PERFIL

María José Navia: siguiendo el camino de baldosas amarillas

La escritora chilena es miembro de esa joven generación llamada a proseguir a los ya consagrados, como Alejandro Zambra y Nona Fernández

La escritora chilena María José Navia, fotografiada durante su reciente visita a Madrid.

La escritora chilena María José Navia, fotografiada durante su reciente visita a Madrid. / Isabel Wagemann

Una de las cosas que más echó de menos la escritora chilena María José Navia (Santiago, 1982), miembro de esa joven generación llamada a proseguir a los ya consagrados, como Alejandro Zambra y Nona Fernández, fue poder ir al cine. "Creí seriamente que se había acabado para siempre ese acto de encerrarte durante dos horas a oscuras con un grupo de gente extraña que aunque piensan distinto a ti se están conmoviendo a la vez que tú. Hay algo transformador es eso y temí que no volviera".

Dice esto el día en que se estrena en Barcelona Los Fabelman, de Steven Spielberg, una coincidencia que a ella le habla de buenos augurios para la salida de su libro de cuentos, Todo lo que aprendimos de las películas (Páginas de Espuma), que fue finalista del premio Ribera del Duero el año pasado. 

Aunque joven, hay mucho camino andando en la trayectoria de esta autora que estudió en las universidades de Nueva York y Georgetown (Washington), y hoy es profesora de Literatura en Santiago de Chile: cinco libros de cuentos y una novela, lo que dice mucho de su amor por las narraciones breves que en ocasiones estiran sus tentáculos de un cuento al otro para formar una figura mayor que solo le corresponde ver al lector.

Amparándose en figuras como Joy Williams, Mavis Gallant, Lucia Berlin, Edith Perlman y Amy Hempel, la flor y nata de la escritura cuentística anglosajona, Navia teme que en una librería el lector poco avisado pueda pensar que este es un libro erudito. Nada más lejos. Hay cine en él, referencias a James Bond, Tim Burton, Quentin Tarantino y, claro esta, a una de las películas favorita de la autora, Lost in traslation. "Las películas son tan importantes como las canciones porque son cosas que nos pasan. Son experiencias íntimas y así aparecen en mis cuentos", asegura mientras señala en su solapa dos pines -una Ciudad Esmeralda y unos zapatitos de rubí- que la señalan como miembro de esa curiosa sociedad de creadores declarados fans de la madre de todas las películas de culto, El mago de Oz.

OBSESIONES

David Lynch, Stephen King y Salman Rushdie, que escribió un precioso ensayo sobre el cuento, son admiradores tanto de este clásico de 1939 como de las historias originales de L. Frank Baum -hasta 14 tomos llegó a escribir-. "Durante la pandemia me las leí al completo y ahora estoy escribiendo una novela en la que se reúnen la saga literaria que es muy desconocida más allá del primer volumen, el rodaje de la película, Judy Garland y todas su derivadas".

Una de esas derivadas es la proximidad familiar de Navia con los hermanos Herman y Joseph Mankiewicz, primos de su bisabuela. Y es que Herman, además de ser el guionista de Ciudadano Kane, como se muestra en Mank, lo fue también de El mago Oz. "De hecho, fue a él a quien se le ocurrió cambiar el color de los zapatos de Dorothy de plateado a rojo para que contrastara con el camino de baldosas amarillas".

Regresando a este libro de cuentos en el que también, cómo no, se vierten referencias a la película de Victor Fleming, se pueden detectar en él alguna de las otras obsesiones mayores de la autora -más allá de la cinefilia- , la que su editor, Juan Casamayor, define como domofilia, el amor a las casas, vertebrador de sus historias sobre lugares que en ocasiones se quedan embrujados por sus inquilinos, una forma de decir que son los habitantes los que crean los espacios.

Navia lo traslada a su propia intimidad: “Yo siempre he vivido en pequeños apartamentos y solía escribir en la cocina pero tras la pandemia he conseguido una casa donde por primera vez tengo un cuarto propio y allí escribo más que nunca. Virginia Woolf tenía toda la razón”.

'Todo lo que aprendimos en las películas'

María José Navia

Páginas de Espuma

160 páginas

17 euros