CRÍTICAS

Cuando emerge el pasado

"Amigos y héroes" cierra el ciclo balcánico y la primera de las trilogías de Olivia Manning sobre la II Guerra Mundial

Olivia Manning, por Pablo García.

Olivia Manning, por Pablo García.

Luis M. Alonso

Luis M. Alonso

He vuelto a Amigos y héroes, la tercera parte de la trilogía balcánica de Olivia Manning, que, junto a las tres que componen la del Levante, integran Fortunes Of War, un entretenido y monumental fresco sobre la Segunda Guerra Mundial, probablemente el más grande de todos los publicados en la historia de la literatura acerca de una época. Manning, además de una desapasionada moralista, era una narradora inimitable, artísticamente adelantada, dueña de una prosa sobria, poco sentimental y, a veces, muy original. Visto desde la perspectiva de los años, su estilo concuerda más con los gustos literarios actuales que con los de su tiempo, de ahí posiblemente el mayor éxito que alcanzó en la posteridad.

Las seis novelas de las dos trilogías se refuerzan entre sí y poseen el efecto de las imágenes fuertemente iluminadas que solo una autora como ella, testigo privilegiado de unos acontecimientos, puede proyectar fielmente por haberlas vivido de cerca. Manning se encontraba con su marido, Reggie Smith, en Bucarest cuando Rumanía comenzó a ponerse del lado de la Alemania nazi. Junto con otros expatriados, la pareja escapó a Atenas y, cuando cayó Grecia, se trasladaron a Egipto y más tarde a Palestina. Ambos trabajaron durante la guerra, él en la enseñanza, ella en distintos empleos, incluso como agregada de prensa en la Embajada de Estados Unidos en El Cairo y en las páginas literarias del Jerusalem Post. Todo esto le suministró material no solo para las trilogías, sino también para dos libros anteriores, Artist Between The Missing (1949) y School For Love (1951). Ambos pueden considerarse anticipos de los que vendrían a continuación a partir de la década de los sesenta, y destilan un mensaje claro contra el colonialismo, las consecuencias del imperio y de la guerra.

En Amigos y héroes, la escritora nacida en Portsmouth y que presumía de angloirlandesa brilla en la reconstrucción histórica, tanto en el ritmo incansable de la propia aventura de sus protagonistas Guy y Harriet Pringle, sosias en cierto modo de ella y de su marido, como del numeroso y rico elenco de personajes que pululan por la novela. Igual que sucede en las dos entregas anteriores, la aclamada La gran fortuna (1960) y La ciudad expoliada (1962), publicadas con anterioridad también por Libros del Asteroide. Cuando por fin Harriet y Guy se reencuentran en Atenas, después de permanecer este atrapado en Bucarest, nuevos obstáculos vuelven a cruzarse en sus caminos.

La portada de 'Amigos y héroes' de Olivia Manning.

La portada de 'Amigos y héroes' de Olivia Manning. / EPE

La trama, en general, de las novelas de las dos trilogías tienen algo del suspense de una narración puramente de aventuras, realzada por la aparición de hechos postergados como si el lector se sometiese a un examen cuyo tema fuera la historia en lugar de la memoria subjetiva. Nombres y lugares olvidados vuelven a la vida: el mariscal de campo Claude Auchinleck, comandante en jefe del Ejército británico durante la Segunda Guerra Mundial; el rey Carol de Rumanía; el dictador griego Metaxas, del mismo modo que enclaves tan vitales como Tobruk y El Alamein. La forma en que este mundo pasado emerge a la superficie no es proustiana ni metafórica; el impulso narrativo de Manning rara vez tiene tiempo para detenerse en digresiones. Elude el estilo elevado, evita el sentimentalismo, y aunque puede manejar con gran sentido la atmósfera, sus principales intereses resultan ser dos pilares de cualquier ficción realista: los personajes y la acción. En las trilogías de la autora británica no hay menos acontecimientos que en las portadas de los periódicos del mundo de entonces, que le brindan el marco más amplio posible a lo que Manning pretende contar. Pese a esa prosa sencilla, en ocasiones algo pedestre, la autora de Amigos y héroes parece inspirarse para sus primeros tres libros en otra trilogía famosa, Sword Of Honour, de Evelyn Waugh, cuyo segundo volumen acababa de aparecer cuando Manning se puso manos a la obra en 1956. Las afinidades literarias, de las que hablaba, con su editor de Punch, Anthony Powell, y su megalomaniaca Una danza para la música del tiempo se justifican menos. En este caso puede que afortunadamente para Olivia Manning.

Sin tener en cuenta la versión televisiva de alto presupuesto de la BBC de 1987, que extrajo lo mejor de los libros de Fortunes Of War, el gigantesco esfuerzo de los seis volúmenes de Manning se puede considerar una de esas combinaciones raras y completas de telenovela y literatura capaz de colmar las ambiciones de dos audiencias: aquellos que buscan lo que en términos comerciales se podría considerar simplemente una amena lectura y los que pretenden encontrar en sus páginas algo más. Particularmente, he pasado muy buenos ratos leyendo estos libros.

Amigos y héroes

Olivia Manning

Traducción de Concha Cardeñoso

Libros del Asteroide, 448 páginas, 24,95 euros