CRÍTICA

'El tiempo de las moscas', de Claudia Piñeiro: madres, hijas, amigas y moscas

La escritora argentina reflexiona sobre la madurez y la evolución de los seres humanos en su última novela, con la que demuestra que no tiene miedo a las historias complejas

La escritora argentina Claudia Piñeiro

La escritora argentina Claudia Piñeiro / Alejandra López

Marta Marne

Es muy común que en el género policiaco las historias no sean del todo autoconclusivas. Los personajes protagonistas suelen repetir a lo largo de una serie -a veces interminable- de novelas en la que acabamos por sentir que forman parte de nuestras vidas. Claudia Piñeiro (Burzaco, Argentina, 1960) no es autora de series, todas sus ficciones habían sido independientes hasta la llegada de El tiempo de las moscas. Esta obra es heredera de Tuya, libro escrito originalmente en 2008, que ha llegado a miles de hogares argentinos al ser lectura recomendada dentro del corpus académico de secundaria. Y una de las dudas más recurrentes entre los estudiantes solía ser qué había ocurrido con Lali tras un final tan abrupto.

Al final de Tuya, Lali, siendo tan solo una adolescente, termina dando a luz en soledad a Guillermina mientras a su madre Inés se la llevan presa y su padre es detenido. Al comienzo de El tiempo de las moscas, Inés acaba de cumplir su condena y sale a un mundo que le resulta extraño y desconocido para ella. En Tuya teníamos a un personaje abiertamente machista. Pero tras varios años en una cárcel rodeada tan solo de mujeres, su visión de la sororidad es muy diferente. Fuera se encuentra con una realidad en la que las cosas han cambiado, y las nuevas corrientes del feminismo la pillan aún desentrenada y con muchas preguntas por responder.

El tiempo de las moscas se estructura en tres tipos de capítulos. En primer lugar, el desarrollo de la trama propiamente dicho, una historia en la que a Inés se le presenta la oportunidad de hacerse con un dinero rápido y fácil gracias a su trabajo como exterminadora de plagas. En segundo, una serie de disertaciones, de monólogos interiores, en los que la propia Inés expone información sobre las moscas y la licitud o no de acabar con su vida -partiendo de la base de que ella ha cumplido condena por asesinato-. Y en tercero, las secciones narradas por un coro al modo de una tragedia griega, una exposición de argumentaciones acerca del feminismo y las principales cuestiones que generan controversia dentro del movimiento, tales como el lenguaje inclusivo o la transfobia.

La trama se retuerce hasta límites insostenibles y la autora sale victoriosa debido a su destreza narrativa

No es la primera vez que la escritora recurre a este tipo de arbitrios -en Las maldiciones, esta técnica es primordial para el desarrollo del libro- y la disposición de estas pausas argumentales no es casual. El tono varía, el discurso se atropella debido a todas las voces que lo ejecutan y se llega incluso a aportar bibliografía sobre lo tratado al final de cada debate del coro. Una apuesta arriesgada para una obra de ficción, pero que funciona.

Piñeiro ha demostrado novela a novela que no tiene miedo a las historias complejas y plagadas de nudos que desentrañar. Si en Catedrales nos presentaba un crimen casi imposible de asimilar, aquí se arriesga con un triple salto mortal sin red. La trama se retuerce hasta límites insostenibles y la autora sale victoriosa debido a su destreza narrativa. La construcción de personajes es una de sus fortalezas. Y El tiempo de las moscas, además, deslumbran más que nunca sus diálogos, un elemento con tal entidad que incluso adquiere poder a nivel visual gracias al uso de los silencios representados por puntos suspensivos. Una obra impecable.

'El tiempo de las moscas'

Claudia Piñeiro

Alfaguara

408 páginas

19,90 euros