CATALUÑA

Primera multa a Just Eat por la cesión ilegal de 183 'riders': deberá pagar 187.515 euros

Trabajo sanciona a la empresa de reparto a domicilio por aprovecharse de una subcontrata para pagar peor a parte de su flota

Repartidor de Just Eat en Barcelona.

Repartidor de Just Eat en Barcelona. / ELISENDA PONS

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Primera multa a Just Eat por cesión ilegal de parte de su flota de 'riders'. La 'policía laboral' catalana sanciona con 187.515 euros a la firma de reparto a domicilio de las mochilas naranjas y con otros 62.503 euros a la subcontrata implicada, Fleet Delivery Solutions S.L por emplear de manera fraudulenta a 183 repartidores y aprovecharse de ello para pagarles menos que si estuvieran contratados directamente por Just Eat. Entre las dos suman un requerimiento de 250.018 euros. Así lo ha hecho público el Departament de Treball en un comunicado, siendo esta la primera propuesta de sanción que trasciende sobre la firma de origen danés y que se reparte junto a Glovo Uber Eats el mercado del 'delivery' en España.

Las empresas del mercado del reparto a comida a domicilio avanzan para regularizar las condiciones de trabajo de sus 'riders'. La mayoría a golpe de sanción y requerimientos de las autoridades laborales. Si bien en Just Eat se convirtió en diciembre del 2021 en la primera gran compañía del 'delivery' en España en crear un convenio de empresa para mejorar las condiciones laborales de sus repartidores y empezar a incorporarlos directamente a su plantilla, las prácticas laborales de la firma dirigida por Patrik Bergareche acumula malas prácticas de su antiguo modelo laboral.

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Así lo ha acreditado la Inspección de Trabajo dependiente de la Generalitat de Cataluña, dejando constancia de que Just Eat utilizaba una empresa para subcontratar a 183 repartidores con el fin de ahorrarse parte de los costes laborales que hubiera tenido que asumir si los hubiera contratado directamente. Los inspectores consideran que la subcontrata se limita.

El modelo de negocio de Just Eat se divide en tres patas. Por un lado, Just Eat tiene su propia flota de repartidores, contratados directamente, que llevan comida de los restaurantes a las casas. Por otro, Just Eat ofrece el servicio de reparto a restaurantes a través de flotas subcontratadas. Es decir, paga a un tercero para que se encargue de poner el repartidor que lleva el pedido desde el restaurante al domicilio. Y la tercera vía de ingresos de esta compañía se basa en ofrecer meramente el servicio de su aplicación móvil. El restaurante se publicita a través de la misma, el consumidor pide a través de la aplicación y luego es el propio restaurante el que, con su propio repartidor, lleva el pedido a domicilio.