MISCELÁNEA
He venido a hablar de mi libro: Sergio Bang, autor de 'Venimos del fuego'
El autor, al frente de la librería Grant de Madrid, debuta en la ficción con esta "novela coral que utiliza la ficción para contar una parte de nuestra historia reciente que sigue siendo incómoda"

El escritor Sergio Bang. / EPE
Sergio Bang
Venimos del fuego comienza con una librería ardiendo en 1975 –el año en que más librerías se quemaron en la historia de España–, pero podría suceder mañana. Porque el fuego, en mi libro, no simboliza renovación ni esperanza: es un fuego que arrasa, que censura y que borra. Y las razones siguen siendo las mismas: miedo al pensamiento crítico, desprecio a la diferencia y deseo de control.
Sé de lo que hablo. Llevo años dirigiendo una librería en el barrio de Lavapiés, en Madrid, y ha sido atacada en numerosas ocasiones. No por casualidad. Porque quien lo hace sabe que no solo vendemos libros: compartimos ideas, organizamos actos, damos voz a quienes han sido históricamente silenciados y creamos comunidad. Y lo hacemos sabiendo que cada día levantamos la persiana en un país donde aún se persigue la cultura crítica, la disidencia sexual y la memoria incómoda. Todo ello con el beneplácito de algunos políticos que se sientan cada día en las instituciones del Estado.
Venimos del fuego es una novela coral que utiliza la ficción para contar una parte de nuestra historia reciente que sigue siendo incómoda. Habla de la represión durante el franquismo, de cuerpos marcados, de libreros que arriesgan su vida y de una dictadura que ataca todo lo que no puede domesticar. Y lo hace, creo, sin paternalismo y sin convertir el dolor en folclore, sino recordándonos que hubo –y hay– quienes pagaron muy caro luchar contra el tirano.
La novela, coral, tiene como protagonistas a Alma, una librera que se aparta del mundo para sobrevivir y que acaba enfrentándose a él de forma despiadada; a Mario, un periodista francés que, además, de informar, decide estar al lado de sus amigas, la familia elegida; y a Alejandro, un estudiante que tiene la peor de las ideas en el peor de los lugares, y arrastrará a demasiada gente a tomar decisiones.
Empujados al conflicto
Todos ellos se ven empujados al centro del conflicto, no porque quieran ser valientes, sino porque no les queda otra. Como tantos entonces. Como tantas ahora. Porque la historia no ha terminado del todo. Porque aún hay quienes quieren que desaparezcan los libros incómodos, que nos callemos los maricones, o que olvidemos lo que en el 75 se cerró en falso: con silencio, con miedo y con olvido.
Esta novela no esta escrita para consolar a nadie. La escribí para revolver. Para poner el foco donde suele apartarse. Para decir que la cultura no es un lujo, ni un adorno: es una herramienta de supervivencia para poder hacer algo más que obedecer al tirano. Con ella, al menos, podemos elegir.
Y conviene recordarlo: solo el año pasado, más de 4.000 libros fueron censurados o retirados de las bibliotecas públicas y escolares en Estados Unidos, entre ellos los de Federico García Lorca. En realidad, Venimos del fuego no es solo el título de mi novela: es una advertencia y un recordatorio.

Venimos del fuego
Sergio Bang
Plaza & Janés
360 páginas
21,90 euros
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