TIEMPO PARA LEER

Oriol Nolis, periodista y escritor: "Sin lecturas, la propia existencia se convierte en un sendero estrecho"

Ha sido presentador de los Informativos de fin de semana en La 1 de TVE. Siguió desarrollando su carrera en RNE y ha sido director del centro de producción en Catalunya. También es autor de dos libros

El periodista y escritor Oriol Nolis.

El periodista y escritor Oriol Nolis. / EPE

Anna R. Alós

¿Libros en el recuerdo?

De niño recuerdo sobre todo Cuentos por teléfono, de Gianni Rodari, y los libros de Kasperle, de Josephine Siebe. Y de adulto… creo que Beatriz y los cuerpos celestes, de Lucía Etxebarría. Lo leí con 19 o 20 años y en aquel momento me impactó mucho.

¿Una novela por excelencia?

Tan poca vida, de Hanya Yanagihara, ambientada en Nueva York y que narra la vida de cuatro amigos a lo largo de los años. Sobresale por muchos aspectos. Es desgarradora hasta extremos que no he encontrado en ninguna otra historia. El dolor de Jude, el protagonista, te atraviesa consiguiendo algo dificilísimo: que al leerla sientas que tú mismo estás dentro del libro.

¿Una novela que plantee dilemas?

Los días perfectos, de Jacobo Bergareche, que contrapone distintos momentos de las relaciones de pareja con una lucidez asombrosa. Y lo hace equilibrando sentimientos como el deseo o la culpa sin caer en ningún tipo de remilgo. Entre sus aciertos creo que está el hecho de no juzgar a sus personajes permitiendo al lector empatizar con todos ellos.

¿Una biografía?

Fouché, el genio tenebroso, de Stefan Zweig, un personaje que le resta épica a la Revolución Francesa. A menudo le han criticado por ambicionar el poder a cualquier precio, pero yo veo en él un pragmatismo más útil que la defensa de posiciones numantinas que solo llevan al desastre. Es como si en el fondo te estuviera diciendo que no hay que ser prisionero de tus ideas y que todo es más relativo de lo que creemos. Puede parecer un cínico o una persona sin principios, pero creo que es mucho más que eso.

¿Qué es para usted leer?

Es a menudo un refugio, un lugar al que poder escapar. Mi placer por la lectura nace sobre todo de la necesidad de ponerme a salvo. Sin lecturas, la propia existencia se convierte en un sendero estrecho, pobre y triste. Procuro no abandonar ninguna, aunque no siempre lo consigo. Los autores deberíamos pensar en la gran responsabilidad que tenemos para con el tiempo. Ah, y siempre leo en papel; nunca he utilizado un libro electrónico.