CRÍTICA

'Mis hombres', de Victoria Kielland: el peso de lo ausente

La autora recrea la vida de la asesina en serie Brynhild Størset en este libro cargado de silencios, elipsis y omisiones

La escritora Victoria Kielland, autora de 'Mis hombres'.

La escritora Victoria Kielland, autora de 'Mis hombres'. / EPE

Marta Marne

Brynhild Størset, personaje real en el que se inspira Mis hombres, nació en 1859 en un pequeño pueblo de Noruega. A principios de la década de 1880, emigró a EEUU en busca de una vida mejor. Allí ya residía su hermana mayor, Nellie, con quien vivió durante un tiempo en Chicago. Fue en esta ciudad donde conoció a su primer marido, Mads Sørensen, y más tarde a Peder Gunness. Ambos eran noruegos y ambos murieron a manos de Brynhild.

Pero no fueron sus únicas víctimas. Aunque los registros son imprecisos, se estima que esta asesina en serie pudo acabar con la vida de más de 30 personas. Sin embargo, nunca fue juzgada: desapareció tras un incendio en su granja y hasta hoy no se ha esclarecido si su cuerpo fue uno de los que aparecieron tras el siniestro.

Victoria Kielland (Fredrikstad, Noruega, 1985) toma como base la vida de Brynhild para construir una adaptación libre en su totalidad. En lugar de optar por un thriller que siguiera a la protagonista mientras huía y cambiaba de identidad, Kielland elige un enfoque mucho más introspectivo.

La autora deja claro que no busca una biografía novelada ni una trama adictiva: lo esencial aquí no es lo que se cuenta, sino lo que se omite. A través de capítulos fragmentados y frases inconclusas, Kielland recrea una atmósfera abrumadoramente sensorial. El lector no solo percibe el aroma de las flores muertas o el sabor de la tierra; también siente la humedad en las paredes, el moho en los rincones y la suavidad de las alfombras bajo los pies.

Este es un libro sobre el vacío, la soledad y las emociones que laten en los márgenes de la violencia

La inmigración es un tema recurrente a lo largo del libro: las duras condiciones de vida de quienes llegan a un país extranjero, las limitaciones laborales y la endogamia forzada por las barreras culturales y lingüísticas. Este trasfondo no solo contextualiza a Brynhild, sino que también subraya la violencia estructural que atraviesa sus actos.

Violencia, eje clave

Y es que la violencia, precisamente, es el eje clave de Mis hombres, como bien señala Edurne Portela en el prólogo. Este título se inscribe en una colección que incluye obras como Luces de invierno de Irati Elorrieta o Una nueva tierra salvaje de Diane Cook, todas ellas marcadas por el desarraigo y la relación con el entorno. Sin embargo, Kielland toma una decisión crucial: la violencia explícita que aparece en la novela recae sobre Brynhild, no sobre sus víctimas.

Esto desafía la tendencia común en la literatura y el audiovisual a mostrar con detalle la violencia contra los cuerpos femeninos, a exhibirla de una forma tan explícita que cualquier mujer podría imaginarse en una escena similar dada su omnipresencia en la narrativa contemporánea. Mis hombres rehúye este camino y se convierte en un libro sobre lo intangible: el dolor, el silencio, la alienación.

Con una prosa de belleza poética, traducida de manera magistral por Lotte Katrine Tollefsen, Kielland nos sumerge en la mente de su protagonista. A través de elipsis y monólogos interiores en tercera persona, Mis hombres no trata de justificar a Brynhild, sino de explorar su dolor y su peculiar forma de mirar el mundo. No es un libro sobre crímenes; es un libro sobre el vacío, la soledad y las emociones que laten en los márgenes de la violencia.

'Mis hombres'

Victoria Kielland

Traducción del Lotte Katrine Tollefsen

Galaxia Gutenberg

176 páginas. 19 euros