PERFIL

Emma Riverola, la fragancia Rodoreda

Como los personajes de su última novela, la escritora reivindica la transformación como motor de vida

La escritora Emma Riverola

La escritora Emma Riverola / Zowy Voeten

Dídac Peyret

Emma Riverola (Barcelona, 1965) tiene una carcajada sonora que acentúa su entusiasmo. Son las dos y media del mediodía, es lunes de Pascua y su familia la espera en la mesa para comer. Por su forma de contarlo intuyo que la apremian pero disfruta del momento. Se explaya en los enredos de su último libro, Metamorphosis, como hacen los escritores aunque lo suyo no sea exactamente vocacional ni un asunto familiar.

Hija de un ingeniero y una ama de casa, admite que cada frase es una batalla (ha tardado seis años en parir su último libro) y resalta que no ha seguido un camino recto. “Me acuerdo cuando Marina Garcés hablaba del procés y decía que era la utopía disponible. Pues yo creo que la escritura es mi expresión creativa disponible”, asegura. “Lo que me interesa es crear mundos. Fui la niña que pintaba, luego la niña que bailaba y después la mujer que escribía y que hizo publicidad porque me interesaba el mundo creativo”.

"La literatura y el teatro me han permitido vivir otras vidas"

El tono luminoso de sus respuestas contrasta con el lenguaje turbio de su última novela. Personajes con una agresividad para dentro y atravesados por vínculos defectuosos inspirados en el universo Rodoreda. La escritora es una de las protagonistas del libro con un tema latente: la maternidad y esa figura, la de las madres abandonadoras, que ya trató Begoña Gómez Urzaiz en su ensayo publicado por Destino.

“En la novela hablo de la mujer salamandra. Esta idea de tener los hijos a través de los huevos y después irse y ser libre, o volar, como decía Rodoreda”. Riverola usa el género epistolar para hacer un juego de espejos entre una madre cuidadora y otra más transgresora capaz de priorizar su carrera. Unas cartas que conectan la Barcelona de la Guerra Civil y la del presente con un hilo conductor: la reconstrucción de un perfume perdido.

Fascinación

La autora se acercó al mundo Rodoreda desde la fascinación por una figura enigmática. “No fue desde la perplejidad, sino desde el interés. Estamos acostumbrados a que los hombres pongan por delante la profesión a la familia y en una mujer no es tan habitual. Tuvo un hijo no deseado con su tío y la maternidad no fue un impulso en su vida. También vivió la Guerra Civil y esa  esa dureza con la que se expresa sin mostrar culpa cuando habla de la maternidad, la convierten en una figura fascinante”.

Riverola reconoce que “hay una contradicción entre lo que es el cuidado de los hijos y tu libertad”, pero asegura vivir una relación muy sana con la maternidad. “Tengo una relación fantástica con mis hijos y nunca he sentido el peso de la maternidad desde un punto de vista emocional. Ha sido más una experiencia de crecimiento”.

Como los personajes de su última novela, Riverola reivindica la transformación como motor de vida. “No vivo pensando en lo que me he perdido. No soy una persona nostálgica y la literatura y el teatro me han permitido vivir otras vidas”.

'Metamorphosis'

Emma Riverola

Edhasa

288 páginas

18 euros