EN CARTAGENA

Repsol comienza la construcción de la primera planta de biocombustibles avanzados de España

La producción en las nuevas instalaciones, que entrarán en funcionamiento en 2023, permitirá reducir 900.000 toneladas de CO2 al año

Cartagena presenta las obras de la primera planta de biocombustibles avanzados de España

Cartagena presenta las obras de la primera planta de biocombustibles avanzados de España / EUROPA PRESS

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EFE

Repsol ha apostado por el biocombustible avanzado para dar una respuesta a aquellos transportes que no pueden hacer una transición ecológica basada en tecnología eléctrica, como los aviones, los barcos y los camiones de gran tonelaje, para lo que está construyendo su primera planta en España dentro del complejo industrial que posee en Cartagena.

Así lo ha indicado este martes el presidente de Repsol, Antonio Brufau, en el acto de presentación de este proyecto, que supondrá la inversión de 200 millones de euros en unas nuevas instalaciones con capacidad para producir 250.000 toneladas al año de biojet, bionafta, biopropano y biodiesel, que permitirán reducir 900.000 toneladas de CO2 anuales.

Brufau, quien ha comenzado su intervención mostrando su solidaridad con el pueblo Ucrania, que está sufriendo “una guerra sin sentido”, que ha dicho esperar se termine “lo antes posible para evitar daños a la población”, ha asegurado que los biocombustibles avanzados son “una solución basada en la tecnología y no en la ideología”,

En este sentido, ha reclamado a las administraciones públicas una “regulación habilitadora, facilitadora, flexible y no excluyente”, que posibilite el desarrollo de proyectos de futuro, ya que solo así “estaremos protegiendo nuestra economía, la industria y el empleo”.

Alcanzar las cero emisiones

Brufau ha recalcado la importancia de apostar por la neutralidad tecnológica para avanzar en el objetivo de alcanzar las cero emisiones netas en 2050, al tiempo que ha anunciado que Repsol tendrá en Cartagena “el Valle del Hidrógeno Verde de la Región de Murcia”.

El hidrógeno verde, junto a la economía circular y la captura y uso de CO2 son las tecnologías que va a emplear la compañía para transformar su complejo industrial de Cartagena en un “polo multienergético”, capaz de producir multitud de productos con baja, nula o incluso negativa huella de carbono.

Fernando López Miras asegura que la nueva planta de biocombustibles avanzados es “una gran noticia y un nuevo avance”.

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“Repsol va a concentrar todos sus esfuerzos en estar en el lado de los ganadores en esta transición energética”, ha asegurado Brufau, para lo que ha solicitado la ayuda de las administraciones “sin exclusiones”.

Por su parte, la alcaldesa de Cartagena, Noelia Arroyo, ha indicado que este nuevo proyecto “va a afianzar en futuro de Cartagena como polo energético de referencia en España, por la inversión, el empleo y la actividad económica que va a generar en el Valle de Escombreras”.

El delegado del Gobierno, José Vélez, ha subrayado que “Repsol avanza en este proyecto alineando su estrategia a los objetivos de la Unión Europea y del Gobierno de España en la transición energética”.

El jefe del Ejecutivo regional, Fernando López Miras, ha cerrado el turno de intervenciones asegurando que la nueva planta de biocombustibles avanzados es “una gran noticia y un nuevo avance” dentro de los más de 70 años de trayectoria de Repsol en Cartagena.

Durante ese periodo, “Escombreras se ha convertido en un foco energético mundial”, ha indicado López Miras, para quien “apuestas como ésta, que hacen que Cartagena y la Región de Murcia tengan más oportunidades y más futuro”.

López Miras también se ha referido a las consecuencias energéticas por la invasión de Ucrania, defendiendo que España sea “mucho más fuerte en su capacidad de producción de energía y en el tratamiento de los recursos, que son esenciales para el progreso y el desarrollo a todos los niveles”.

Por ello, ha advertido de que “depender de recursos externos, sobre todo procedentes de fuera de la Unión Europea, es un factor de riesgo que tiene consecuencias”.

Un “ejemplo tangible de economía circular”

Los biocombustibles avanzados, a diferencia de los de primera generación que utilizan cereales como el maíz u oleaginosas como la soja, entrando en competencia con las necesidades de abastecimiento del sector primario, suponen un “ejemplo tangible de economía circular”, en palabras del director de la refinería de Repsol en Cartagena, Antonio Maestre.

Y es que, se utilizan distintos residuos de la industria agroalimentaria sin valor añadido y otros, como el aceite de freír usado, para producir biocombustibles avanzados para todos los segmentos de movilidad, pero especialmente para aquellos que no cuentan con otra alternativa para descarbonizar su actividad, como el transporte aéreo, marítimo o por carretera.

Con los biocombustibles avanzados es posible reducir entre un 65% y un 85% las emisiones netas de CO2 respecto a los combustibles tradicionales a los que sustituye.

Superficie de 41.500 metros cuadrados

La nueva planta cuenta con una superficie de 41.500 metros cuadrados en cuatro áreas, tres de ellas en el interior de la refinería en una zona que estaba en desuso. Se trata de la unidad de hidrotratamiento, la unidad de producción de hidrógeno y el área de depósitos para el almacenamiento.

La cuarta zona, situada en las instalaciones de la Autoridad Portuaria de Cartagena, permitirá el almacenamiento de las 300.000 toneladas anuales de los distintos residuos que llegarán por vía marítima, y su posterior suministro al mercado nacional o a la exportación.

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El presidente de Repsol, acompañado por las distintas autoridades, ha visitado los trabajos de obra civil que están realizando en la actualidad. La previsión de la compañía es que la planta entre en funcionamiento en el último trimestre de 2023.

Para ello, se contará en el período de construcción con una media de 800 trabajadores, con picos que pueden llegar a las mil personas, así como la implicación de 240 empresas auxiliares, de las que el 21% serán locales, 25% regionales, el 42% nacionales, y el 12% internacionales. El empleo recurrente cuando entren en funcionamiento las instalaciones, incluyendo los puestos de trabajo indirectos, será de 480 personas.