AUTORA DE 'GOZO'

He venido a hablar de mi libro: Azahara Alonso

He venido a hablar de mi libro. Jorge Corrales

He venido a hablar de mi libro. Emma Vallespinós

La narrativa es uno de los mejores lugares desde y en los que pensar, especialmente si se trata del tiempo

La escritora Azahara Alonso

La escritora Azahara Alonso / EPE

Azahara Alonso

Durante mucho tiempo hojeé un libro con insistencia. Una y otra vez pasaba sus páginas hacia adelante y hacia atrás, me dejaba deslumbrar por sus ilustraciones, por los colores vivísimos, por los textos que ya había leído varias veces, por los juegos que proponía.

El libro descifraba algunas anécdotas y claves de una serie televisiva —quizá la serie por excelencia para más de una generación: Los Simpson—, pero también proponía, de manera muy sutil, una especie de pasatiempo que me ataba: un asterisco remitía a otra página para encontrar en ella el sentido de la vida. Nada menos. Cuando llegaba a esa página, un nuevo asterisco me invitaba a otra, y a otra y a otra, y así sucesivamente, convirtiendo el pasatiempo en tomadura de pelo o reflejo demasiado nítido de lo real.

La pregunta por el sentido de las cosas —del todo y de las partes— no se plantea sin humor siendo tan joven como entonces, pero revolotea insistente desde su primera vez. Conforma la trama de algo inasible, y asoma demasiadas veces en medio de un esfuerzo continuado, sobre todo laboral.

Así lo pensaba mientras ideaba y más tarde escribía Gozo (Siruela, 2023), libro que intenta reflexionar sobre esos empeños: la política de los tiempos, la influencia de los lugares en nuestro carácter, la liberación que ya no ofrece la gastada concepción del viaje de los últimos tiempos y, sobre todo, el trabajo y la posibilidad de su invalidación tal y como lo conocemos.

Se dice que todo libro nace de la intemperie, y esa es la mía. Pero creo que cualquier libro nace además del enamoramiento, y uno de los que yo tengo es de un lugar. Isla doble: la porción de tierra sólida que flota sobre el mar Mediterráneo y el hueco —isla inversa— que queda cuando quitamos del centro del tiempo y de las biografías la pieza del trabajo.

Espacio de libertad

El asunto, por supuesto, es dónde y cómo encajan las palabras que lo cuentan, y en mi imaginario la narrativa es uno de los mejores lugares desde y en los que pensar, especialmente si se trata del tiempo. Narrativa que nos permita la posibilidad de una novela porosa, abierta hoy a lo que exija presencia en sus páginas, no importa si vivencia o reflexión, crónica o pensamiento poético.

Al fin y al cabo, los personajes que cada uno/a somos no dejan de incorporar influencias híbridas a su monólogo interior. ¿Por qué evitarlas entonces por escrito? ¿Por qué obedecer completamente a formas preestablecidas si la literatura es, entre otras cosas, un espacio de libertad?

La —laboriosísima— ventaja de la escritura frente al paso de los días es, así me lo parece, la oportunidad de moldear y corregir, de desbrozar la maleza que nos impide ver el hilo narrativo, o crearlo para estar en la ilusión de las cosas bien cerradas, de la esfericidad. Por eso todo y nada tiene que ver mi experiencia real de la isla con el resultado que se narra en Gozo. Y por eso también a veces lo hojeo con curiosidad y un ligero temor, tratando de averiguar a dónde llevan los asteriscos que en él señalan una pausa. Quizá al sentido de aquella forma de vida, sabrosa y con hueso, como un melocotón.

'Gozo'

Azahara Alonso

Siruela

226 páginas

15,95 euros