MISCELÁNEA

He venido a hablar de mi libro: Núria Pradas, autora de 'Apreciada señora Christie'

En su última novela, la escritora rinde homenaje a Agatha Christie, para lo que hizo una lectura en profundidad de su autobiografía y viajó hacia sus paisajes, a Devonshire, la tierra que la vio nacer y que ella amaba

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La escritora Núria Pradas, autora de 'Apreciada señora Christie'.

La escritora Núria Pradas, autora de 'Apreciada señora Christie'. / EFE

Núria Pradas

Para mí la literatura es un reto. No me gustaría ser autora de una sola novela. Es decir, una escritora previsible, cómoda en su burbuja; con miedo a los cambios. Y es que los cambios en literatura son difíciles, no lo niego. Al cambiar nuestro relato, lo primero que se nos pasa por la cabeza es que quizá estamos siendo infieles a nuestro público; a todos esos lectores que tanto nos ha costado fidelizar.

Pero después de unas cuantas novelas de corte histórico y costumbrista, centrándome en la lucha de las mujeres para alcanzar su rol social, se me imponía un nuevo reto: escribir esa novela negra que desde hacía tiempo paseaba por mi cabeza, seduciéndome con sus cantos de sirena.

Apreciada señora Christie es el resultado de esa decisión, de todas las dudas que conllevó un cambio de género a esas alturas, y de la firme convicción de que un escritor debe escribir lo que desea escribir en cada momento. Con la voluntad de adentrarme en la novela negra, abría la puerta a nuevas dudas. Porque todo el mundo estará de acuerdo conmigo si digo que el género negro, tan en boga hoy en día, es un gran baúl dentro del cual se esconden y subsisten un buen número de subgéneros: policiaca, rural noir, nórdica, thriller, true crime… Un buen muestrario de donde escoger, sin duda. ¿Por dónde empezar? ¿Con qué me iba a quedar?

Escucharse para despejar dudas

Como en tantas otras cosas en esta vida, una buena manera de despejar dudas es escucharse a uno mismo. Aunque soy una buena lectora de casi toda clase de negra, no me veía yo salpicada de sangre por todas partes. La novela nórdica e, incluso, algunas novelas policiacas como las del gran Pierre Lemaitre me apasionan como lectora, pero no como escritora. Yo buscaba algo más sutil, más blanco; una novela negra donde el principal elemento fuese la reflexión sobre la psique del asesino. Sobre la misma lucha entre el bien y el mal, más allá de escenas truculentas de víctimas abiertas en canal.

Yo andaba buscando un cozy crime, un "crimen amable". Vaya, yo andaba buscando a Agatha Christie. La autora más vendida de la historia de la literatura entró en mi vida cuando yo era una adolescente curiosa que leía los libros que mi padre atesoraba en casa. Desde entonces, no me ha abandonado nunca. Ha habido épocas en que ha estado más presente; en otras se ha mantenido en la retaguardia.

En el preciso momento en que la nueva novela, tan solo un puñado de ideas inconexas, empezaba a hacerme cosquillas en la punta de los dedos, nació mi otra necesidad: la de rendir homenaje a aquella mujer, a aquella escritora, que tantos ratos de placer lector me había proporcionado.

Fue así como fui encarrilando el proyecto. Y para hacerlo realidad tenía que hacer algo indispensable. Conocer a fondo a Agatha Christie. No tan solo a la escritora, sino a la mujer. Para llevar a cabo ese propósito, hice una lectura en profundidad de su autobiografía y viajé hacia sus paisajes, hacia Devonshire, la tierra que la vio nacer y que ella amaba. Al regresar de mi viaje de documentación estaba lista para empezar una nueva novela. ¡Ah!, lo olvidaba. Agatha se había convertido ya en su protagonista.

Apreciada señora Christie

Núria Pradas

Destino

360 páginas

21,50 euros