TIEMPO PARA LEER

Lola Marceli, actriz: "Leer y escribir son fundamentales para construirnos como seres humanos"

Alicantina, pero malagueña de adopción, actriz y filóloga, nominada a mejor actriz en Australia por 'La Spagnola'

La actriz Lola Marceli.

La actriz Lola Marceli. / EPE

Anna R. Alós

P. ¿Leer le resulta fundamental? 

R. Leer y escribir son esenciales para constituirnos como los seres humanos que hemos sido hasta ahora. 

P. ¿Influye el lenguaje?

R. El peso del lenguaje, y de las lenguas, es fundamental en nuestra manera de pensar, de entender y concebir el mundo y, sobre todo, de comprender al "otro"; de entender otras vidas.

P. ¿La primera lectura que le deslumbró? 

R. Aprendí a leer siendo muy pequeñita con cuadernillos, a partir de los tres años y medio o cuatro. Aún tengo el recuerdo nítido del momento en que fui capaz de pronunciar el “pra, pre, pri, pro, pru”. Me parecía asombroso aprender a juntar letras y palabras.

P. ¿Y llegaron los cuentos?

R. Sí, además, mi padre era muy lector. A los diez y once años, después de Enid Blyton, descubrí el misterio con Agatha Christie. Creaba un mundo mío. Leer era, metafóricamente hablando, lo más cercano a tener una cabaña en un árbol.

P. ¿Títulos de vida adulta?

R. Stoner, de John Williams. Me hizo gracia la coincidencia de nombre con el compositor de la mayoría de bandas sonoras de Steven Spielberg. Me encontré con un libro que habla de fracasos y renuncias, pero también alcanza momentos de una humanidad extraordinaria, y en el que precisamente la literatura es lo que cambia la vida del protagonista. 

P. ¿Más títulos?

R. Una singularidad desnuda, de Sergio de la Pava. Es complicado resumir de qué va el libro porque aborda la crítica a la sociedad y al sistema legal. Tantas fracturas que parece que todo se desdobla. Después hay momentos en los que escribe en spanglish y es bestial. También Número Dos, de David Foenkinos.

P. Habla de justicia poética. ¿Existe?

R. Todo lo poético existe por definición. Tiene algo bastante simplista, e incluso un cierto aire de positivismo que no me suele agradar en demasía. Foenkinos también dirige cine y conoce bien los entresijos de este oficio, escribe una historia tierna en la que ahonda en la impostura de los conceptos de éxito y fracaso, y de cómo nos marcan y nos moldean. 

P. ¿Una novela en la mesilla de noche?

R. Madres e hijos, de Theodor Kallifatides. La visita anual del escritor, ya de una cierta edad, a su anciana madre en Grecia. Rescato una frase: "Mi madre es mi patria. Cuando la pierda, perderé mi patria".