OBRÚSCULO

Charles Dickens y Wilkie Collins, reunión de dos gigantes

Los autores británicos escribieron una novela cómica a cuatro manos

Charles Dickens.

Charles Dickens. / EPE

Mariana Sández

En otoño de 1857, dos de los más populares escritores británicos, Charles Dickens y Wilkie Collins, deciden tomarse unas vacaciones de su jefa la señora Literatura y emprender juntos un viaje hacia el norte de Inglaterra. Durante aquella accidentada excursión, toma forma la novela Lazy tour of two idle apprentices (Viaje ocioso de dos aprendices perezosos), discontinuada en español y afortunadamente recuperada hace tres años con el título Los perezosos.  

Con 45 años, Dickens ya había escrito buena parte de su obra más célebre, entre las que se incluyen Oliver Twist, Nicholas Nickleby, Cuento de Navidad y Tiempos difíciles. Doce años menor, Collins había publicado algunas novelas y comenzaba a despuntar como una promesa literaria que acabó desplegando una prolífica obra de ficción y no ficción. 

Desde que fueron presentados en 1851, construyeron una sólida amistad hasta el final de sus días. Más aún, el matrimonio entre un hermano de Collins y una hija de Dickens los convirtió en parientes. Poco después de conocerse empezaron a colaborar en espacios periodísticos y coescribieron relatos cortos, en los que también participaron autores como Elizabeth Gaskell. 

En septiembre de 1857, entonces, emprenden un recorrido por el Lake District, región de imponente naturaleza, en la que se radicaban muchos poetas y escritores. Para ello, los autores de Los perezosos asumen los nombres que dan vida a sus alter ego en la ficción. Collins se bautiza como Thomas Idle, que significa "vago, perezoso", y encarna al hombre que nace y vive en honor a su apellido: siempre prefiere hacer nada. Mientras que Dickens recibe el nombre de Francis Goodchild, "el buen chico", alguien que elige trabajar de vago y solo siente que funciona cuando se encuentra activamente haciendo algo que sea una pérdida de tiempo. 

"Francis Goodchild era laboriosamente perezoso y habría afrontado toda clase de penas y fatigas para demostrarse a sí mismo su propia holgazanería. Thomas Idle era un holgazán al más puro estilo irlandés o napolitano, un holgazán pasivo, innato, consecuente, que practicaba lo que habría predicado de no haber sido demasiado holgazán para predicar", explica con evidente tono satírico el narrador de Los perezosos, al comienzo de la novela, anticipando ya el aliento humorístico que recorrerá toda la historia.

MAESTROS DEL GÉNERO

Además de un diario de viaje, donde destaca el interés por sumergirse en la personalidad de estos gigantes y descubrir la amistad entre ambos, el relato está guiado por divertidas peripecias, personajes grotescos y un par de narraciones de fantasmas escritas por dos maestros del género. Porque, si bien hacen alarde permanente de su indolencia, están dispuestos a pasar las noches durmiendo con un muerto, con locos de un manicomio o en una posada fantasmagórica. Como se lee en la portada, la gracia reside también en "dos amigos cuya holgazanería constituye un paradójico acto de rebeldía en una Inglaterra victoriana que ensalzaba la diligencia y la productividad como virtudes rectoras".

Sepa el futuro lector que estamos ante un relato purísimo de los de antes: de tiempos lentos y distracciones morosas, con el espíritu de La vuelta al mundo en ochenta días y el Quijote. En su corte clásico reside el valor arqueológico, pero requiere un lector atento, relajado, entusiasta. Quizá es incluso una excusa para abrir un paréntesis en la desaforada realidad actual y dejarse llevar por la energía vital de altri tempi.

La novela fue primero publicada en fascículos en el periódico de Dickens, Household Words, durante 1857, y luego como libro en 1890, tras la muerte de ambos. Ediciones Gatopardo, de Barcelona, rescató una edición anterior, descatalogada, de Los perezosos en español y la publicó en marzo de 2019, con una excelente traducción de Jordi Gubern. Sea esta entonces una especial oportunidad para deleitarse con ella.

'Los perezosos'

Charles Dickens y Wilkie Collins

Traducción de Jordi Gubern

Gatopardo

152 páginas

15,95 euros