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El Retiro: un nirvana para los libros

Qué historias más hermosas las que esconden las ferias

La Feria del Libro de Madrid, en su edición de 2023

La Feria del Libro de Madrid, en su edición de 2023 / Alba Vigaray

La Feria del Libro de Madrid es de los lectores. Cierto que los autores y editores ponen el contenido, pero son los hambrientos engullidores de historias los que llenan las casetas. Muchos dicen que no todos van a comprar libros. Recalcan, la mayoría. Pero las cifras contradicen esta afirmación lanzada muy a la brava.

La edición anterior a la pandemia, la de 2019, la cantidad de madrileños, o no, que visitaron las columna vertebral de la feria ascendió a 2,3 millones de personas. La venta de ejemplares sobrepasó los 550.000, cantidad que supuso una recaudación de más de 10 millones de euros.

Ya se sabe, a unos días de su finalización y con el último fin de semana todavía por disfrutar y con una previsión de sol que los anteriores no tuvieron, que las cifras apuntan a ser superadas. La devoción por la lectura se mantiene.

Además, la dirección de la feria mejora. Por fin a alguien se le ocurrió analizar el flujo de visitantes para organizarlos mejor. Después de tantos años se tuvo a bien contratar a un grupo de arquitectos que ha trabajado en un nuevo urbanismo interno para eliminar las colas ante las casetas.

Sólo creando bloques con pasillos de apertura laterales se ha aliviado uno de los problemas históricos del evento, aunque también tuviera su qué ese descontrol descontrolado que tanto gusta en la creación.

Como en Sant Jordi en Barcelona o en Palma, en la feria de Valladolid o en Sevilla, el Retiro de Madrid se convierte en un paraíso de autores. La conexión que existe entre el lector y el escritor es de estudio psicológico. Y es normal. Durante días, los que dura la lectura de un libro, la simbiosis entre autor/lector se convierte en única.

Y eso es lo que reciben los escritores durante una feria. Un ritual ceremonial. Entregar el libro, comentar la obra, preguntar el nombre, escribirlo en la hoja del título... Qué historias más hermosas las que esconden las ferias.