CRÍTICA

'Antoni Gaudí, vida y obra', de Armand Puig: la mística de la perfección

El autor indaga en la vida y la obra del singular arquitecto en este libro

Reproducción de una fotografía de Gaudí en una procesión de Corpus Christi.

Reproducción de una fotografía de Gaudí en una procesión de Corpus Christi. / EPC

Óscar R. Buznego

La Sagrada Familia es una expresión plena de la creatividad humana, el simbolismo religioso, las múltiples vertientes de la arquitectura y de tantas cosas más. En suma, una obra culminante. Lo atestiguan las multitudes que caen rendidas a su belleza exuberante, abrumadora, absoluta. El visitante no puede contener los gestos de admiración y no es raro que experimente un trance. La construcción tiene unas dimensiones descomunales, posee unas características muy específicas y está nutrida de una significación cultural que le confieren una grandeza única.

El primer proyecto fue redactado en 1866. Los trabajos se iniciaron en 1882 y, tras varias paradas, modificaciones del diseño inicial e indecisiones sobre su continuidad, según la última previsión concluirán en 2033. La Sagrada Familia es el sueño cumplido de Antonio Gaudí de levantar una gran iglesia, una mansión digna de Dios, el templo, a cuya realización se entregó en cuerpo y alma, hasta el punto de que renunció a sus honorarios y acabó mendigando para seguir adelante con la idea, cuando se detenía debido a la falta de financiación.

La Sagrada Familia es un producto arquitectónico convertido en un emblema urbano. Su trazo define el perfil actual de Barcelona. Fue concebida en un suburbio y hoy está en el corazón de la ciudad. Pero su presencia no deja de evocar a Gaudí. La personalidad del arquitecto se manifiesta en cada uno de sus elementos, en cada forma y en la totalidad del edificio. Armand Puig describe en detalle la procedencia, la ubicación, las referencias bíblicas y teológicas de las piezas ensambladas. El propósito que anima su libro, sin embargo, es el estudio del hombre que está detrás de un conjunto de proyectos civiles y religiosos muy reconocible por su singularidad. La obra, en realidad, es el reflejo fiel de una persona excepcional.

Hijo de un artesano de Reus, Gaudí no brilló en sus estudios. Su asistencia a clase era ocasional y cosechó más de un suspenso. En cierto modo, fue un autodidacta. Leyó mucho y se guio en primer lugar por su curiosidad y sus inquietudes humanísticas. Aún joven, sufrió una crisis existencial y decidió practicar un ayuno voluntario que casi lo lleva a la muerte.

Actitud vital

Esa experiencia cambió radicalmente su actitud vital. El dandy que se exhibía por las calles de Barcelona con un aspecto colorido y distinguido renació transformado en un individuo austero y descuidado con las cosas de este mundo, que vivía como un asceta, dando a su vida un sentido profundamente religioso. Pasó entonces a rehusar la ropa nueva y vestirse con la vieja que compraba, cosida con imperdibles. Dejó de moverse en calesa y pasó a desplazarse a pie o en tranvía, el vehículo que un día de 1926 lo golpeó mortalmente. Solo publicó un artículo y nunca dio una conferencia ni habló en público. Murió pobre, como había vivido, alejado del gentío que lo acompañó en el entierro.

Joan Maragall, incondicional suyo, escribió que en él latía "el ensueño de un místico y el refinado deleite de un poeta". Le tocó una época muy conflictiva de Cataluña. Rechazaba la violencia y la revolución. Era demócrata, catalanista y evolucionó del cooperativismo al catolicismo social. Sintonizaba con el nacionalismo de la Lliga Regionalista. Pero por encima de filiaciones ideológicas, preconizaba un orden social que facilitara la convivencia.

No militaba en la lucha de clases; reaccionó a la Semana Trágica proyectando unas escuelas para los hijos de los obreros, que fueron construidas en un espacio anexo a la Sagrada Familia; a fin de cuentas, sus iglesias, sus casas y su vida son otras tantas huellas de la belleza, la armonía y, en suma, la perfección, que siempre persiguió buscando a Dios. Lo bello debe ser útil y lo útil bello, era su lema. Gaudí fue un genio de la cultura catalana, más que un modernista, concluye Armand Puig en esta magnífica biografía, rigurosamente documentada, bien construida y escrita en excelente prosa. Una maravilla gaudiana.

'Antoni Gaudí, vida y obra'

Armand Puig

Arpa

392 páginas

21,75 euros