ARRANCA EL GRAN MOTOR ECONÓMICO

El turismo acelera hacia un boom de ventas en su primer verano poscovid

  • Las grandes compañías del sector y el Gobierno auguran una temporada alta estival con una demanda disparada y en que se superarán los niveles de negocio prepandemia.

  • La industria turística teme un 'efecto champán': una explosión de reservas en verano que acabe diluyéndose poco después por el golpe al consumo de la inflación, la subida de tipos de interés y la incertidumbre por la guerra.

Una playa de la Comunidad Valencia abarrotada de bañistas.

Una playa de la Comunidad Valencia abarrotada de bañistas.

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El turismo español se prepara para un verano de récord. Las grandes compañías del sector y el Gobierno anticipan una temporada alta estival con una demanda disparada y en la que se da por hecho que se superarán los niveles de negocio previos a la pandemia. Tras dos años de parón por el covid y por el golpe de las restricciones para combatirlo, el turismo por fin acelera y aspira a una recuperación plena en su primer verano de normalidad pospandemia, a pesar -al menos de momento- de la incertidumbre económica por la invasión militar de Rusia sobre Ucrania.

“Se ha desatado el furor por viajar. Va a ser un verano espectacular”, anticipa José Luis Zoreda, vicepresidente de Exceltur, el lobby que agrupa a una treintena de las mayores empresas turísticas del país (como Meliá, Iberia, NH, Globalia, Riu, Amadeus o Renfe, entre otras). “La temporada de verano va a ser muy buena gracias a una demanda disparada tanto de los clientes nacionales como de los turistas internacionales”.

El año pasado, aún en plena zozobra por las sucesivas olas de coronavirus, el sector turístico se apoyó en la fortaleza de la demanda de los clientes españoles para lanzar su recuperación, pero ahora se encuentra también con una mejora sustancial del negocio vinculado a los turistas extranjeros para impulsar la actividad tras el fin de las restricciones y de los controles de los viajes entre países.

El pasado abril, gracias al tirón de una Semana Santa de fuerte crecimiento, España recibió 6,1 millones de turistas internacionales, lo que supone multiplicar casi por diez los 629.000 viajeros registrados el año pasado y con lo que se recuperaba un 85% de los niveles de llegadas prepandemia. El sector acumula ya once meses consecutivos de crecimientos de las llegadas de turistas extranjeros tras el desplome provocado por el covid. Son ya once meses consecutivos de incrementos de las llegadas de visitantes internacionales.

Un verano de récord

“La fuerte demanda esperada va a hacer que los niveles de actividad durante el verano vayan a ser mejores en los meses de 2019, antes de la pandemia”, augura el vicepresidente de Exceltur, que en unas semanas presentará estimaciones concretas con los datos de la macroencuesta trimestral entre empresas del sector que realiza la asociación. “Desde la Semana Santa y hasta después el verano, la actividad turística de cada uno de los meses va a estar por encima de los niveles precovid por fin”.

Las estimaciones del Gobierno también contemplan un verano excepcional que servirá para consolidar la clara mejora que viene registrando la actividad turística en los últimos meses. “La Semana Santa ha consolidado la rápida e intensa reactivación del sector turístico, superando nuestras propias expectativas”, explicaba recientemente la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto. “A pesar de la incertidumbre de la guerra y sus consecuencias, España está entre los destinos internacionales preferidos para viajar y nuestras previsiones para la temporada de verano indican que recuperaremos los niveles prepandemia”.

"Desde la Semana Santa y hasta después el verano, la actividad turística mes a mes va a estar por encima de los niveles precovid”, augura Exceltur

Las previsiones del Ejecutivo pasan por una temporada de verano ya casi plenamente normalizada e igualando los registros previos al covid y también que en el conjunto del año se acabarán recuperando en torno a un 80% del récord de turistas de 2019, cuando se registró un máximo histórico con 83,7 millones de viajeros. Será ya en 2023 cuando el Ministerio augura que se puede volver a alcanzar esa cota récord.

Las aerolíneas despegan

Las aerolíneas también están acelerando su reactivación en España tras dos años de parón por la pandemia. Las compañías aéreas se abrazan a la recuperación del turismo e igualarán este verano la oferta de vuelos que tuvieron en 2019 a pesar del impacto económico de la guerra en Ucrania. La programación para la temporada estival (entre abril y octubre) contempla la oferta de 212 millones de asientos, apenas un 0,4% por debajo del último año previo a la epidemia de covid, según los datos de la Asociación de Líneas Aéreas (ALA).

De momento, con la programación prevista para este verano, la reactivación será plena en los grandes destinos turísticos vacacionales de España (Baleares aumentará un 10,6% los asientos en relación a la oferta de 2019 y Canarias los elevará un 8,1%) y aún no estará lejos de ser total en los aeropuertos más dependientes del turismo de negocios y de los pasajeros de vuelos de largo recorrido (Madrid seguirá este verano un 7,5% por debajo de la oferta prepandemia y Barcelona un 11,2%).

Los mismos vuelos que antes del covid, pero aún no tantos pasajeros. La reactivación de la demanda aérea sigue yendo más lenta que la oferta (en la temporada de invierno se alcanzó el 82% de oferta de asientos precovid, pero sólo el 72% de los clientes). La patronal aérea aspira, no obstante, a alcanzar ya en 2023 los niveles de tráfico de pasajeros que España registró en 2019, cuando marcó récord histórico con 275 millones de viajeros en todo el ejercicio. Con ello, España se convertiría en el primer gran mercado en recuperar los pasajeros prepandemia y se colocaría a la cabeza de la reactivación mundial.

Aena, el gestor de la red de aeropuertos españoles, acaba de elevar sus previsiones para el conjunto del año. Las nuevas estimaciones anticipan que el tráfico de pasajeros aéreos se situarán en todo el año entre el 75 y el 85% de las cifras de 2019 (entre 206 millones y 234 millones de viajeros), frente a la previsión anterior del grupo de alcanzar un 68% de los niveles prepandemia.

Miedo al ‘efecto champán’

Los grandes grupos turísticos dan por hecho un verano de récord, pero no ocultan su temor a que se produzca el denominado ‘efecto champán’: un boom de consumo en temporada alta animado por las ganas de viajar tras la pandemia, pero que acaba diluyéndose poco después por agotamiento y por las dudas sobre la situación económica general.

Desde Exceltur se reconoce que la evolución de la actividad en el último trimestre del año es una incógnita, y que dependerá del impacto en el consumo de la inflación, por la evolución de los tipos de interés y su efecto en el bolsillo de las familias, y de la incertidumbre general por el impacto económico en función de cómo se desarrolle la guerra de Ucrania.

“Ahora los consumidores se van a dar una alegría y van a viajar. Las expectativas para el verano son francamente potentes, pero veremos cuánto dura. Existe el riesgo de un efecto champán. A medida que la inflación se vaya notando en otros productos de consumo es posible que las familias se aprieten el cinturón. A ver cómo a el último trimestre del año. No está nada claro”, advierte Zoreda.

Subida de precios

“Somos muy optimistas sobre cómo se comportará la demanda nacional y la extranjera este verano”, reconoce el presidente de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat), Jorge Marichal. “No sabemos aún si se superarán este año los niveles de 2019, pero somos muy positivos por la importante demanda contenida tras dos años sin viajar por la pandemia”.

Al calor de la reactivación, los hoteles españoles están consiguiendo subir sus tarifas en pleno boom de la demanda de turistas y empujados también por el alza de los costes provocada por la escalada de la inflación. Los establecimientos hoteleros subieron sus precios un 36,3% en abril, cuando se celebró la Semana Santa, en relación al mismo mes del año pasado, hasta alcanzar unos ingresos medios por cada habitación ocupada de 96,3 euros por noche. El sector ya supera con holgura los precios que ofertaba antes de la pandemia: en abril de 2019, cuando también se celebró Semana Santa, el ingreso medio por habitación y noche fue de 83,14 euros, casi un 16% por debajo del nivel actual.

Exceltur, no obstante, alerta de que el aumento de la actividad irá acompañada de “una enorme asimetría en los resultados financieros” , porque el incremento de la demanda no va a traducirse en una mejora de su rentabilidad para todas las compañías ni para todos los subsectores como consecuencia del golpe en sus cuentas que van a suponer los sobrecostes provocados por la inflación desbocada de los últimos meses y por la imposibilidad de la mayoría de las empresas para trasladarlos a sus tarifas.

Están pudiendo elevar sus tarifas las aerolíneas y los hoteles que tienen una marca potente y que están consiguiendo eludir la intermediación y pueden vender directamente al consumo”, subrayan desde el lobby de los gigantes empresariales del turismo. Según el último informe trimestral de Exceltur, de media las compañías del sector sólo podrán trasladar al consumir apenas una cuarta parte de los sobrecostes operativos que soportan, un 26,3% del total.

Recuperación del PIB turístico

Las previsiones de las empresas turísticas sobre la evolución del PIB del sector son netamente más optimistas que las que maneja el Gobierno. La hoja de ruta que plantea el Ministerio de Asuntos Económicos pasa por que durante este año el PIB turístico recupere el 80% de los niveles del 2019 precovid, que fue un año de máximos históricos para el sector, según las estimaciones recogidas en el Plan de Estabilidad 2022-2025 y el Plan Nacional de Reformas remitido a la Comisión Europea.

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El Ministerio de Asuntos Económicos, comandado por la vicepresidenta Nadia Calviño, calcula que recuperación del sector turístico a lo largo de 2021 se saldó con un PIB turístico cercano a los 90.000 millones de euros, el equivalente al 57% del registrado en 2019. Y la estimación gubernamental apunta a que el PIB sectorial alcanzaría el 80% del registrado en el último ejercicio precovid, lo que supone elevar la aportación del turismo hasta el entorno de los 126.300 millones de euros.

Las estimaciones que maneja Exceltur van más allá y anticipan que el PIB del sector turístico cerrará el año habiendo recuperado un 91,6% de sus niveles prepandemia, hasta alcanzar los 141.681 millones de euros, según anunció la asociación hace unas semanas. De hecho, la asociación empresarial acaba de elevar sus previsiones de actividad para 2022 por su confianza en que la fortaleza de la demanda se mantendrá durante los próximos meses y con la nueva guía supera en 15.400 millones la previsión de PIB del sector que maneja el Gobierno para este ejercicio.