AUTORA DE 'ANTES DEL SALTO'

He venido a hablar de mi libro: Marta San Miguel

Marguerite Duras decía que si supiéramos lo que vamos a escribir, no escribiríamos nunca

La periodista y escritora Marta San Miguel

La periodista y escritora Marta San Miguel / Miriam Mora

Marta San Miguel

Sucedió de repente, y la sorpresa fue tal que le hice una foto a la pantalla del ordenador para enviársela a mis amigas. Ahí abajo, en el reborde grisáceo del procesador de textos, se podía leer el número de páginas y el número de palabras. Ponía: Página 16 de 16. Le di a enviar con la intención de que ellas, ante la críptica imagen sin explicación, intuyeran lo que estaba pasando. Interrogantes. Emojis de asombro. “¿Y esto? ¿Pero no estabas reescribiendo el manuscrito?”.

Llevaba un mes viviendo en Lisboa, donde me había mudado con mi familia por motivos laborales. Era agosto, y aún viviría allí siete meses más. Mi plan era trabajar en una novela que había escrito un par de años atrás. En esas estaba cuando una mañana, en vez de retomar la tarea de tachar y editar, me senté frente al ordenador para escribir sobre el día antes de mudarnos.

¿Por qué la despedida de un amigo en las escaleras de un portal me empujó a abrir un Word y escribir sobre ello, y por qué después de escribir sobre el salto a otra ciudad empecé a escribir sobre un caballo que montaba cuando era cría? Si hubiera sabido la respuesta, jamás habría escrito Antes del salto; entonces solo sabía que tenía un documento llamado No tiene nombre al que acudía cada mañana para descubrir, como en las series, qué pasa después.

Marguerite Duras decía que si supiéramos lo que vamos a escribir, no escribiríamos nunca. Llevo veinte años en la redacción de El Diario Montañés y casi siempre sabes lo que debes contar porque la actualidad es el argumento. La poesía requiere de otros procesos, una artesanía que puede durar semanas hasta dar con la imagen adecuada o el ritmo perfecto, y qué decir de los relatos o la propia novela de ficción que aguardaba encuadernada en una gruesa espiral.

Fue como si todo lo que había escrito hasta entonces me condujera al documento que me resistía a nombrar, por si acaso dejaba de crecer como lo estaba haciendo. Nunca escribir había sido un proceso tan inesperado y a la vez tan honesto: la voz sonaba igual de nítida al hablar de los ritmos del galope y de aprender a caerse que al hablar de Pessoa y la gentrificación de Lisboa; la narración por pequeñas entradas se impuso sin forzar desde el primer capítulo y la imaginación apareció para moldear la memoria y ayudarme a sostener la estructura de la novela.

Durante ese tiempo, las fotos de la pantalla del ordenador les siguieron llegando a mis amigas, que vieron crecer las cifras mientras les contaba cómo afuera Lisboa cambiaba de color. La última imagen ponía Página 158 de 158. Después, hice las maletas y nos volvimos a España.

Cuando vuelvo a mirar el álbum de Portugal, ahí están las fotos de la pantalla; feas y borrosas, pero colosales como ver el proceso de construcción de un castillo de arena con conchas en las almenas y puentes decorados con algas secas, palos de helado y canales de agua; un castillo que emerge de tus manos como si siempre hubiera estado ahí, a pesar de las mareas.

'Antes del salto'

Marta San Miguel

Libros del Asteroide

192 páginas

18,95 euros