MERCADOS FINANCIEROS

Las finanzas públicas españolas, ¿punto flaco para evitar otra crisis financiera en Europa?

  • Es fácil establecer paralelismos del momento actual con el periodo posterior a la crisis financiera y plantear la misma pregunta: ¿existe el riesgo de una nueva espiral negativa, con los diferenciales de los bonos como principal catalizador?

La crisis planetaria afecta a la economía global.

La crisis planetaria afecta a la economía global.

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ESTRATEGIAS DE INVERSIÓN

 Primero la gran conmoción de la pandemia y después la guerra de Ucrania han abierto la puerta a los temores a una nueva crisis. Es fácil establecer paralelismos con el periodo posterior a la crisis financiera y plantear la misma pregunta: ¿existe el riesgo de una nueva espiral negativa, con los diferenciales de los bonos como principal catalizador?

A esta pregunta intenta dar respuesta Philippe Ledent, analista de ING Research, que analiza las diferencias y similitudes de la actual situación con la de la crisis financiera. “Durante el periodo 2009-2012, tres factores sembraron la duda en la mente de los inversores”, explica: “la capacidad muy desigual de los países de la eurozona para recuperarse económicamente de la crisis financiera; las posiciones competitivas que se habían vuelto insostenibles en el marco de una unión monetaria; y el grave deterioro de las finanzas públicas en algunos países”.

El primer factor “no parece ser un problema importante en este momento”, comenta el experto del banco holandés. El enfoque seguido durante la crisis del Covid y ante la guerra de Ucrania, tanto con la política fiscal como con la monetaria, ha permitido a la mayoría de las economías de la zona del euro recuperar rápidamente su nivel de actividad anterior a la crisis.

“Probablemente aún sea demasiado pronto para afirmar que el crecimiento no será una fuente de divergencias entre los miembros de la zona del euro (el impacto de la ola de inflación aún está por sentirse y llama a la cautela), pero hasta ahora, la situación parece más estable que en el periodo posterior a la crisis financiera”, cree Ledent.

El segundo factor puede ser aún más positivo. En efecto, “las reformas estructurales impuestas a los países más débiles durante la crisis de la eurozona han dado sus frutos y han conducido a una convergencia de los niveles de competitividad de los Estados miembros”. Mientras tanto, “la cohesión de la zona del euro (y, por tanto, su viabilidad), que fue un factor clave de la crisis de 2009-2012, es bastante más tranquilizadora en la actualidad”.

El tercer factor “es sin duda el más problemático”, avisa el experto de ING, que pone a España como uno de los países que se enfrentan a más problemas. “La carga de los intereses es un determinante importante del equilibrio presupuestario”, apunta el experto, porque “un buen nivel del saldo primario de las finanzas públicas podría anularse o incluso dar paso a un déficit debido a una carga de intereses excesiva sobre la deuda”.

España se encuentra en la situación más problemática”, apunta Ledent. “No sólo el déficit primario es mayor que la media de la eurozona, sino que la carga de los intereses (más del 2% del PIB previsto en 2022) es también superior a la media, lo que aleja a las finanzas públicas españolas del equilibrio presupuestario medio”.

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El experto del banco holandés cree que “habrá que prestar especial atención a la mejora de las finanzas públicas” de los países de riesgo, como España. “Esto contribuirá a evitar el tipo de divergencia que se produjo durante la última crisis”.

Además, “la evolución de los tipos de interés también desempeñará un papel en el mantenimiento de la cohesión europea, ciertamente en el caso de España, Italia y Grecia. Es importante que los diferenciales de los bonos no deterioren endógenamente la situación al aumentar la carga de los intereses de estos países”.