CRÍTICA

Crítica de 'La bestia ideal', de Erika Martínez: pirotecnia verbal

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La autora destapa el frasco de las esencias en su última obra

La poeta Erika Martínez, autora de 'La bestia ideal'

La poeta Erika Martínez, autora de 'La bestia ideal' / EPE

Juan Carlos Abril

Erika Martínez (Jaén, 1979) es una poeta joven pero ya reconocida por crítica y lectores. Profesora titular de la Universidad de Granada, ha publicado Color carne (2009), El falso techo (2013), Chocar con algo (2017) y este, La bestia ideal (2022), destapando el frasco de las esencias -su secreto mejor guardado, esperemos que no sea el único- para aquellos iniciados que esperan una vuelta de tuerca en ese lenguaje de la poesía española contemporánea que, por desgracia, ha quedado automatizado y hecho cliché en las últimas décadas, sobre todo tras la larga ola de la poesía de la experiencia, con sus imitadores y epígonos, que hoy siguen vivos en el panorama actual, reproduciendo el mismo paradigma.

Su poesía no solo ofrece aire fresco, sino renovación. Así, este libro se halla en otra onda y en otras búsquedas lingüísticas, lejos de la normalidad y la cotidianidad, sondeando desde el ludismo las volutas de la imaginación y, hay que decirlo, asumiendo riesgos estilísticos y de sentido, logrando sus propósitos.

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Habrá quien diga que es un exceso y habrá quien diga que no llega. Juzguen por sí mismos: "El filósofo ama a hurtadillas al poema. El poema, a la música. La música, a todo lo que vive/ e incluso a lo que no, siempre que venga con su ritmo" (31, de New Romantic), confiesa la poeta, que repasa los grandes temas que suelen azotar a la constitución de la propia poesía, su guerra platónica con la filosofía, así como su hermanamiento con la música. 

El despliegue o pirotecnia verbal se pone al servicio de la sorpresa y el descubrimiento, subrayando la revelación y ese misterio que toda obra de arte debe devolver. Una poesía escrita desde las vísceras y recitada con el corazón, aunque siempre dictada por la inteligencia que, como bien sabe Martínez, da el nombre exacto de las cosas. Exacto y oblicuo en su forma y en su presentación.

El ludismo es, ya se sabe, una cualidad inherente e innata a la poesía. La poeta no otorga demasiadas pistas sobre los textos, y no hace falta. Sin embargo, habría que entender que "trabajas como una bestia, pero lo que produces cruza por tu cabeza moviendo su figura mucho antes de ponerte a trabajar", asegura el poema homónimo La bestia ideal (18).

Poética y recursos

En cierto modo, muestra una suerte de poética, explicando que antes de plasmar algo lo rumia con antelación, madurando lo que escribirá. Sería un buen resumen de esta poesía, con un método compositivo de orfebre y una estimable labor retórica. La autora domina sus recursos y se divierte.

"Martínez transita un camino particular pleno de hallazgos, con una mirada personal compartible, paradójica y atractiva desde el choque semántico de las palabras"

Dividido en tres partes, Economía del don, la sección más extensa del conjunto, a su vez parcelada en dos mitades simétricas de 13 poemas: Santiago, en homenaje a Radio Futura, su líder Santiago Auserón o Juan Perro, y una perfecta excusa para examinar el tema de España, architema donde los haya en nuestra lírica, desde el casticismo rampante a la crítica más afilada, como en Coda (o formas de ser) (60): "España es el cadáver seco de una paloma. España es Francisco Brines hablando a través de la güija con Luis Felipe Vivanco […] España no es una paloma. España no es una güija. Santiago no es España" (ibíd.); y El nunca se acaba de los cuerpos, La bestia ideal combina desde la Gestalt la abstracción y el realismo crudo, lo material y lo ideal, su cielo y su suelo: "No lloré en el funeral de nuestro amigo y, sin embargo, estoy llorando delante de tus uñas. Te las dejaste en el lavabo / sueltas, recién cortadas" (72), describe la poeta en el poema homónimo de este apartado.

Libro de madurez creativa, Martínez transita un camino particular pleno de hallazgos, con una mirada personal compartible, paradójica y atractiva desde el choque semántico de las palabras. No debería escapársele a ningún aficionado al género.

'La bestia ideal'

Erika Martínez

Pre-Textos

88 páginas

18 euros