MISCELÁNEA

He venido a hablar de mi libro: Youssef El Maimouni

Mi última novela, 'Nadie salva a las rosas', tiene un claro componente social, político y reivindicativo

El escritor Youssef El Maimouni

El escritor Youssef El Maimouni / EPE

Youssef El Maimouni

Tras leer El pan desnudo, de Mohamed Chukri -lo descubrí a la temprana edad de 14 años-, creció en mí el sueño de ser escritor. Años más tarde, leyendo a Jean-Claude Izzo, asumí que el género negro se ajustaba como un traje a medida para dar forma a una de mis, por aquel entonces, embrionarias novelas. El escritor marroquí escribió una trilogía autobiográfica que pivota entre sus recuerdos, pero que sobre todo discute y ajusta cuentas con aquella imagen idílica del Tánger internacional. La que veneraron, entre otros, los escritores de la generación beat retratando a la población local como simples y exóticos figurantes a merced de sus elucubraciones.

Por su parte, el escritor francés, con su Trilogía marsellesa, defiende una nueva realidad, la de la ciudad diversa y plural, portuaria y punto de llegada para toda una nueva sociedad transcultural. Los dos autores dan voz a los de abajo, verdaderos protagonistas de las vivencias cotidianas y humanas de cualquier enclave urbano. De los dos autores aprendí que inevitablemente la ciudad en la que ambientaría la trama, Barcelona, no podía mostrarse como un mero decorado y que los personajes de la misma merecían todo el respeto, un trato digno: no son cromos de quita y pon.

EL MISMO DOLOR

Con Nadie salva a las rosas, la segunda parte de la Trilogía de la discriminación, correspondo a las lecciones que asimilé en su momento. El paisaje no puede ser de cartón piedra y, por supuesto, no es un fósil, un entorno inmutable e invariable, ajeno a las transformaciones derivadas del paso del tiempo y de su ciudadanía. Además, por mucho que nos inculquen lo contrario, no hay tantas diferencias entre las personas: todos aspiramos a semejantes propósitos y todos sufrimos del mismo dolor.

Por la novela desfilan con la cabeza bien alta inmigrantes, refugiados, mujeres que han vivido un divorcio sin el apoyo de los más cercanos, mujeres con velo que intentan hacerse hueco en el mundo de la política, madres solteras, mujeres que reagrupan a sus familias, mujeres sororas. Pero también, no podía ser de otra forma, en el fresco lucen aquellos quienes se saltan las etapas haciendo trampas, los miserables, los que se aprovechan de la debilidad ajena. 

La novela tiene un claro componente social y político, además de reivindicativo. En la literatura occidental, se ha matado al padre, a la madre, también a Dios, pero seguimos, quizás, sin matar a las fronteras, a los nacionalismos rancios, mal entendidos, anquilosados cual fósiles.

Rihanna, la protagonista, ha nacido en un cuerpo equivocado, en un tiempo equivocado y en un lugar equivocado. Cuánta mala suerte podríamos pensar, pero es más común de lo que en nuestras cómodas rutinas llegamos a creer. Sufre, por ello, la violencia más seca, la violencia del hambre, moralizadora, y pérdidas que la marcarán como escarificaciones en un rostro infantil.

Forzada, huye de Marruecos, país de origen al que no quiere regresar jamás, discriminada y conducida por la rueda del infortunio hasta llegar, después de tantos tumbos, a Barcelona, donde la vida, por instantes, se dejará saborear. Pero el pasado es traicionero y, lo que está escrito, maktub, persigue a quien cree estar salvado.

'Nadie salva a las rosas'

Youssef El Maimouni

Roca Editorial

320 páginas

19,90 euros