MISCELÁNEA

He venido a hablar de mi libro: Aroa Moreno Durán

Quise activar una correa de transmisión invisible, una genealogía de matriz

La escritora Aroa Moreno Durán

La escritora Aroa Moreno Durán / Javier Cebollada

Aroa Moreno Durán

La poesía y la narrativa pueden nacer de unas mismas manos. Pero la primera intenta apresar el relámpago y la segunda ve ese relámpago y se sienta día tras día a ver qué ha pasado con su energía y su potencia de luz. La pregunta qué más veces me han hecho en este tiempo es cómo nació mi novela. Qué fácil es contar cómo se arma una trama y qué difícil averiguar el secreto que la sostiene. Soy muy parecida a lo que escribo, aunque no tengo nada nada que ver con la biografía de mis personajes. Pero sí soy como escribo. Tengo la sintaxis un poco rota.

Si yo no hubiera tenido un hijo en 2016, no habría escrito La bajamar. Si no hubiera pisado Euskadi con la constancia que lo he hecho desde ese mismo año, no habría escrito La bajamar. Si no me hubiera encontrado una noche en la Parte Vieja de Donosti con el artista Jesús María Cormán -que me legó con generosidad la memoria de su madre- tampoco habría escrito La bajamar. Y es curioso que la respuesta a de dónde nace la novela no la haya sabido hasta después. Y tiene magia asistir a cómo se despeja la incógnita.

Me senté a escribir con la voluntad de entender un territorio y de saber qué había pasado con mi identidad tras ser madre. Y no sabía cómo iba a trenzar esas dos inmensidades, una individual y privada y otra histórica y ajena. En una de esas largas tardes de juegos sobre la alfombra, empecé a preguntarme si mi madre o mis abuelas se habrían sentido como yo. Y en por qué nunca se lo había preguntado. Si el amor más intenso; si el pavor a desaparecer. Volver a mirar hacia atrás para comprender. Ellas me lo iban a contar. Ellas me iban a explicar el territorio.

Ellas.

Lo hemos leído casi todo de ellos. Las revoluciones: los que activan la Historia. ¿Pero quién mantuvo encendida la llama? ¿Quién cuidó del futuro? ¿Qué emergió tras la marea?

De la Guerra de España, del hambre y el exilio a los años de plomo y a la soledad compartida de nuestro hoy. Qué habían hecho esas mujeres para sacar a sus hijos de la violencia. Y la pregunta más feroz: ¿sería capaz la más joven de alejar a su hija de sí misma para salvarla de su amargura? Qué sucede cuando la violencia ya está en ti.  

DISTORSIÓN FAMILIAR

Elegí tres voces porque no quería que ningún personaje contara al otro y se alargara la distorsión familiar. Y tracé la historia de tres mujeres de una misma familia que iban a contarme lo nuestro e iban a callarse lo suyo. Quise activar una correa de transmisión invisible, una genealogía de matriz y que el eco de un suceso del pasado las tocara a todas ellas, cambiando la historia íntima por la sacudida de la Historia.

Levanté La hija del comunista, pero La bajamar la excavé.

Literalmente, gran parte de sus páginas, las escribí en el sótano de mi casa, de madrugada. Y literariamente tuve que mirar muy hacia adentro. Y qué otro misterio hay más abajo que entender la relación de matrioska que tienes con la mujer que te dio a luz.

Ahora, acabo de ver otro relámpago. Solo tengo que saber si quiero apresarlo o sentarme a observar cómo ha quedado el paisaje tras su paso. 

'La bajamar'

Aroa Moreno Durán

Random House

192 páginas. 18,90 euros