impuesto de las tres mentiras”: no es impuesto, sino una prestación patrimonial (“no habría sido legal un impuesto por ser doble imposición”); no es sobre los beneficios (“se está engañando a la gente, es sobre las ventas”); y no grava una situación extraordinaria (“se trata de un negocio cíclico, unas veces se gana y otras se pierde. No hay nada extraordinario”).

Endesa también ha criticado expresamente el nuevo gravamen en tramitación en las Cortes. “Entiendo lo de arrimar el hombro, pero no hay beneficios extraordinarios. Me parece bien que si hubiera beneficios extraordinarios se hiciera una contribución, pero si no los hay, que además sea gravamen a ingresos, no es la solución. La solución es acelerar la transición ecológica, con renovables, electrificando la economía y reforzando la red de distribución", ha apuntado José Bogas.