INDUSTRIA

Intel se aleja del PERTE de los microchips español: el “gigante” apuesta por Italia

La compañía negocia con el país transalpino una inversión de 5.000 millones pese a la reunión de Pedro Sánchez con su CEO el pasado mayo

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Logo de Intel. / EFE/ Ritchie B. Tongo

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Adrián Amoedo

Ante la creciente demanda de semiconductores en sectores clave como la automoción, que se ve obligada a paralizar producciones en medio mundo, como atestigua la factoría de Stellantis Vigo, el Gobierno se puso como deberes la intención de atraer a una gran fabricante para que se instalase en el país. Con esta intención nació el Perte de Microelectrónica y Semiconductores (PERTE Chip), empleando los fondos Next Generation para movilizar una inversión pública de 12.250 millones de euros hasta 2027. Para lograr el objetivo, la hoja de ruta pasaba por el Foro Económico Mundial de Davos, donde el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se citó con cuatro gigantes del sector para intentar seducirlos. Por el momento, el efecto no está siendo el deseado. La norteamericana Intel, una de las tocadas junto a Qualcomm, Micron y Cisco, apuesta por Italia para levantar una gigafactoría de 5.000 millones de dólares (4.900 millones de euros al cambio actual).

El movimiento del fabricante responde a su plan anunciado a principios de este año para invertir 88.000 millones de dólares (86.500 millones euros) para aumentar su capacidad en toda Europa. Según publicó en exclusiva Reuters, la compañía tiene ya avanzadas las negociaciones con el país transalpino, que aportaría el 40% de la inversión. De hecho, ya se habrían preseleccionado posibles emplazamientos en dos regiones.

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De confirmarse, España perdería a una de sus principales bazas en un caso similar al de Stellantis con las gigafactorías de baterías, que tras anunciar una en Francia y otra en Alemania la tercera recayó también en Italia en lugar de en suelo español.

De hecho, Bloomberg informó también esta semana que el país está teniendo dificultades para seducir a inversores con el Perte Chip. “Los fabricantes de chips dispuestos a asumir el reto son escasos y están muy dispersos”, apuntan en la publicación, que aseguran que el país se está viendo “obstaculizado por la dura competencia de otros países de la UE”.