Opinión | ALTA FIDELIDAD
El amor y otros accidentes sísmicos
Por el camino del deseo hay que pasar varias estaciones de penitencia, meter los dedos en el enchufe alguna vez

Las integrantes del grupo Haim. / EPE
Aún tengo algo de groupie, de actitud de fan. Tengo apuntada una fecha en el calendario. El próximo 20 de junio, las hermanas Haim publican su cuarto disco, I quit, y necesito que llegue ya ese día para dejar de escuchar compulsivamente las cuatro canciones que ya han publicado de las 15 que compondrán un álbum que llevamos cinco años esperando, los que han pasado desde que editaron Women in music Pt. III en 2020.
I quit significa en inglés lo dejo o abandono, y aunque aún no sé bien qué es de lo que Haim pasan, en algún concierto han dado pistas proyectando un vídeo en el que decían: «Dejo lo que no me sirve: pensar demasiado, la nicotina, la vergüenza, el pene, mi trabajo». Yo esperaba que también dijeran que dejaban las relaciones.
Entre los adelantos de este nuevo disco está Relationships, la más escuchada de toda la discografía de la banda en Spotify, por ahora, con más de 18 millones de reproducciones. Creo que 17 millones de ellas son mías. Es una canción muy pegadiza y mal hablada en la que las tres cantan sobre lo mucho que odian las relaciones (amorosas, se entiende) y al mismo tiempo lo inevitables que son: «Creo que estoy enamorada, pero no aguanto las [seré fina en la traducción] malditas relaciones». En la canción también se preguntan cómo un inocente error se ha convertido en 17 días juntos. Enamorarse, un pequeño error, un accidente. Así lo llama Blanca Lacasa en la deliciosa nouvelle que acaba de publicar en Libros del Asteroide.
En El accidente, la escritora y periodista madrileña narra muy ágilmente ese encuentro fortuito entre dos personas que tienen pareja y en el que saltan chispas que los deslizan hacia el inevitable tobogán del coqueteo, la seducción, el equívoco, en definitiva, el deseo. Pero por el camino del deseo hay que pasar varias estaciones de penitencia, de las mariposas en el estómago a la duda de si serán compartidas, la inquietud por lo que, si son compartidas, querrá la otra persona, la necesidad de comprobarlo, meter los dedos en el enchufe, ir pensando en dejar la relación en la que estás y mudarse a la nueva en una avalancha de pensamientos que son los que Haim gritan que quieren abandonar.
Dopamina
El accidente es un relato desbocado y adictivo como son estas relaciones a las que ahora se les llama «tener un casi algo», seísmos emocionales de alta magnitud y brevísima duración de los que, además, una cree que aprenderá a controlar en el futuro cantando el estribillo malsonante de la canción de Haim, pero es más sabio reconocer que es imposible y más con las herramientas del demonio de nuestros días.
La protagonista de El accidente se encuentra intentando entender cómo ella y su nuevo amigo han pasado de escribirse por WhatsApp durante horas chispeantes historias a no saber nada de él en días. Un retrato también de lo líquidas y manipuladoras que son las formas de comunicación actuales, pura dopamina que recibe nuestro cuerpo con cada campanita que anuncia que ha llegado un nuevo mensaje.
En Relationships las Haim bajan los brazos y al final de la canción, después de preguntarse si su relación merece la pena o no, de gritar que están hartas de hablar del tema reconocen que no hay mucho remedio, que lo volverían a repetir todo igual. Espero al próximo 20 de junio para ver si en alguna canción dan con la solución para prevenir accidentes y movimientos sísmicos sobrevenidos.
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